Euforia entre las minor¨ªas de Bulgaria
Tras la asimilaci¨®n forzosa sufrida bajo el comunismo, los turcos b¨²lgaros ven la entrada en la Uni¨®n Europea como garant¨ªa de su singularidad
"?Quiere mi nombre b¨²lgaro o el turco?", responde Ramad¨¢n Mehmed cuando la periodista con la que habla le pide que se identifique. La respuesta de Mehmed, un alba?il de 31 a?os que vive en Djebel, un pueblo del sur de Bulgaria, revela hasta qu¨¦ punto cal¨® la campa?a de asimilaci¨®n forzosa desatada en 1984 por el r¨¦gimen comunista, que oblig¨® a unos 300.000 turcos b¨²lgaros a huir al vecino pa¨ªs. A menos de una semana de entrar en la Uni¨®n Europea, las minor¨ªas de Bulgaria miran a Bruselas como garant¨ªa de defensa de su singularidad.
Djebel, enclavado en las monta?as de Rodopi, cerca de la frontera con Grecia y Turqu¨ªa, est¨¢ poblado en un 70% por turcos que permanecieron en Bulgaria despu¨¦s del Tratado de San Esteban (1878), que puso fin a cinco siglos de dominaci¨®n del imperio otomano sobre el pa¨ªs balc¨¢nico. Otro 20% de los habitantes del pueblo son pomakos, es decir, b¨²lgaros que a lo largo de esos 500 a?os abrazaron la religi¨®n musulmana, y s¨®lo el 10% restante es de confesi¨®n cristiana ortodoxa, como el 84% de los casi ocho millones de habitantes del pa¨ªs.
"Los b¨²lgaros somos minor¨ªa en Kardzali y estamos discriminados", dice una estudiante
La mayor¨ªa de los que huyeron volvieron al acabarse el comunismo (1989) y hoy en d¨ªa hay en Bulgaria unos 650.000 turcos y unos 200.000 pomakos isl¨¢micos, que habitan principalmente en el sur y en las costas del mar Negro. La arquitectura de Djebel, sin embargo, es, como la del resto de la provincia de Kardzali donde se encuentra, de rasgos europeos y tintes sovi¨¦ticos. S¨®lo la mezquita con su minarete de blanco inmaculado y tejado verde, situada en el centro del pueblo, revela la presencia turca.
"Bulgaria es un modelo de tolerancia ¨²nico en los Balcanes. Pese a una represi¨®n que oblig¨® incluso al cambio de los nombres de las personas, hemos realizado una transici¨®n sin derramamiento de sangre", afirma Lyutvi Mest¨¢n, de 46 a?os y diputado del Movimiento por los Derechos y las Libertades (MDL), uno de los tres partidos de la coalici¨®n gobernante.
La Constituci¨®n b¨²lgara no permite la formaci¨®n de un partido pol¨ªtico en base a una etnia determinada, por lo que el MDL est¨¢ abierto a todos los ciudadanos. Sin embargo, la absoluta mayor¨ªa tanto de sus votantes como de sus representantes son turcos. En los ¨²ltimos tiempos, la extensi¨®n de su esfera de influencia sobre otras minor¨ªas isl¨¢micas, los pomakos y el tercio de gitanos que profesa la fe de Mahoma (los gitanos suponen el 4,5% del total de la poblaci¨®n), permiti¨® al MDL aumentar sus diputados desde los 21 que obtuvo en 2001 a los 34 actuales, logrados en las elecciones de 2005.
En la sede del Parlamento en Sof¨ªa, Mest¨¢n sostiene que en estos 17 a?os de apertura democr¨¢tica del pa¨ªs se han logrado "grandes resultados en el proceso de integraci¨®n de las minor¨ªas en las estructuras sociales nacionales". Destaca, sin embargo, que siguen siendo m¨¢s pobres las regiones pobladas mayoritariamente por minor¨ªas, lo que atribuye a la "herencia del Estado totalitario que concentr¨® la producci¨®n y la industria en las regiones de mayor¨ªa b¨²lgara cristiana".
El fin de la dictadura comunista vino propiciado por el deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs, que se hundi¨® en una profunda crisis mientras trataba de adaptarse al mercado. S¨®lo el a?o pasado se alcanz¨® un nivel de producci¨®n similar al ¨²ltimo del r¨¦gimen de Todor Zhivkov.
Con una agricultura y una industria centrada en el cultivo del tabaco, la crisis econ¨®mica dej¨® en el sur de Bulgaria un paisaje de f¨¢bricas cerradas, desolaci¨®n y paro.
El 30% de los 5.000 habitantes de Djebel hace ya tiempo que se gana la vida en distintos pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. Unos emigraron y se hicieron residentes, otros muchos son temporeros, que trabajan unos meses en el campo, la construcci¨®n o la industria y vuelven al pueblo hasta que se les acaban los ahorros y vuelven a irse.
?zcan Hoca, de 43 a?os, propietario de un supermercado, est¨¢ convencido de que la entrada de Bulgaria en la UE servir¨¢ para garantizar la singularidad turco-b¨²lgara, revitalizar Djebel y hacer que la gente vuelva al pueblo. Hoca afirma con rotundidad que la UE tambi¨¦n debe de abrir sus puertas a Turqu¨ªa. "Al igual que un jard¨ªn debe tener variedad de flores, la presencia turca enriquecer¨¢ enormemente la Uni¨®n", se?ala.
En Kardzali, la capital de la provincia del mismo nombre, ciudad cuyos 76.000 habitantes se reparten casi con iguales porcentajes turcos y pomakos isl¨¢micos con b¨²lgaros cristianos, se aprecia claramente el resentimiento de estos ¨²ltimos ante las conquistas econ¨®micas e incluso sociales de quienes antes viv¨ªan bajo la bota del r¨¦gimen. "A nivel personal no hay problemas, pero a nivel econ¨®mico o comercial no hay relaciones porque los turcos se apoyan entre ellos, por eso han copado todos los puestos de la Administraci¨®n local", se queja Dimiter Georgiev, un campesino de 32 a?os.
Iliana Tijleva, de 17 a?os, es m¨¢s tajante. "Aqu¨ª es todo turco. Nosotros los b¨²lgaros, somos la minor¨ªa y estamos discriminados", dice esta estudiante que sue?a con irse a otra ciudad del pa¨ªs donde se confunda con la mayor¨ªa.
La crisis econ¨®mica y el descontento con las "regal¨ªas" que el MDL obtiene de sus dos socios de coalici¨®n: los socialistas del primer ministro Sergei Stanishev y los liberales del ex rey Sime¨®n, han dado auge al partido ultranacionalista y xen¨®fobo Ataka (Ataque), que recoge un buen pu?ado de votos en Kardzali.
Ataka sorprendi¨® a propios y extra?os, en octubre pasado durante las elecciones presidenciales, al conseguir colocar a su l¨ªder, Volen Siderov, en la segunda vuelta de los comicios, ganados finalmente por el socialista Georgi Parvanov.
![Dos j¨®venes pasean por el centro de la ciudad b¨²lgara de Djebel.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KVJJKGM7WOQQUCHP3LEOMZQ3JI.jpg?auth=498e662d4433f5ec47fc492f43e34fc3530cacbba82216f9a3fa5d7cade16513&width=414)
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