La dama de Berl¨ªn
No s¨®lo en Espa?a preocupa la calidad de los dirigentes pol¨ªticos. Est¨¢ visto que cuanto m¨¢s extendida est¨¢ la educaci¨®n y la democracia, mayores son los interrogantes sobre la preparaci¨®n y la aptitud de quienes nos dirigen. El mundo aparece a veces como un autob¨²s lanzado por la pendiente y sin conductor. El Foro Econ¨®mico de Davos, que re¨²ne cada a?o a finales de enero a los l¨ªderes econ¨®micos y pol¨ªticos mundiales en la localidad alpina de Suiza, ha encargado una gran encuesta, por cuarta vez consecutiva, sobre la credibilidad de quienes conducen los destinos de Gobiernos y empresas. M¨¢s de 55.000 personas de 60 pa¨ªses, que representan a 1.500 millones de ciudadanos, han sido interrogadas por Gallup Internacional, con un resultado que proporciona una mala nota a los l¨ªderes mundiales que asistir¨¢n a la magna reuni¨®n. Crece la falta de confianza en los dirigentes pol¨ªticos y empresariales por parte de unos ciudadanos esc¨¦pticos respecto a su capacidad para mejorar sus vidas y producir cambios positivos en el mundo. Los encuestados son especialmente duros con los dirigentes pol¨ªticos, pero tambi¨¦n incluyen a los empresariales, sobre todo en lo que concierne a su asociaci¨®n no siempre honesta con los pol¨ªticos. Los ciudadanos de Europa son los m¨¢s pesimistas respecto a los efectos de la acci¨®n de sus Gobiernos: el 68% cree que la pr¨®xima generaci¨®n vivir¨¢ en un mundo menos seguro, algo que comparten con el 59% de los norteamericanos.
Sensaciones al margen, est¨¢n luego los hechos. Estados Unidos con este presidente, y la Uni¨®n Europea, con la Constituci¨®n embarrancada, son ejemplo elocuente del autob¨²s con un torpe y ebrio aficionado al volante. Nada se resolver¨¢, seg¨²n parece, hasta las elecciones estadounidenses de 2008 y hasta las presidenciales francesas de este pr¨®ximo mes de mayo. Los europeos sabremos pronto a qu¨¦ atenernos -Royal o Sarkozy-, y no habr¨¢ que esperar en nuestro caso casi dos a?os, en los que la tosca presidencia de Bush puede producir todav¨ªa m¨¢s y mayores desperfectos: por ejemplo, atacar a Ir¨¢n, tal como le aconsejan los neocons m¨¢s radicales, como un ¨²ltimo gesto testamentario que deje un mundo a¨²n m¨¢s dif¨ªcil de gestionar a su sucesor.
La ¨²nica y discreta novedad en liderazgos es europea, y se ha producido antes de que salga del escenario el ¨²nico gran l¨ªder de la ¨¦poca, Tony Blair, agostado por su papel servil respecto a la guerra de Bush. Con la constancia y la velocidad sin puntas de un motor di¨¦sel, la canciller alemana, Angela Merkel, est¨¢ justo ahora alcanzando el momento decisivo de su trayectoria, cuando Alemania se hace cargo de la presidencia semestral de la UE y de la presidencia de la reuni¨®n anual del G 8, el grupo de pa¨ªses m¨¢s industrializados. Berl¨ªn es la capital de Europa, por primera vez desde que recuper¨® la capitalidad de la Alemania reunificada. Una dirigente formada tras el tel¨®n de acero preside ahora mismo la m¨¢xima instancia pol¨ªtica de los ejecutivos europeos. Gris, sencilla, sin darse importancia pero bien preparada y entrenada, preside un Gobierno de gran coalici¨®n y un pa¨ªs que vuelve a crecer con br¨ªo y aspira a situarse de nuevo en cabeza del tren europeo, donde ya lo est¨¢ en muchos aspectos, pero ahora tambi¨¦n en el terreno pol¨ªtico.
Muchos son los retos de su presidencia, pero se juzgar¨¢ a la se?ora Merkel y a su capacidad de liderazgo sobre todo por dos cuestiones. En primer lugar, por su pericia a la hora de reequilibrar la delicada balanza de las relaciones con Washington, capital de la naci¨®n imprescindible, y con Mosc¨², capital de la naci¨®n inevitable. (En la primera est¨¢ el poder militar, econ¨®mico, pol¨ªtico, tecnol¨®gico y cultural y los valores compartidos, a pesar de las aver¨ªas del liderazgo actual. En la segunda est¨¢n o pasan el gas y el petr¨®leo). En segundo lugar, por su habilidad para poner sobre sus ra¨ªles a la Constituci¨®n europea: tal como prometi¨® ayer ante el Parlamento Europeo, debe dejar todo encarrilado para que en 2009 entre en vigor la Constituci¨®n, y habl¨® de aprobar para ello una Hoja de Ruta (denominaci¨®n que no se puede identificar precisamente con el ¨¦xito, debido a su p¨¦simo funcionamiento en Oriente Pr¨®ximo). Si en tal fecha no se ha salido del bloqueo institucional que significa la falta de Constituci¨®n, estaremos ante un "fracaso hist¨®rico", dijo la canciller. Pero ¨¦sta es una expresi¨®n que se queda muy corta a la hora de describir lo que ocurrir¨¢ en 2009 si la UE sigue atada al veto de cualquiera de sus miembros para tomar decisiones y para admitir a nuevos socios. Ser¨¢ un punto final dram¨¢tico. Tambi¨¦n para Merkel.
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