ETA es la responsable

Alguien con capacidad ejecutiva en ETA decidi¨® el atentado de la T-4 de Barajas, dict¨® la orden pertinente y un comando comenz¨® el trabajo. Se rob¨® una furgoneta, su propietario fue secuestrado, se instalaron unos centenares de kilos de explosivos en el interior del veh¨ªculo y ¨¦ste fue trasladado por miembros del comando al aeropuerto de Barajas donde se hizo estallar.

Todo esto lo ide¨®, lo planific¨® y lo ejecut¨® ETA.

Al d¨ªa siguiente se pudieron ver por televisi¨®n unas im¨¢genes de centenares de personas portando banderas espa?olas y lanzando insultos contra el presidente del Gobierno y culpabiliz¨¢ndolo de la explosi¨®n. Todo esto ante la atenta mirada de dirigentes del principal partido de la oposici¨®n y de la de los l¨ªderes de algunas asociaciones de v¨ªctimas de atentados terroristas.

En los medios de comunicaci¨®n se suceden declaraciones de pol¨ªticos y, analiz¨¢ndolas, uno tiene la sensaci¨®n de que en ciertos sectores de nuestra dividida sociedad se est¨¢n viviendo estos momentos, tras la ruptura de la tregua, con una aquiescencia contenida.

Mi opini¨®n es que cualquier gobierno debe aplicar todas las medidas legales para conducir a los asesinos a la c¨¢rcel, adem¨¢s de estar legitimado y obligado (la ciudadan¨ªa se lo exige) a explorar absolutamente todas las v¨ªas posibles, dentro de la legalidad, para acabar con el terrorismo.- Jes¨²s Marim¨®n Gim¨¦nez. Girona.

?Qu¨¦ ocurrir¨¢ a partir de ahora? De la quema de cajeros hemos pasado a la vuelta de los coches bomba. Parte de los espa?oles ped¨ªa que no se negociara con ETA. Sin embargo, pese a la violencia callejera, se decidi¨® seguir en esa l¨ªnea. Es momento de romper cualquier contacto con la banda terrorista y volver, serenamente, a un pacto antiterrorista sin fisuras.- V¨ªctor Gonz¨¢lez N¨²?ez. Valladolid.

Como dice el poeta, "harto ya de estar harto ya me cans¨¦". Soy uno de los muchos vascos que vivimos en Madrid. Vine a esta ciudad en el a?o 1973, y en ella particip¨¦ junto a otros muchos ciudadanos en la lucha antifranquista y en ella siempre me he sentido bien acogido y querido. Por ello deseo expresar mi dolor e indignaci¨®n porque Madrid ha sido blanco de un atentado m¨¢s, que ha supuesto m¨¢s terror, dolor y destrucci¨®n. Deseo contraponer el Madrid abierto y cosmopolita, que yo conozco, al Madrid m¨ªtico vendido como s¨ªmbolo del poder central. Tambi¨¦n soy psicoanalista y, como tal, pienso que esta violencia ileg¨ªtima que denuncio no es sino expresi¨®n de una pulsi¨®n de muerte endog¨¢mica: quienes la practican viven en su mundo m¨ªtico aparte, coreando las consignas de la tribu, no mezcl¨¢ndose con otros para evitar radicalmente la alteraci¨®n que nos produce la relaci¨®n con los diferentes.

Parad¨®jicamente, reivindican el "hecho diferencial" anulando las diferencias y, al perseguir objetivos sin reparar en los derechos inalienables de las personas (en primer lugar, el derecho a la vida), son librados a los designios violentos de dioses oscuros. Los dos ecuatorianos desaparecidos son el vivo testimonio de una bancarrota moral ante la cual no podemos mirar para otro lado.- Sabin Aduriz Ugarte.-

Es un d¨ªa triste para todos los espa?oles. Y resalto el todos ya que, lamentablemente, hay algunos que parecen alegrarse por el atentado de ETA, lo que supondr¨ªa un fracaso del Gobierno (del que no soy votante).

Con todo mi respeto y cari?o hacia las v¨ªctimas del terrorismo, la historia nos ense?a que, ante situaciones como la que vive ahora Espa?a con ETA, la ¨²nica soluci¨®n posible es el di¨¢logo y la negociaci¨®n. Dejando a un lado todas las diferencias pol¨ªticas, ideol¨®gicas y sociales (que son muchas e importantes, y no comparables), y centr¨¢ndonos en el tema armado, miremos qu¨¦ pas¨® con la guerrilla salvadore?a (FMLN), con la guatemalteca (URNG), y qu¨¦ pasa en la actualidad con la colombiana (FARC), con la resistencia iraqu¨ª... Ni el supuesto mejor ej¨¦rcito del mundo (EE UU) ni el supuesto mejor servicio de espionaje del mundo (CIA) pudieron, ni pueden, erradicar la violencia armada por la fuerza.

Seamos realistas: la victoria policial no es posible. No sigamos alentando esa soluci¨®n. Pensemos, entre todos, f¨®rmulas para poder poner fin a esta locura que, una vez m¨¢s, ensombrece nuestro diario vivir.- Javier Garc¨¦s Molina.- Madrid.