Vacaciones con famosos

Las vacaciones de Tony Blair no han escurrido su tradicional cita con la pol¨¦mica. El primer ministro brit¨¢nico y su familia volaron el martes a Florida en secreto, pero tuvieron la mala fortuna de que su vuelo sufriera un peque?o percance al aterrizar en el aeropuerto de Miami, atrayendo la atenci¨®n de la prensa. El aparato impact¨® con las luces que marcan el final de la pista de aterrizaje y tuvo que ser remolcado hasta la terminal.

El peque?o contratiempo sirvi¨® para que la prensa se enterara de que entre los pasajeros de primera clase figuraban Blair y tres miembros de su familia. Y, lo que es mucho peor para ¨¦l, se supo tambi¨¦n que Miami era el destino final de su viaje, y la mansi¨®n del cantante pop Robin Gibb, uno de los componentes de los m¨ªticos Bee Gees, su alojamiento.

No hay nada anormal en que Blair pase unos d¨ªas junto a su amigo Robin, al que en su d¨ªa defini¨® como "uno de mis h¨¦roes". El problema es su marcada tendencia a pasar las vacaciones en las casas de ricos y famosos que a veces no han cumplido ni siquiera el requisito de ser pol¨ªticamente correctos. Blair fue ferozmente criticado en 2004 por su estancia veraniega en la lujosa Villa Certosa que el entonces primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, posee en Cerde?a. Sus relaciones pol¨ªticas con el derechista Berlusconi nunca fueron bien digeridas por la izquierda laborista, pero que la relaci¨®n se tornara personal fue criticado por todo el arco parlamentario, dados los antecedentes del multimillonario italiano y su manera de entender la libertad de prensa y la separaci¨®n de poderes entre la Justicia y el Gobierno.

A juicio de muchos, las compa?¨ªas que Blair elige para sus vacaciones degradan la figura de un primer ministro del Reino Unido. Suelen ser ricos como el diputado laborista Geoffrey Robinson, que le invit¨® a San Gimignano (Toscana) en 1997, o como el magnate Alain Dominique Perrin, que le invit¨® en 2002 a su castillo en Lot (suroeste de Francia). O famosos, adem¨¢s de ricos, como el cantante Cliff Richard, que le ha alojado en tres ocasiones (2003, 2005 y 2006) en su casa de las Barbados. Una de las cr¨ªticas es el precio de las vacaciones: ?va invitado o paga por su cuenta el alojamiento? En esta ocasi¨®n, Downing Street asegura que Blair paga de su bolsillo su estancia en la mansi¨®n de Robin Gibb, pero la esposa de ¨¦ste dice que no hay dinero por medio porque se trata de "algo entre amigos". Un malentendido, seg¨²n el portavoz de Blair, ya que se paga a una organizaci¨®n de caridad elegida por Gibb.