Internet, ?y para qu¨¦?
Para ver porno, naturalmente. Y para bajarse m¨²sica y pel¨ªculas gratis. La mayor parte del consumo en internet es inmoral o ilegal, y en cualquiera de los casos engorda, como actividad sedentaria que es. Aun as¨ª, nuestro Gobierno se muestra empe?ado en que no perdamos el carro de las nuevas tecnolog¨ªas. Algo de bueno tendr¨¢ la red cuando se gasta tanto dinero en promocionar la famosa Sociedad de la Informaci¨®n. No, si al final le vamos a tener que poner la ADSL al ni?o, por si no hubiera ya bastantes electrodom¨¦sticos en casa y vicios por ah¨ª fuera...
Ay, la brecha digital, esa losa inevitable que nos mantiene en el m¨¢s oscuro de los atrasos. Sabemos que vivimos en una de las comunidades espa?olas con un acceso menor a la red, s¨®lo por delante de Extremadura. En junio de 2006 un 29,6% de los hogares gallegos estaban conectados. Ni la mitad de los que podr¨ªan estarlo: seg¨²n el informe del Plan Estrat¨¦xico Galego para a Sociedade da Informaci¨®n, el 74% de los hogares gallegos pueden conectar ADSL, cifra que se reduce a un 60% en el rural. Cierto que es un diner¨ªn, excusa poco v¨¢lida cuando en cada casa conviven varios m¨®viles con sus correspondientes facturas atendiendo una reciente demanda para la cual no hizo falta subvenci¨®n.
Hasta ahora internet, y el progreso en general, pasaba de Galicia. Cabe hoy preguntarse si no es Galicia la que pasa de internet. Conocemos muchos gallegos que de hecho pasan, algunos hasta presumen de tenerle alergia como el presidente de la Real Academia Galega, entidad que, sin embargo, es una de las que est¨¢n al frente de la asociaci¨®n Puntogal para pedir un dominio propio para la cultura gallega en la red. Aunque supongamos que en la red est¨¢ la cultura universal, entiendo que no todo el mundo tenga especial inter¨¦s en acceder a ella y prefiera pensar que se trata de un juguete (y peligroso) para los cr¨ªos. Pero a todos, en mayor o menor medida, nos interesa comunicarnos con los dem¨¢s, ganar tiempo y sobre todo ganar dinero. Internet, queridos padres, tambi¨¦n sirve para todo eso.
No se trata de un mundo de cyborgs tratando de acabar con los humanos, despu¨¦s de beneficiarse a sus hijos. Internet es un se?or que est¨¢ en su casa y sin controlar mucho logra venderle a otro en eBay un armario r¨²stico para sacarse unos euros. Un ama de casa que se comunica por Skype con su hijo que est¨¢ en Canarias, que a su vez le arregla un billete de avion electr¨®nico para visitarlo, pues le sale mucho m¨¢s barato. Una joven pareja buscando una vivienda y comparando pisos, precios e hipotecas. Una lesbiana de Nar¨®n que conoce a una de Oleiros. Una abuela de 95 a?os que se ha hecho famosa gracias al blog que le ha abierto su nieto y ya puede presumir en la peluquer¨ªa hasta el d¨ªa que se muera. La red mejora cada d¨ªa las vidas de la gente, pero de poco sirve si la gente no lo sabe.
Tan importante como buscar la vanguardia es ir cubriendo la retaguardia. El bienestar de la zona oscura no depende s¨®lo de la red, pero los que permanecen en lo anal¨®gico tienen derecho a no sentirse desconectados y sin saber para qu¨¦ sirven en el nuevo mundo. La brecha digital deriva as¨ª en brecha psicol¨®gica que convierte en cazurros a todos los que pod¨ªan potencialmente serlo, que aqu¨ª, con perd¨®n, son muchos.
Vean por ejemplo las escuelas. En un esfuerzo loable por dotarlas de infraestructuras, muchas se est¨¢n llenando de ordenadores, que pronto se convertir¨¢n en chatarra si no se invierte en seres humanos que ense?en a extraer a la red su potencial, a adaptar la oferta a nuestras necesidades y a las de los que nos rodean. A menos, claro, que vengan las empresas a crear sus propias necesidades en los ni?os-clientes, y para mal o para bien ya lo est¨¢n haciendo. Garantizar el acceso y popularizar las herramientas es obligaci¨®n de la Administraci¨®n. Usarlas o no y para qu¨¦ ya es cosa de cada uno. Pongan conexi¨®n en su casa o, si no pueden, recl¨¢menla con todas sus fuerzas. Pregunten para qu¨¦ sirve cada tecla de su PC y exijan que se les ense?e a sacarle partido, sean ustedes amas de casa o presidentes de la RAG. Nunca es tarde y, qu¨¦ diablos, un poco de m¨²sica y de porno a nadie le hace ning¨²n mal.
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