Nochevieja euf¨®rica y c¨ªvica

Rein¨® la fiesta pac¨ªfica: Barcelona celebr¨® la Nochevieja con mucha alegr¨ªa y sin apenas sobresaltos. A diferencia de otros a?os, no se registraron incidentes de gravedad. Junto a la algarab¨ªa de las macrofiestas en salas de baile y pabellones municipales, destac¨® el poder de convocatoria de la plaza de Catalunya, punto de encuentro para los extranjeros que eligieron la capital catalana para recibir a lo grande el A?o Nuevo. Los turistas, sobre todo italianos desenfrenados, no estaban solos ni de lejos. Cerca de 60.000 personas, 10.000 m¨¢s que en 2006, se sumaron all¨ª a una farra espont¨¢nea que concluy¨® sin altercados, seg¨²n fuentes policiales.

El concejal de Mantenimiento y Servicios del Ayuntamiento barcelon¨¦s, Francesc Narv¨¢ez, calific¨® ayer de "maravilloso" y "absolutamente c¨ªvico" el comportamiento de los ciudadanos que abarrotaron el centro de la ciudad para comerse las uvas y festejar el reci¨¦n nacido 2007. El sosiego fue tambi¨¦n consecuencia del fuerte dispositivo de seguridad organizado en la zona. Entre las 22.30 y las 2.10 horas, la plaza de Catalunya estaba blindada para evitar que la gente accediera al lugar con botellas de vidrio. Los que optaban por entrar deb¨ªan volcar su contenido en recipientes de pl¨¢stico.

La Torre Agbar fracasa como punto de reuni¨®n y apenas consigue convocar a unas 1.500 personas, que acudieron all¨ª por el reclamo del espect¨¢culo televisivo

La plaza de Catalunya de Barcelona congrega a 60.000 personas en una fiesta masiva para celebrar la Nochevieja y dar la bienvenida al A?o Nuevo

Los escasos altercados y los controles de alcoholemia de una noche de jolgorio no empa?aron las celebraciones en el conjunto de Catalu?a

Del intercambio se ocuparon m¨¢s de 30 operarios de limpieza, que repartieron 8.000 vasos desechables, 2.500 m¨¢s que en la pasada Nochevieja. Asimismo, el trueque dej¨® en los contenedores de la zona 17.000 botellas, que suponen unos 8.700 kilos de vidrio. A diferencia de otros a?os, la gente se mostr¨® esta vez m¨¢s dispuesta a prescindir de los envases de vidrio de forma voluntaria, sin necesidad de ser avisada por los agentes de orden p¨²blico. Las brigadas de limpieza empezaron a trabajar en la plaza a la una de la madrugada, aunque volvieron all¨ª a primeras horas de la ma?ana para acabar de eliminar los restos de basura. En total, entre La Rambla y la plaza de Catalunya se recogieron 3.300 kilogramos de basura del suelo, el 3% menos que el a?o pasado.

Los datos recabados por el Ayuntamiento permiten finiquitar, a su juicio, un balance "muy positivo". Por ejemplo, descendieron las asistencias por problemas de un consumo excesivo de alcohol, que pasaron de las 68 del a?o pasado a las 17 de esta Nochevieja. Fuentes sanitarias confirmaron el transcurso sereno de los festejos, y aseguraron que no han tenido m¨¢s trabajo de lo normal: ni intoxicaciones, ni comas et¨ªlicos.

En las calles de Barcelona, la Guardia Urbana realiz¨® 97 controles de alcoholemia, s¨®lo 13 de ellos con resultado positivo. Por su parte, en toda Catalu?a, los Mossos d'Esquadra realizaron controles de alcoholemia a 1.740 conductores, que dieron positivo en 71 casos.

No obstante, los accidentes de tr¨¢fico fueron de nuevo la ¨²nica nota lamentable de la velada y hubo dos muertos. Narv¨¢ez se?al¨® adem¨¢s que apenas se hab¨ªan realizado detenciones por la escasa gravedad de los incidentes. As¨ª, pese a la gran concurrencia en las calles del centro de la ciudad, la polic¨ªa no registr¨® ni un solo contenedor quemado, uno de los actos v¨¢ndalicos m¨¢s frecuentes en este tipo de celebraciones multitudinarias. Entre los pocos detenidos de la noche se encuentran un grafitero y dos j¨®venes de nacionalidad marroqu¨ª, uno de ellos menor de edad, que trataron de forzar la persiana de un quiosco de La Rambla.

Sin embargo, s¨®lo bastaba dar un paseo por las calles de Barcelona para constatar que las pocas detenciones no eran sin¨®nimo de una calma total. Si se hubiera cumplido la pol¨¦mica ordenanza de civismo, los calabozos habr¨ªan amanecido llenos.

No faltaron los que orinaban y vomitaban en la calle, los que se engancharon en peque?as peleas, los que ensuciaban por completo... Los vagones del metro y los trenes de cercan¨ªas, al igual que muchas calles, parec¨ªan por momentos un estercolero. Pero como en otras fiestas masivas -por ejemplo, las que acoge el barrio de Gr¨¤cia en agosto-, la polic¨ªa muestra cierta permisividad para evitar enfrentamientos que acaben en altercados graves.

Tambi¨¦n disminuy¨® el n¨²mero de latas de cerveza decomisadas a vendedores ambulantes. La cantidad asciende en toda la ciudad a 895 latas, frente a las 1.300 del a?o pasado por las mismas fechas.

Gracias al horario intensivo del servicio del metro y del resto de transportes publicos, la plaza de Catalunya se desaloj¨® escalonadamente, aunque permanecieron cerrados algunos accesos m¨¢s pr¨®ximos por motivos de seguridad. Cerca de 275.000 personas utilizaron el metro en la madrugada del A?o Nuevo. La animaci¨®n, por el contrario, era escasa en los alrededores de la Torre Agbar, lugar elegido por TV-3 para emitir las 12 campanadas. El espect¨¢culo estaba concebido para ser visto por televisi¨®n y s¨®lo congreg¨® en los aleda?os del edificio a unas 1.500 personas. La polic¨ªa tambi¨¦n organiz¨® all¨ª un dispositivo especial de seguridad, que oblig¨® por momentos a suspender el servicio de tranv¨ªa, una medida que finalmente se demostr¨® innecesaria por la escasa concentraci¨®n de gente. El innovador montaje de luces, acompa?ado por la m¨²sica de Carles Santos, contrast¨® con el resto de la programaci¨®n de la televisi¨®n auton¨®mica, que recuper¨® del armario la f¨®rmula del vetusto Telepasi¨®n y meti¨® a sus presentadores en la piel de cantantes y grupos legendarios. Ah¨ª estaba, por ejemplo, Albert Om tocado con una estrafalaria peluca en el papel de teclista de Abba para interpretar Waterloo.

Si bien fueron muchos los que vencieron la resaca de Nochevieja, s¨®lo unos pocos valientes cumplieron una tradici¨®n para la que hace falta tener piel de elefante. Despu¨¦s de desayunar con los t¨ªpicos churros con chocolate, unos 200 barceloneses acudieron en el mediod¨ªa de ayer a darse el primer chapuz¨®n en la Barceloneta, en la popular playa de San Sebasti¨¢n. Esta costumbre se mantiene viva, en parte, por la perseverancia de un aguerrido grupo de socios del Club de Nataci¨®n Atl¨¦tico Barceloneta. Por suerte, a los ba?istas les esperaba a la salida del agua un caldito de pollo caliente para compensar los escalofr¨ªos.

En Lleida, la celebraci¨®n no fue tan pac¨ªfica ni tan festiva. Los Mossos detuvieron a seis paquistan¨ªes que participaron en una pelea multitudinaria con palos, correas de cuero y otros objetos a modo de armas, informa la agencia Efe.GIANLUCA BATTISTA