Otro estadio para el mismo f¨²tbol
El centro Caixaf¨®rum celebra el v¨ªnculo entre el juego y su efecto cultural
La discutida relaci¨®n entre f¨²tbol y cultura se ha vuelto a revisar en Barcelona, donde El juego del hombre ha titulado una semana de charlas, lecturas y pel¨ªculas. El escenario no ha sido un recinto deportivo. En el Caixaf¨®rum, intelectuales, periodistas y gente del f¨²tbol han abordado un territorio de discusi¨®n tan vasto como la vida misma. Organizado por el escritor mexicano Juan Villoro, el t¨ªtulo responde a una obsesiva frase que ?ngel Fern¨¢ndez, famoso locutor, repet¨ªa durante sus transmisiones en la televisi¨®n mexicana. Era su estrategia para situar a este deporte en un nicho entre la ontolog¨ªa y la antropolog¨ªa.
Hay notables ejemplos de la prol¨ªfica verborrea de don ?ngel, que era una rigurosa mezcla entre f¨²tbol y cultura; cuando ve¨ªa que el tiempo de juego se agotaba y que era inminente que uno de los equipos perder¨ªa el partido, gritaba a todo pulm¨®n en su micr¨®fono: "?Se hunde la nave!, ?los ni?os y las mujeres primero!"; y cuando estaba en vena hac¨ªa traducciones de su invenci¨®n como ¨¦sta, que ten¨ªa como motivo a un distinguido delantero de la selecci¨®n alemana: "Ah¨ª va Rumennige, que en castellano quiere decir Ferrocarriles Nacionales de Alemania".
Pues bien, un grupo de escritores, periodistas y ex futbolistas se entreg¨® a la tarea de desmontar el juego del hombre en diversos formatos, uno de ellos el del derbi literario, un jugoso encuentro entre Javier Mar¨ªas, que defend¨ªa los colores del Real Madrid, y Enrique Vila-Matas, del Bar?a, en una conversaci¨®n moderada por Ram¨®n Besa, ponderado ¨¢rbitro para un encuentro de este g¨¦nero. El partido comenz¨® con el regalo que hizo Mar¨ªas, siguiendo la tradici¨®n del intercambio de banderines, a sus dos acompa?antes en la mesa: un juego de fotocopias a color del ¨¢lbum de cromos de la temporada 58-59, que el escritor recuper¨® en una subasta de Internet.
Enrique Vila-Matas cont¨® c¨®mo, cuando ten¨ªa cuatro a?os, dej¨® de ser cul¨¦ durante un rato para convertirse en forofo del Espanyol, todo porque su t¨ªo Ram¨®n le regal¨® la camiseta blanquiazul del equipo. Vila-Matas, por pura coherencia con el regalo y con su t¨ªo, dej¨® de ser cul¨¦ durante unos cuantos d¨ªas. Despu¨¦s revel¨® sus nexos sentimentales con Kubala y con Di St¨¦fano, con cuyas hijas bailaba el escritor en las fiestas.
Javier Mar¨ªas observ¨® que ¨²ltimamente al Bar?a se le ve demasiado cerca de la Generalitat e inst¨® a los cul¨¦s que lo o¨ªan en la sala a que no vuelvan a permitir que el equipo salga al campo con pantaloncillo rojo. Despu¨¦s dijo que no le gusta cuando el Bar?a atraviesa por malas temporadas porque la Liga pierde intensidad y anot¨® la idea de que Ronaldinho es un jugador para ni?os y que si no empieza a administrar su j¨²bilo puede terminar convirti¨¦ndose en un personaje de Disney. Para redondear la idea, a?adi¨® que el f¨²tbol es una cosa muy seria para un ni?o.
Vila-Matas matiz¨® apuntando que la risa de Ronaldinho, como el mismo futbolista ha procurado aclarar, no necesariamente quiere decir que se est¨¦ riendo, sino que as¨ª tiene la boca. Este derbi de escritores se extendi¨® durante m¨¢s de una hora, y entre otros temas Javier Mar¨ªas trat¨® el de los besos de Beckham, una rara muestra de afecto, por la forma en que el ingl¨¦s lo representa. Sin mucha fortuna, intenta parecer menos flem¨¢tico y m¨¢s mediterr¨¢neo. Vila-Matas revel¨®, cuando este derbi ins¨®lito llegaba al final, que ha estado dos veces en el palco del Camp Nou, pero que nadie lo ha reconocido porque se presentaba a s¨ª mismo como el nieto de Mir¨®.
Hubo otro encuentro apasionante, con un punto de delirio surrealista que cuadraba muy bien con las intenciones de los organizadores. Sergi P¨¤mies, escritor catal¨¢n con un s¨®lido historial cul¨¦, y Pep Guardiola, cuyo historial azulgrana no es menos rotundo, conversaron a la misma hora que se disputaba el Bar?a-Internacional de Porto Alegre. Si la conversaci¨®n resist¨ªa esa prueba de fuego, es que el f¨²tbol es m¨¢s que cultura. Es amianto. Al fondo del escenario, dos pantallas gigantes recog¨ªan en directo las im¨¢genes de la final de la Copa Intercontinental. Lo que de entrada parec¨ªa una aberraci¨®n se transform¨® en un exitoso experimento. La esforzada conversaci¨®n, que en todo momento resisti¨® la presi¨®n de las im¨¢genes, fue un memorable intercambio de cultura futbol¨ªstica, de cultura a secas, y hubo momentos m¨¢gicos en que una l¨ªnea contundente de P¨¤mies coincidi¨® con un tiro de Ronaldinho, y una l¨²cida reflexi¨®n de Guardiola se reflej¨® en un parad¨®n de Victor Vald¨¦s. En otro momento, esa conversaci¨®n se habr¨ªa considerado como un subversivo ejemplo de arte contempor¨¢neo. A los presentes, les pareci¨® algo natural, un juego entre personas inteligentes. El f¨²tbol, en fin.
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