Las empresas de EE UU piden al Gobierno que anule la doble imposici¨®n
La C¨¢mara Americana advierte del freno a la inversi¨®n en Espa?a
Las empresas norteamericanas no quieren tener que pagar dos veces por las plusval¨ªas que obtienen de sus inversiones en suelo espa?ol. La C¨¢mara de Comercio Americana en Espa?a, que agrupa a las principales multinacionales, ha pedido al Gobierno espa?ol que proceda a una revisi¨®n "urgente" del convenio con Estados Unidos para evitar la doble imposici¨®n fiscal, ya que cree que este trato tributario supone un "freno" a la inversi¨®n.
Las empresas de EE UU reciben un "trato fiscal perjudicial", asegura el presidente de la C¨¢mara Americana, Jaime Malet, quien advierte de que supone un "freno" a la actividad y recuerda que m¨¢s de la mitad de la inversi¨®n extranjera en Espa?a de la ¨²ltima d¨¦cada tuvo su origen en EE UU. Las compa?¨ªas espa?olas tienen obviamente el mismo problema en el pa¨ªs norteamericano.
Los Gobiernos de Espa?a y EE UU firmaron en 1990 el convenio que regula la imposici¨®n y previene la evasi¨®n fiscal respecto de los impuestos sobre la renta. Su validez es indefinida hasta que ambas Administraciones acuerden otras condiciones, un proceso que acostumbra a ser largo y que al final deben aprobar las Cortes de ambos pa¨ªses.
La C¨¢mara Americana, que cuenta con 500 empresas asociadas, ha entregado un documento a la Secretar¨ªa de Estado de Hacienda del Ministerio de Econom¨ªa en el que analiza los art¨ªculos del actual convenio que resultan "nocivos" para las inversiones de las multinacionales estadounidenses.
El lobby norteamericano considera "imprescindible" que se elimine el apartado 4 del art¨ªculo 13 del convenio, que permite que las ganancias obtenidas en uno de los dos pa¨ªses en la venta de acciones de una sociedad residente en el otro estado tribute tambi¨¦n en el pa¨ªs de la sociedad matriz si el perceptor de la plusval¨ªa detent¨® una participaci¨®n de al menos el 25% del capital de dicha sociedad durante el a?o precedente.
En la pr¨¢ctica, supone que una transmisi¨®n de acciones de filiales espa?olas a empresas estadounidenses pueda tributar en ambos pa¨ªses, asegura Malet, porque "aunque la Administraci¨®n norteamericana pueda corregir luego su parte, como la fiscalidad espa?ola supera la de all¨ª, se tributa de m¨¢s", explica Malet.
Convenio de la OCDE
La C¨¢mara pide que se tome como referencia el convenio modelo de los pa¨ªses la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE), que se utiliza en la mayor¨ªa de los firmados por ambos pa¨ªses. ?ste, plasmado en la mayor¨ªa de los tratados de est¨¢ ¨ªndole rubricados tanto por Espa?a como por Estados Unidos, permite la tributaci¨®n s¨®lo en el pa¨ªs de residencia del perceptor de la plusval¨ªa.
EE UU es un inversor de primer orden en Espa?a. En el periodo 2001-2004, Ford, por ejemplo, invirti¨® casi 1.000 millones de euros en un nuevo motor y en los nuevos modelos Fiesta, Mazda2 y Focus. Los tres gigantes de Detroit, General Motors, Ford y DaimlerChrysler son las firmas que m¨¢s facturan en Espa?a, 17.000 millones de euros entre las tres. La que da m¨¢s trabajo es McDonald's, que emplea a casi 18.000 personas. Pfizer viene destinando 60 millones anuales en los ¨²ltimos a?os en Espa?a, donde ha puesto en marcha cinco centros de I+D+i.
Tras los tres grandes del motor, est¨¢n Coca-Cola y las inform¨¢ticas Hewlett Packard e IBM. En este sentido, la C¨¢mara tambi¨¦n quiere que el convenio reduzca la tributaci¨®n en origen de los c¨¢nones y, sobre todo, defina de una manera "menos generosa" el concepto de royalties, que hoy incluye el alquiler sobre equipos inform¨¢ticos e industriales y las licencias de software, explica Malet.
Otro de los cambios que las empresas estadounidenses reclaman para tener igual trato fiscal que las de la Uni¨®n Europea (UE) se refiere a los rendimientos. Seg¨²n el convenio, los dividendos generados por una empresa espa?ola y distribuidos a una de EE UU se gravan con un tipo del 15% (que baja hasta el 10% en caso de participaci¨®n sustancial), mientras que los beneficios distribuidos por empresas filiales residentes en Espa?a a sus holding residentes en estados miembros de la UE est¨¢n libres de tributaci¨®n si se cumplen determinados requisitos.
Asimismo, deber¨ªa eliminarse, seg¨²n el documento de la C¨¢mara Americana, la retenci¨®n sobre los intereses pagados de Espa?a a EE UU y viceversa, que hoy es del 10%.
"Una de las primeras cosas que analiza una empresa antes de llevar a cabo una inversi¨®n es el marco fiscal", recuerda el presidente del lobby empresarial norteamericano en Espa?a. La C¨¢mara asegura que esta normativa est¨¢ impidiendo la reestructuraci¨®n operativa en Europa de muchas compa?¨ªas norteamericanas presentes en Espa?a y advierte que supone un "importante freno" a la inversi¨®n directa de EE UU en Espa?a.
El segundo inversor
EE UU es el segundo inversor del mercado espa?ol, tras Francia, que en 2006 se adelant¨® con la compra de Amena por parte de France T¨¦l¨¦com. Seg¨²n la C¨¢mara, m¨¢s de la mitad de la inversi¨®n directa extranjera en Espa?a en la ¨²ltima d¨¦cada se origin¨® en EE UU.
No obstante, si se excluyen las entidades de tenencia de valores en el extranjero (ETVE), la inversi¨®n de EE UU entre 1995 y 2005 alcanz¨® los 3.820 millones, frente a un total de 64.000 millones, seg¨²n la Secretar¨ªa de Estado de Comercio. As¨ª, la inversi¨®n norteamericana es inferior a la de Francia (5.545 millones) y Alemania (4.928 millones).
Seg¨²n los datos de la C¨¢mara Americana, la facturaci¨®n agregada de las 600 compa?¨ªas afincadas en el pa¨ªs -300 de ellas multinacionales- es de 60.000 millones de euros, lo que equivale al 7,1% del producto interior bruto espa?ol y dan trabajo a 330.000 personas, el 3,1% del empleo privado. Estas empresas suponen tambi¨¦n del 10% de la inversi¨®n en investigaci¨®n y desarrollo privado, encabezada por la automoci¨®n y las farmac¨¦uticas.
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