La monta?a de la diosa Mari
Subida a la cima del pico Anboto, en el parque natural de Urkiola
Antes de que se oyese por estos lares la palabra de Kixmi (tal era el nombre que los gentiles daban a Cristo), la reina absoluta del cielo y de la tierra vasca era Mari, diosa de la tormenta y del pedrisco, juez implacable de la mentira y del robo entre pastores, due?a de todos los manantiales salut¨ªferos y de (por lo menos) cuatro casas. Que nosotros sepamos, lleg¨® a tener domicilio en los montes de Itxina, Alo?a, Oiz y Anboto. Este ¨²ltimo, el punto m¨¢s alto del actual parque natural de Urkiola, deb¨ªa de ser su residencia predilecta, pues se dec¨ªa que estaba all¨ª cada vez que llov¨ªa, cosa que ocurre, seg¨²n las estad¨ªsticas, 45 d¨ªas de cada 100. De ah¨ª que Mari acabara siendo m¨¢s conocida como la Dama de Anboto. M¨¢s formal que Mari, m¨¢s a diosa, s¨ª que suena.
Seg¨²n la leyenda, la diosa vasca de la tormenta ten¨ªa una casa en lo alto de este soberbio monte vizca¨ªno. Mitolog¨ªa y hermosas vistas en una ruta de 11 kil¨®metros, entre ida y vuelta.
El lugar preciso donde moraba esta se?ora es una cueva (Mariyenkobia) que se abre en la cara oriental del Anboto, una pared espeluznante que cae a plomo desde los 1.330 metros de la cima hasta los 237 del pueblecito de Arr¨¢zola. No es un sitio para subir cada dos por tres de romer¨ªa, y menos con un carnero a cuestas (sacrificio, al parecer, grato a la Dama). Por eso los pastores levantaron un santuario en el cercano y mucho m¨¢s accesible puerto de Urkiola, a medio camino entre Durango y Otxandiano, donde los fieles a¨²n rezan a san Ant¨®n sin saber que debajo del sayo del patr¨®n de los animales se esconde Mari, y donde los devotos de la naturaleza inician la subida al Anboto sabiendo que su diosa puede llamarse de mil maneras: Mari, Gea, Fauna, Flora...
La ascensi¨®n al Anboto no es larga -11 kil¨®metros, incluida la vuelta- ni dif¨ªcil -est¨¢ bien se?alizada con letreros de madera y, en el tramo final, con marcas de pintura blanca y roja-, pero tampoco regalada: hay que caminar cuatro horas y media (dos y media de subida y el resto de bajada) y salvar 750 metros de desnivel. Esta excursi¨®n tampoco es mon¨®tona, pues el paisaje var¨ªa desde el verde de los pastizales, hayedos y bosques de repoblaci¨®n -sobre todo, cipreses de Lawson- que rodean el puerto de Urkiola hasta el blanco cadav¨¦rico del pelado roquedal cimero donde anidan el alimoche y el buitre leonado, caza el fiero halc¨®n y grazna agorero el cuervo.
Nos ponemos a andar, pues, en el puerto de Urkiola (altitud, 720 metros), y lo hacemos por la carreterilla que sube entre el santuario y los aparcamientos para, al final del asfalto, obedecer la se?al que apunta a la izquierda: al Anboto por Urkiolamendi. Tres cuartos de hora nos lleva ascender, sin darnos mucha prisa, por el lomazo herboso que culmina en la oronda cima del monte Urkiolamendi, Urkiolagirre o Canteretagana (1.009 metros), los tres nombres con que aparece en los mapas. Lo que no tiene par es el panorama que ofrece, pues, justo enfrente, la afilada cresta caliza del Anboto aflora brutal, blanqu¨ªsima, sobre las verdes campas donde pacen caballejos cerriles, ¨¦mulos de aquellos hipocampos que triscaban en el arrecife de coral que origin¨® este roquedo en el periodo urgoniano, hace m¨¢s de 100 millones de a?os.
Canteras abandonadas
Poco despu¨¦s, en el collado de Asuntza (880 metros), conectamos con una pista forestal -procedente tambi¨¦n del puerto- que nos lleva al pie del Anboto, dejando atr¨¢s la fuente ferruginosa del Pol-Pol y varias canteras abandonadas. En la ¨²ltima de ¨¦stas, como a una hora y media del inicio, muere la pista y comienza el ataque final al pico, primero por una escarpada pedrera en la que arraigan fantasmag¨®ricas hayas y luego por una cresta tan angosta que hay quien la pasa a pie, quien a gatas, quien arrastrando el trasero y quien no la pasa.
Ya en la cumbre (1.330 metros; dos horas y media) se nos ofrecen a la vista todos los montes vascos. A naciente reconocemos las sierras de Aizkorri, Aralar y Urbasa, y a poniente, el Gorbea, el m¨¢s alto de Vizcaya (1.482 metros). Lo que m¨¢s impresiona, con diferencia, es la vista cenital sobre los caser¨ªos de Arr¨¢zola, m¨¢s de mil metros m¨¢s abajo.
A Mariyenkobia, la casa de la diosa, no es recomendable bajar; mejor consejo es deshacer lo andado hasta el collado de Asuntza y, para variar, seguir por el camino forestal hasta el puerto de Urkiola, donde san Ant¨®n, ¨¢lter ego cristiano de la Dama de Anboto, tiene la suya.
Para redondear la jornada, nos arrimamos en coche, pasando por Durango, al valle de Atxondo. All¨ª, encaramado en una loma superpanor¨¢mica del municipio de Axpe, al pie mismo de los paredones orientales del Anboto, encontramos Mendi-Goikoa, un caser¨ªo del siglo XVIII transformado en un hotelito, pulcro y elegante, donde el silencio hace nido entre muros de rubia piedra sillar y suelos de acariciadora moqueta. Los que saben piden las habitaciones con vistas al pueblo y a los prados. En el anejo restaurante -un caser¨ªo del siglo XIX, de paredes renegridas y deliberada rusticidad-, adem¨¢s de comer muy bien, se puede visitar un museo etnogr¨¢fico para saber c¨®mo viv¨ªan anta?o en los caser¨ªos vizca¨ªnos.
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir- Al puerto de Urkiola, coraz¨®n del parque natural, se accede desde Bilbao por la AP-8, desvi¨¢ndose en Durango hacia Vitoria por la BI-623.Dormir- Mendi Goikoa (946 82 08 33). Axpe, en el buc¨®lico valle de Atxondo. Elegante caser¨ªo, enormes vistas. La doble con desayuno, 100 euros. Comer en el restaurante, unos 45.- Zelaieta (946 21 41 23). Abadi?o. Hotel rural instalado en un palacete de 1813 al norte del parque, junto a un buen restaurante. Unos 50 euros.Comer- Asador Goiuria (946 81 08 86). Lurreta. Carnes y pescados a la brasa en un caser¨ªo restaurado que mira de frente al Anboto. Unos 35 euros.- Tres restaurantes recomendables en el mismo puerto de Urkiola: Landajuela (946 81 56 78; men¨² entre semana, 12), Bizkarra (946 81 20 26; men¨² entre semana, 10) y Buenos Aires (946 81 20 09).Informaci¨®n- Centro de interpretaci¨®n Toki Alai (946 81 41 55).- www.bizkaia.net.
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