Del Buen Retiro al alc¨¢zar toledano
El Museo del Ej¨¦rcito se va de Madrid con una muestra sobre banderas
"Qu¨¦ pena, el museo se nos va". Esta frase de Mar¨ªa Elena Mart¨ªn resume el sentir de muchos moradores del barrio de Los Jer¨®nimos, junto al madrile?o paseo del Prado. Durante tres a?os, pugnaron en la calle y ante los tribunales por retener en Madrid una instituci¨®n ¨²nica, cargada de historia militar y de cultura. Se refiere al Museo del Ej¨¦rcito, instalado desde 1841 en el ¨²ltimo vestigio del palacio barroco del Buen Retiro, que se despide de Madrid con una exposici¨®n dedicada a las banderas de Espa?a, antes de trasladarse definitivamente al alc¨¢zar de Toledo.
All¨ª, una obra cicl¨®pea dirigida por los arquitecto Dionisio Hern¨¢ndez Gil y Francisco F. Longoria, iniciada en la primavera de 2003 y a punto de culminar, ha adaptado 25.000 metros cuadrados de superficie de la antigua fortaleza goda y ¨¢rabe para alojar los 27.000 fondos del museo. Son, se?aladamente, armas de fuego, espader¨ªa, uniformes, condecoraciones, maquetas y banderas, que, hasta ahora, contaban con apenas 5.000 metros para su exhibici¨®n al p¨²blico en el palacio madrile?o. Su abigarramiento era evidente. Para combatirlo, se propuso el traslado, pero la resistencia vecinal fue muy intensa. "No queremos perder una se?a de identidad tan madrile?a", a?ade Mar¨ªa Elena. Algunas exposiciones temporales se realizar¨¢n en el Museo de la Ciudad mientras culmina el traslado a Toledo.
El alc¨¢zar de Toledo ha sido ampliamente adaptado como alojamiento para los 27.000 fondos
La mayor parte de las banderas y textiles atesorados en el museo aguardan en unos almacenes militares de la calle de Joaqu¨ªn Costa. "Hay ense?as del siglo XVII tan sensibles como las alitas de una mariposa", comenta una conservadora del museo; junto con restauradores y especialistas en vexilolog¨ªa, textiles, tintes y otras disciplinas, trabaja ininterrumpidamente para consumar en 2007 el traslado.
"Ha habido ofertas a instituciones p¨²blicas para acoger algunos de los objetos del museo", dice Diego Camacho, coronel en la reserva que estuvo destinado en ¨¦l y que muestra dudas: "Nadie dice si todos los fondos han sido debidamemnte asegurados", a?ade; y lamenta que "un patrimonio que es del pueblo pueda verse desperdigado". Ninguna fuente del propio museo o de Defensa, consultadas, aclar¨® este extremo.
A Toledo viajar¨¢n desde los sudarios ensangrentados de los artilleros Daoiz y Velarde, h¨¦roes del pueblo de Madrid contra la invasi¨®n napole¨®nica, hasta la primera pieza de artiller¨ªa de Europea, que procede de la batalla de Niebla, en el siglo XIV, as¨ª como maquetas de fortificaciones de la colecci¨®n del Conde de Montalembert; una m¨¢scara mortuoria de Napole¨®n Bonaparte; la tienda de campa?a de Carlos V en T¨²nez; la tizona del Cid Campeador, as¨ª como centenares de armaduras de la colecci¨®n del Duque de Medinaceli y la mesa sobre la que se firm¨® la paz de Vergara. Adem¨¢s, miles de objetos de alto valor simb¨®lico, adquirido en episodios hist¨®ricos como las batallas de Flandes, las contiendas carlistas o la Guerra Civil de 1936 a 1939. En el mismo palacio estuvo instalado el Sal¨®n de Reinos, expresi¨®n ¨¢ulica suprema del poder¨ªo de la Monarqu¨ªa Hisp¨¢nica, decorado con doce cuadros de batallas, incluido el de la Rendici¨®n de Breda, de Diego Vel¨¢zquez y diez zurbaranes, correspondientes a Los trabajos de H¨¦rcules, m¨¢s obras de Caxes, Maino y Castello.
El Prado acariciaba la idea de trasladar all¨ª algunas de las mejores telas del pintor sevillano, pero fuentes de la direci¨®n de la pinacoteca subrayan: "El Museo del Ej¨¦rcito a¨²n no ha sido entregado a Cultura por el Ministerio de Defensa". Pase lo que pase con el museo, de ¨¦l quedar¨¢n en Madrid recuerdo y a?oranza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.