Las universidades compiten con sus inventos
Los campus andaluces registraron 109 solicitudes de patentes en el ¨²ltimo a?o
Los grupos de investigaci¨®n de los centros andaluces solicitaron en 2006 un total de 109 patentes, entre peticiones nacionales e internacionales. Seg¨²n los datos aportados por las Oficinas de Transmisi¨®n de Resultados de Investigaci¨®n (OTRI) de las universidades, Sevilla, con 40 patentes solicitadas (adem¨¢s de dos marcas y dos programas de ordenador) contin¨²a a la cabeza. Le siguen Granada, M¨¢laga y C¨¢diz, con 18 patentes solicitadas, y Almer¨ªa, con siete. Las universidades de C¨®rdoba y Ja¨¦n solicitaron 3 patentes cada una, mientras que la de Huelva y la Pablo de Olavide, una.
Estas cifras muestran un incremento leve, pero constante, respecto a las patentes solicitadas en los ¨²ltimos a?os. Son nueve m¨¢s que hace dos a?os, cuando las patentes ya hab¨ªan constatado un aumento del 16% respecto a 2003. Hay, con todo, datos que reflejan un cambio de tendencia claro de las universidades andaluzas.
La Universidad de M¨¢laga, por ejemplo, ha solicitado en 2006 dos marcas, el mismo n¨²mero de las que hab¨ªa conseguido en toda su historia. En esta universidad, las 18 solicitudes de patentes del ¨²ltimo a?o representan el 15% del total de las peticiones de la Universidad hasta la fecha. De hecho, el 60% de sus 115 solicitudes de patentes se realizaron en los ¨²ltimos cinco a?os.
Tambi¨¦n en C¨¢diz se ha experimentado una importante evoluci¨®n. La Universidad ha conseguido registrar 12 patentes en 2006, con las que son ya 75 las que cuenta en propiedad. Un n¨²mero al que ha contribuido el importante esfuerzo innovador de los ¨²ltimos cinco a?os: de una media de 2,7 patentes registradas entre 1993 y 2001, la Universidad de C¨¢diz ha pasado a una media de diez patentes conseguidas por a?o.
En el a?o 1999, las universidades andaluzas, hab¨ªan conseguido a lo largo de toda su historia el registro de 93 patentes, menos de las que actualmente se solicitan cada a?o. Entonces, algunas de las universidades m¨¢s j¨®venes, como Huelva o Ja¨¦n, no hab¨ªan solicitado ninguna. Pero la situaci¨®n ha cambiado. La universidad onubense, por ejemplo, logr¨® en 2006 la concesi¨®n de la patente de un humidor clasificador. Se trata de un recipiente de almacenamiento de puros en el que ¨¦stos mantienen su humedad y temperatura apropiados gracias al control de unos sensores de presi¨®n que incluso logran clasificar los cigarros seg¨²n su calidad. Otras patentes contribuyen a la integraci¨®n de discapacitados: un grupo de Did¨¢ctica de la Educaci¨®n F¨ªsica de la Universidad de C¨¢diz ha creado un cordel-gu¨ªa que permite la pr¨¢ctica aut¨®noma de la nataci¨®n a personas dependientes.
En general, en los ¨²ltimos cinco a?os la actividad inventiva se ha incrementado un 11,71%. A¨²n as¨ª, las universidades andaluzas se encuentran a¨²n lejos de los ¨ªndices deseables. El ¨²ltimo informe de la Consejer¨ªa de Innovaci¨®n sobre registros de la propiedad industrial advierte de que Andaluc¨ªa representa un porcentaje inferior a su peso tanto en poblaci¨®n como en producci¨®n en la generaci¨®n de patentes en Espa?a. As¨ª, las patentes andaluzas s¨®lo constituyen el 9,53% de las solicitudes de patentes, lo que significa, seg¨²n este informe, que "la ratio de actividad inventiva andaluza es un 53% inferior a la media espa?ola".
El nuevo modelo de financiaci¨®n de las universidades pretende reforzar la tendencia innovadora de los ¨²ltimos cinco a?os. Del 30% de la financiaci¨®n vinculada a la investigaci¨®n, un 1% depender¨¢ de las patentes en explotaci¨®n o adquiridas por terceros.
Adem¨¢s, el modelo que aprobaron hace poco m¨¢s de un mes la Junta y los rectores plantea que antes de cinco a?os las universidades obtengan un 30% del total de sus recursos de otras fuentes de financiaci¨®n, p¨²blicas o privadas. Una de las f¨®rmulas para conseguir estos ingresos est¨¢ en los contratos directos con empresas para el desarrollo de proyectos de investigaci¨®n cient¨ªfica, que pueden llevar una cl¨¢usula de confidencialidad o de cesi¨®n de derechos de explotaci¨®n de los resultados.
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