Demasiada grasa
Como venimos comentando en las ¨²ltimas semanas, los indicadores de producci¨®n, demanda y empleo muestran un notable dinamismo de la econom¨ªa espa?ola, que, dado el contexto internacional, el escenario monetario y fiscal (la reforma de los impuestos de la renta personal y de las sociedades va a dejar en los bolsillos de los hogares y de las empresas rentas disponibles equivalentes al 0,4% del PIB) y nuestra integraci¨®n en el gran invento del euro se mantendr¨¢ durante 2007. A ello se suma la brusca reducci¨®n de la inflaci¨®n, como consecuencia de la bajada del precio del petr¨®leo, que, seg¨²n avanzan los modelos de predicci¨®n, continuar¨¢ en los pr¨®ximos meses, si dicho precio se mantiene en los niveles actuales.
Todo ello parece pintar un panorama de nuestra econom¨ªa muy positivo, en el que las cosas siguen yendo bien y la expansi¨®n se prolonga m¨¢s all¨¢ de lo que pens¨¢bamos los analistas de la coyuntura. Sin embargo, cuando se hace una radiograf¨ªa completa, juntando a los indicadores mencionados otros que nos muestran la evoluci¨®n econ¨®mico-financiera de los hogares y empresas, vuelven a asaltarnos las dudas sobre la salud de nuestra econom¨ªa y la sostenibilidad a largo plazo de esta fase expansiva.
Esta semana hemos conocido la Contabilidad Trimestral No Financiera de los Sectores Institucionales (CTNFSI) que viene elaborando el INE desde hace un a?o. Tomando sumas m¨®viles de cuatro trimestres para soslayar la elevada estacionalidad de estas cifras, vemos que el consumo de los hogares, a precios corrientes, que ven¨ªa desaceler¨¢ndose suavemente desde 2005, vuelve a orientarse al alza creciendo a una tasa media en los cuatro ¨²ltimos trimestres del 7,5% (gr¨¢fico izquierdo). En cambio, el crecimiento de su renta disponible se orienta a la baja y se sit¨²a por debajo del 6%. La causa de ello es la evoluci¨®n de las rentas no salariales netas (gr¨¢fico central), que muestran una intensa desaceleraci¨®n al verse mermadas por los crecientes pagos por intereses.
Como consecuencia, el ahorro se viene abajo y disminuye a un ritmo anual del 8%. La tasa de ahorro (porcentaje del ahorro sobre la renta disponible) se reduce a marchas forzadas, pasando del 10,6% en el cuarto trimestre de 2005 al 9,3% en el tercero de 2006. Mientras disminuye el ahorro, la inversi¨®n de los hogares en capital fijo (fundamentalmente vivienda) sigue disparada, a tasas del 13%, lo que origina una necesidad de financiaci¨®n (d¨¦ficit) cada vez mayor, que en los ¨²ltimos cuatro trimestres ascend¨ªa a una cifra equivalente al 3,2% del PIB. Por eso el endeudamiento avanza tan r¨¢pidamente. Esto no ha ocurrido nunca en la econom¨ªa espa?ola, pues los hogares siempre ten¨ªan capacidad de financiaci¨®n (super¨¢vit), de la que se nutr¨ªan las empresas y el sector p¨²blico. Aunque a este ¨²ltimo le sobra ahora el dinero (menos mal, porque si no el cuadro ser¨ªa grave), el resultado es que el conjunto de la econom¨ªa presenta un d¨¦ficit rampante frente al exterior, del orden del 8% del PIB (gr¨¢fico derecho).
La integraci¨®n en el euro es la que ha permitido que el d¨¦ficit y el endeudamiento hayan llegado a cotas impensables hace unos pocos a?os. Tambi¨¦n es la causa de que esta situaci¨®n pueda prolongarse en el corto plazo, posibilitando ese "dinamismo" de la econom¨ªa espa?ola. Pero, a la larga, esta excesiva grasa que est¨¢n acumulando los hogares pasar¨¢ factura.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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