El cambio clim¨¢tico 'calienta' a las empresas

El cambio clim¨¢tico no es una posibilidad que pueda ser marginada por el mundo empresarial. Ya no. "El calentamiento global del planeta es un reto que s¨®lo puede ser superado si todas las empresas empiezan a invertir lo necesario para integrar plenamente el concepto de sostenibilidad en su gesti¨®n, sobre todo aquellas cuya actividad genera mayor n¨²mero de emisiones t¨®xicas", seg¨²n diferentes organismos nacionales e internacionales. Tambi¨¦n puede contemplarse como una oportunidad para abrir nuevas l¨ªneas de negocio, como es el caso de las energ¨ªas renovables o el tratamiento de residuos. La toma de conciencia de algunos empresarios se refleja en el hecho de que la consultor¨ªa en medioambiente ya factura cerca de 450 millones de euros. Eso s¨ª, la mayor¨ªa parece no haberse enterado de lo que ocurre y sigue igual.

Los llamados mercados 'limpios', como las energ¨ªas renovables o los biocombustibles, crecer¨¢n hasta los 130.000 millones de euros en 2015

La humanidad se enfrenta a uno de los mayores desaf¨ªos desde los or¨ªgenes de su creaci¨®n: salvar a la naturaleza de su autoextinci¨®n, de la que el hombre es, en gran parte, tambi¨¦n responsable. Si bien es cierto que se trata de un reto que deben asumir todos y cada uno de los ciudadanos, el papel de las empresas es clave en el ¨¦xito de esta contienda. "O se empieza a poner remedio ahora o las generaciones que vendr¨¢n se encontrar¨¢n con un planeta herido de muerte", afirma el ambient¨®logo Arnau Caral, asesor en cuestiones medioambientales de importantes compa?¨ªas espa?olas.

En su opini¨®n, "no se trata de plantearlo en t¨¦rminos morales, sino como una seria amenaza para nuestra propia supervivencia econ¨®mica". Seg¨²n las conclusiones del informe Stern, encargado por el Gobierno brit¨¢nico el pasado oto?o, para comenzar a paliar los efectos del cambio clim¨¢tico se necesitar¨ªa invertir el 1% del producto interior bruto (PIB) mundial. En caso de no hacerlo, la factura global que habr¨ªa que abonarse entre todos los pa¨ªses se multiplicar¨ªa por 20.

De hecho, "la humanidad ya est¨¢ pagando, y muy caro, su falta de sensibilidad por los efectos que genera su fren¨¦tica y antinatural existencia sobre el medio", lamenta Caral. Como consecuencia de numerosas cat¨¢strofes naturales, como el hurac¨¢n Katrina, el a?o 2005 bati¨® todos los r¨¦cords de tragedia y destrucci¨®n: m¨¢s de 112.000 personas murieron ese a?o y los da?os provocados generaron p¨¦rdidas de unos 187.000 millones de euros, de los que 80.000 tuvieron que ser reembolsados por el sector asegurador, seg¨²n datos de la reaseguradora Swiss Re.

La Organizaci¨®n Mundial de la Meteorolog¨ªa achaca este drama a un ciclo c¨¢lido, que se prolongar¨¢ durante los pr¨®ximos 20 a?os. Pero tambi¨¦n se?alan a la presencia humana como una de sus principales causas. Sea como fuere, lo que s¨ª se sabe con certeza es que la ¨²ltima d¨¦cada ha sido la m¨¢s caliente desde 1860.

En orden a poner freno a esta escalada de temperaturas, Naciones Unidas impuls¨® en 1992 el Protocolo de Kioto, cuyo objetivo es reducir las emisiones de gases contaminantes -como el di¨®xido de carbono (CO2), el metano (CH4) o el ¨®xido nitroso (N20)- un 5% durante los a?os 2008-2012. Se estableci¨® que el compromiso ser¨ªa de obligatorio cumplimiento cuando lo ratificasen los pa¨ªses industrializados responsables de, al menos, un 55% de las emisiones de CO2. El acuerdo entr¨® en vigor en 2005, despu¨¦s de la ratificaci¨®n por parte de Rusia en noviembre de 2004. Estados Unidos todav¨ªa no lo ha ratificado; a su Gobierno le parece "injusto" no incluir desde el inicio a pa¨ªses emergentes como China e India.

Fruto de esta norma, Espa?a cuenta con una ley que desde 2005 regula el r¨¦gimen del comercio de derechos de los gases que generan el cambio clim¨¢tico. Y parece que funciona. S¨®lo un a?o m¨¢s tarde, las emisiones de CO2 del sector el¨¦ctrico se redujeron el 7,8%, y eso que la producci¨®n creci¨® el 3,5% durante ese mismo periodo de tiempo.

Para que esta peque?a victoria sea el primer paso para ganar la guerra contra el cambio clim¨¢tico, el informe Stern ha elaborado una serie de recomendaciones generales para todas las empresas. Entre ¨¦stas, destaca "la reducci¨®n de la demanda de bienes y servicios intensivos en emisiones; la mayor eficiencia que a su vez puede reportar ahorro econ¨®mico para las compa?¨ªas; y la utilizaci¨®n de tecnolog¨ªas m¨¢s bajas en emisiones de carbono para fines de alumbrado, calefacci¨®n y transporte".

Negocios m¨¢s 'limpios'

En opini¨®n de Lloren? Serrano, responsable de Medio Ambiente de CC OO en Catalu?a, "existen sectores respetuosos con la naturaleza que a medio plazo van a generar enormes beneficios, como la aeron¨¢utica, la energ¨ªa solar y e¨®lica, el biocombustible o el tratamiento de residuos". Seg¨²n un reciente informe, estos mercados crecer¨¢n a nivel mundial hasta los 130.000 millones de euros en 2015.

"Los empresarios que antes corrijan el rumbo de sus negocios o decidan invertir en sectores m¨¢s limpios son los que van a lograr los mayores beneficios", a?ade Alejandro Cortijo, director de la consultora medioambiental IIMA y de la oficina de Ecosecurities en Espa?a. A su juicio, de las 1.000 instalaciones energ¨¦ticas que deber¨ªan estar reduciendo emisiones solamente el 10% ha asumido dicho compromiso. "El resto todav¨ªa no ha comprendido que cuanto m¨¢s pospongan lo que tendr¨ªan que estar haciendo, m¨¢s dif¨ªcil lo van a tener para sobrevivir como empresa: el tiempo pone a cada uno en su lugar", concluye.