Vilalba vende 1.300 capones para Nochebuena en la Feria de Nadal

El mejor embajador en el mundo de Vilalba, capital de A Terra Ch¨¢ (Lugo) es su cap¨®n. Lo reconoce su alcalde, Gerardo Criado, y lo ratifican los vilalbeses, que con paciencia ceban los 1.300 gallos que ayer se pusieron a la venta en la feria del Cap¨®n de Nadal. Su destino mayoritario ser¨¢ la cena de Nochebuena. Se degustar¨¢n en muchos lugares de Espa?a y parte de Europa.

Poco antes de las ocho de la ma?ana, el intenso tr¨¢fico que se desviaba en la autov¨ªa A-6 con direcci¨®n a Vilalba denotaba que algo extraordinario estaba a punto de ocurrir. El fr¨ªo era intenso en el interior del aparcamiento de la plaza de la Constituci¨®n, que sirvi¨® de improvisado pero bien cuidado recinto ferial.

A las ocho ya hab¨ªan llegado los capones procedentes de los 80 criadores que est¨¢n censados en el municipio chairego. Perfectamente alineados a lo largo de 50 mostradores aparec¨ªan cestas de mimbre con dos y hasta seis capones. Los animales, en su propia grasa, luc¨ªan en sus piernas un distintivo rojo que los acredita como "cap¨®n extra" y el a?adido de "cap¨®n producido para deleitar el paladar donde la cantidad y la calidad est¨¢n en equilibrio". La otra pierna sujeta otro distintivo con una foto del gallo y se explica su origen, crianza, alimentaci¨®n y signos de identificaci¨®n.

Las criadoras dialogan entre s¨ª y observan el proceso de lacado, que es el ¨²ltimo toque que garantiza el producto. Corsina Guzm¨¢n es toda una veterana. Lleva 60 de sus 77 a?os cebando capones. Gan¨® varios premios en otras ediciones y, en esta ocasi¨®n, se presenta en la feria con seis pares que ceb¨® "con mucha paciencia" durante ocho meses. Su l¨®gica aspiraci¨®n es venderlos al mejor precio, aunque se queja de que "econ¨®micamente no compensa". "Es una tradici¨®n que hay que mantener", advierte para remarcar el car¨¢cter casi altruista de los procesos de castraci¨®n, cebado, matanza, adorno de cestas y venta.

Antes de llegar a la feria, Corsina ya vendi¨® la mayor parte de los capones que sobrevivieron al proceso de crianza. Los reparti¨® por casi toda Galicia, alguno para Madrid y otros llegaron, incluso, al Parlamento europeo. Son las 9 y el mercado a¨²n esta cerrado. Entre los mostradores s¨®lo circulan periodistas y los miembros del jurado que deciden la mejor cesta, la mejor pareja y el mejor criador. Pronto se conoce el resultado. Un gran cartel indica que Oliva Souto Amado, de Goiriz, logr¨® la designaci¨®n de "mejor criadora", lo que le reportar¨¢ 300 euros adicionales.

Llega la hora. La entrada es casi como si de unas rebajas de grandes almacenes se tratara. La gente entra a montones y se dirigen hacia los mostradores. Una vez dentro hay dos t¨¢cticas: ver y comprar r¨¢pido los mejores ejemplares, a entre 90 y 100 euros el cap¨®n, o esperar hasta que el vendedor se canse y rebaje el precio hasta 80 euros o incluso un poco menos.