Sebasti¨¢n o la seducci¨®n del autob¨²s
El candidato socialista se sube a un veh¨ªculo de la EMT para criticar el plan de movilidad de Gallard¨®n y la falta de taxis por la noche
Que Madrid vuelva a seducir. ?se es uno de los principales objetivos del candidato socialista a la alcald¨ªa, Miguel Sebasti¨¢n. Y ayer, en esa reconstrucci¨®n del ritual amoroso de la ciudad hacia sus ciudadanos, le toc¨® al autob¨²s cargar con la responsabilidad del desamor. Acaso porque el metro ya tiene muchos novios, el candidato se subi¨® al 36 y recorri¨® la ciudad desde Lucero hasta La Latina. A menos de seis kil¨®metros por hora y repleto de viajeros. Eso s¨ª, aprovech¨® los 35 minutos de viaje para departir con ellos. Toca bajar a la arena.
Puntual y en metro llega Sebasti¨¢n desde Ferraz a la cita. Le acompa?an el portavoz socialista, ?scar Iglesias, y el concejal Manuel Garc¨ªa-Hierro. Extremadamente educado saluda a la prensa y a algunos vecinos. "A ver si tenemos suerte", le suelta una se?ora despu¨¦s de estamparle el carm¨ªn en la mejilla. "Depende de vosotros", le contesta ¨¦l.
El viaje demostr¨® que la velocidad del transporte no llega a los seis kil¨®metros por hora
Frente a la parada del 36, Sebasti¨¢n aprovecha para empezar a anunciar su plan de choque. "El autob¨²s debe volver a seducir", dice. Y para ello, el candidato piensa, en primer lugar, aumentar la edad l¨ªmite del abono transporte de 21 a 26 a?os. Pero eso cuesta dinero, 44 millones de euros. "Lo mismo que cuestan 80 metros de la M-30 o la campa?a de autobombo del Ayuntamiento", resuelve ¨¦l. Pero eso ya lo propuso Simancas en la campa?a de 2003. Pocas novedades para empezar. Adem¨¢s, la medida deber¨ªa estar cofinanciada por Ayuntamiento y Comunidad.
En la marquesina del autob¨²s se abre el turno de ruegos y preguntas. Sebasti¨¢n se coloca al lado de una vecina y ¨¦sta aprovecha la inmejorable ocasi¨®n. "Yo me levanto cada d¨ªa a la seis y media para ir a trabajar. A veces espero el autob¨²s hasta 45 minutos", protesta sin el menor rastro de estar seducida por la EMT. ?l promete tomar medidas.
Llega el autob¨²s. Empujoncitos y para arriba. El candidato sigue insistiendo en las bondades del proyecto de una ciudad sostenible donde impere la calidad de vida. ?Ejemplos? "Roma, Londres o Barcelona". ?Medidas concretas para lograrlo? "Ya os lo contaremos m¨¢s adelante".
El autob¨²s, efectivamente, avanza lento y torpe por el peque?o caos matinal. "Y no estamos en la hora m¨¢s conflictiva", apunta Garc¨ªa-Hierro, encargado ocasional del c¨¢lculo de la velocidad. "Circulamos a menos de seis kil¨®metros hora, la velocidad m¨¢s baja de los ¨²ltimos a?os", explica el candidato.
Por las ventanillas discurren las tradicionales aceras madrile?as, colonizadas por andamios y contenedores de escombros varios. Los transe¨²ntes, acostumbrados, las esquivan con soltura. Sebasti¨¢n se percata y anuncia que quiere para Madrid zonas de paseo, como en Oviedo, en Zaragoza o en Barcelona. Aunque tampoco especifica si eso tiene o no algo que ver con la peatonalizaci¨®n del centro.
Y como de movilidad va la excursi¨®n, le llega el turno al taxi y al desaf¨ªo madrile?o de conseguir meterse en uno las noches del fin de semana. Sebasti¨¢n dice sufrirlo en sus carnes de candidato. "El pasado fin de semana me fue imposible conseguir uno desde la calle del Barquillo". Pero no aporta soluciones, de momento. Eso s¨ª, de su adversario el 27 de mayo, dijo que es "el Alcalde Sin". "De las obras sin explicar, el alcalde de las promesas sin cumplir y el alcalde de la deuda sin control".
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