M¨²sica tecno y drogas para j¨®venes ¨¢vidos de "paz y amor"

El t¨¦rmino rave naci¨® en Reino Unido a finales de los a?os ochenta. Pero no fue hasta 1992 cuando cruz¨® el Atl¨¢ntico para aterrizar en Estados Unidos. La primera fiesta se celebr¨® en un muelle abandonado de Queens, en Nueva York. Asistieron unas 5.000 personas. En aquella sesi¨®n, el deejay Frankie Bones enumer¨® los que se convertir¨ªan en los cuatro pilares del movimiento underground: "Paz, amor, unidad y respeto". Y algo m¨¢s: m¨²sica tecno y, a menudo, drogas.

En el viejo continente, Francia llev¨® la batuta de las raves. Las sesiones pueden durar una noche, un fin de semana o varios d¨ªas. Una de sus caracter¨ªsticas es la imprevisibilidad, que supone un problema a?adido para la actuaci¨®n policial. La mayor¨ªa de estas fiestas se convocan a trav¨¦s de Internet. En una p¨¢gina web pueden verse casi un centenar de fotograf¨ªas tomadas durante la fiesta rave de Poliny¨¤ (Vall¨¨s Occidental), que empez¨® en la pasada Nochevieja y se alarg¨® varios d¨ªas.

M¨¢s de la mitad de los colectivos que organizan fiestas rave en territorio catal¨¢n tienen su sede en Catalu?a, seg¨²n una investigaci¨®n policial de 2003, aunque tambi¨¦n son notables los grupos que proceden de Francia, Reino Unido y la Rep¨²blica Checa.

Costes elevados

El perfil de los asistentes a una rave es heterog¨¦neo: son personas de diferentes clases sociales y distintas nacionalidades. La edad de los participantes suele oscilar entre 18 y 35 a?os. Cuando la fiesta se organiza en un contexto rural al que hay que acceder en veh¨ªculo, predominan j¨®venes de clase media.

Pero, ?a qu¨¦ se dedican los asistentes a una free party? Lo primero es escuchar m¨²sica tecno. Por eso, los organizadores deben trasladar al lugar de la celebraci¨®n gran cantidad de material: generadores de corriente el¨¦ctrica, potentes aparatos de m¨²sica -los altavoces se sit¨²an a veces como formando una enorme muralla alrededor de los ravers- y equipos de iluminaci¨®n. Si es psicod¨¦lica, mejor.

El material se transporta en veh¨ªculos alquilados. Aunque algunos participantes se autodenominan travellers (o viajeros del tercer milenio), viven en camiones o furgonetas y se dedican a asistir a fiestas por toda Europa. Tal despliegue supone un enorme coste, que se recupera en parte con la venta de bebidas en el servicio de bar.

Otro componente habitual en las raves es el alto consumo de drogas: derivados del cannabis y drogas de dise?o. De hecho, y seg¨²n el documento policial, "en alg¨²n colectivo organizador se ha podido detectar la presunta venta de LSD y ¨¦xtasis por parte de los organizadores".