Corea del Norte condiciona todo acuerdo nuclear al fin de las sanciones de la ONU
Pyongyang dice que ahora que tiene armas at¨®micas se puede negociar de igual a igual
Corea del Norte se mostr¨® ayer desafiante, se vanaglori¨® de haberse convertido en una potencia con armamento nuclear y enarbol¨® una larga ristra de condiciones para poner fin a su programa. Pyongyang exigi¨®, entre otras, la suspensi¨®n previa de las sanciones que le impuso la ONU tras la prueba nuclear que realiz¨® el 9 de octubre. Fue un duro comienzo para el primer d¨ªa de las negociaciones a seis bandas, que volvieron a celebrarse ayer en Pek¨ªn, tras haber estado paralizadas m¨¢s de un a?o. Estados Unidos advirti¨® que se le est¨¢ acabando la paciencia.
El negociador y viceministro de Exteriores norcoreano, Kim Kye Gwan, dijo que si se cumplen estos requisitos y Estados Unidos pone fin a su "pol¨ªtica hostil", Pyongyang est¨¢ dispuesto a negociar el fin del programa de armas at¨®micas. Dijo tambi¨¦n que su pa¨ªs se siente "satisfecho" de haberse convertido en una potencia nuclear ya que ahora deber¨¢ ser tratado de igual a igual.
El torrente de exigencias -entre ellas, la construcci¨®n de instalaciones nucleares de uso civil para producir electricidad-, es considerado por algunos participantes en la cumbre como una estrategia negociadora. En las conversaciones, participan tambi¨¦n China, Jap¨®n, Corea del Sur y Rusia.
Christopher Hill, jefe de la delegaci¨®n estadounidense, asegur¨® tras la reuni¨®n que la paciencia de Washington ha "alcanzado su l¨ªmite". Estados Unidos quiere que se apliquen los t¨¦rminos pactados en la declaraci¨®n conjunta de septiembre del a?o pasado, en la que su enemigo accedi¨® a abandonar todos los programas de armas nucleares a cambio de garant¨ªas de seguridad, ayuda energ¨¦tica y otros beneficios. Lo que parec¨ªa entonces el principio del fin de la crisis se fue al traste cuando el r¨¦gimen de Kim Jong Il decidi¨® boicotear las conversaciones poco despu¨¦s, en protesta por las sanciones financieras impuestas ese mismo septiembre por EE UU. Washington opt¨® por aplicarlas tras acusar a Corea del Norte de falsificar d¨®lares y blanquear dinero a trav¨¦s de un banco en Macao.
El golpe se convirti¨® en un tema prioritario para el Gobierno del pa¨ªs estalinista, que puso como condici¨®n que su fin formara parte de las conversaciones a seis bandas. EE UU se opuso en un principio, porque dijo que eran temas diferentes, pero posteriormente ha aceptado discutirlo en el marco de las negociaciones.
China, temerosa de perder lo poco logrado hasta ahora, insisti¨® ayer en recuperar los t¨¦rminos de la declaraci¨®n de septiembre de 2005. "Esta reuni¨®n tiene un gran significado para edificar sobre los progresos logrados en el pasado y allanar el camino para el futuro", dijo Wu Dawei, responsable del equipo chino.
Seg¨²n la prensa surcoreana, EE UU ha ofrecido al Norte garant¨ªas de seguridad firmadas por Bush, como parte de un conjunto de incentivos para que ponga fin al programa at¨®mico. La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, dijo la semana pasada que Washington desea que la pen¨ªnsula coreana est¨¦ libre de armas nucleares para 2009, a?o que Bush deja el cargo. Aunque no se ha fijado fecha de duraci¨®n para la presente ronda negociadora, Hill ha asegurado que espera pasar la Navidad en casa.
La crisis estall¨® en octubre de 2002, cuando EE UU afirm¨® que el Norte hab¨ªa admitido que ten¨ªa un programa nuclear secreto, en violaci¨®n de un pacto firmado en 1994. Washington suspendi¨® los env¨ªos de petr¨®leo y Pyongyang reaccion¨® expulsando a los inspectores internacionales y abandonando el Tratado de No Proliferaci¨®n nuclear.
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