El guardi¨¢n de las rebajas
29 inspectores municipales visitan 1.700 comercios en la capital para evitar que se produzcan fraudes en los descuentos
![Jes¨²s S¨¦rvulo Gonz¨¢lez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F6d9f7569-d69a-4297-a337-68506fb9c0d1.jpg?auth=5a47100af33bcc20e60088fafd19c40c8803915470b46c49210968bfccee156e&width=100&height=100&smart=true)
Cuesta de enero y comienzo de las rebajas. Es la situaci¨®n que esperan miles de madrile?os para culminar sus compras navide?as o para adquirir las prendas de moda unos euros m¨¢s baratas.
Todav¨ªa son pocas las tiendas que han colgado el cartel de rebajas, que comenzaron el pasado 2 de enero y se prolongar¨¢n hasta el 31 de marzo, porque "no ser¨¢ hasta el pr¨®ximo lunes d¨ªa 8 cuando los grandes centros comerciales den luz verde a los descuentos", explica Alfonso Mart¨ªnez, jefe del departamento de Inspecci¨®n de Consumo del Ayuntamiento de Madrid.
Para velar porque los establecimientos cumplan la normativa y no traten de enga?ar a los consumidores con falsos descuentos o condiciones abusivas, el Ayuntamiento de Madrid ha enviado a 29 inspectores a visitar cerca de 1.750 comercios durante los pr¨®ximos d¨ªas.
Las sanciones a las tiendas que cometan irregularidades pueden llegar a los 3.000 euros
"Son visitas sorpresa", cuenta Luis Fernando Gonz¨¢lez Molina, responsable de los inspectores de consumo. Y as¨ª ocurre cuando Gonz¨¢lez se presenta en un establecimiento de moda juvenil, situado en la calle de Fuencarral, y muestra su placa de inspector. Los nervios aparecen en las tres dependientas que trabajan en la tienda. La sanci¨®n por alguna irregularidad, que est¨¢ catalogada como leve, puede elevarse hasta los 3.000 euros.
El funcionario comienza a pedir la documentaci¨®n b¨¢sica: licencia de apertura y hojas de reclamaciones. Previamente ha observado los escaparates. Las prendas que lo decoran, abrigos, vestidos y jers¨¦is, deben lucir el precio antiguo y el rebajado. Adem¨¢s, en la entrada del local debe aparecer la fecha de duraci¨®n de las rebajas y el horario de apertura, si aceptan tarjetas de cr¨¦dito, si los art¨ªculos rebajados tienen alg¨²n defecto y los periodos de devoluci¨®n... Es el procedimiento que los funcionarios siguieron durante la campa?a de Navidad del a?o pasado donde encontraron 390 establecimientos que no cumpl¨ªan la normativa entre los 1.632 que inspeccionaron.
Berta, una de las dependientas, busca nerviosa en una carpeta la documentaci¨®n que le ha exigido el inspector, pero no la encuentra. El inspector le sugiere que llame por tel¨¦fono a la encargada para que le diga donde est¨¢. "Aqu¨ª tienes", suspira Sara unos minutos m¨¢s tarde y muestra la licencia y las hojas de reclamaciones al inspector. "Hay que ser pacientes y ayudarles", apunta Gonz¨¢lez Molina mientras contin¨²a su recorrido por la tienda. Mira y observa detenidamente c¨®mo los clientes reciben un tique de compra, otra de las condiciones que deben cumplir todos los establecimientos. El inspector revisa las etiquetas de los art¨ªculos. Todas deben llevar el precio antiguo y, adem¨¢s, la composici¨®n de la prenda. Gonz¨¢lez se fija en unos abrigos que est¨¢n colocados bajo un rotulo que indica que cuestan 49,95 euros. Los abrigos marcan el precio antiguo, 20 euros m¨¢s y no hacen referencia al descuento. "Conque est¨¦ se?alizado en un cartel es suficiente", indica.
Sara, otra de las dependientas, cuenta que tuvieron que hacer horas extra para preparar las rebajas. "Ayer estuvimos etiquetando las prendas hasta las siete de la tarde", cuenta resignada. A su lado, en un rinc¨®n del mostrador, Gonz¨¢lez rellena un impreso donde aparecen los 23 requisitos que debe cumplir el establecimiento. "Todo est¨¢ en orden", subraya. Mientras se dirige a otra tienda.que luce un enorme cartel de rebajas.
En el escaparate no est¨¢n colocados los precios de los art¨ªculos. Gonz¨¢lez avisa: "Empezamos mal. Habr¨¢ que ver que pasa". Esta vez es Cristina, la encargada, la que tiene que hacer de tripas coraz¨®n para enfrentarse al inspector. "Acabamos de colocar el escaparate. No nos ha dado tiempo de poner los precios", justifica. El funcionario insta a la chica a poner los precios. "Esperar¨¦ hasta que los pongan", dice severo. Una vez comprobado que todo est¨¢ en regla contin¨²a su ruta.
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