Dar contenido al modelo social europeo
Defiende el autor que la profundizaci¨®n en las pol¨ªticas sociales es la mejor manera de despejar las reticencias de los ciudadanos respecto al proyecto de una Europa m¨¢s unida
Lo que pasa en la Uni¨®n Europea, a pesar de su lenta, desequilibrada, titubeante y a veces unidimensional construcci¨®n, dada la preeminencia del mercado ¨²nico, es el referente determinante para afrontar la mayor¨ªa de nuestros problemas econ¨®micos, pol¨ªticos y sociales. Por ello, tomar el pulso a Europa de modo continuado es algo tremendamente ¨²til. En la actualidad, hay tres temas de capital importancia en la agenda europea: la innovaci¨®n, la inmigraci¨®n y la energ¨ªa, esta ¨²ltima de plena actualidad por los problemas del abastecimiento con Rusia. La dependencia energ¨¦tica de la UE es creciente y preocupante. Se prev¨¦ que en 2030 se depender¨¢ en un 90% de las importaciones de petroleo y en un 80% de las del gas, con los importantes y graves riesgos econ¨®micos, sociales, ecol¨®gicos y de seguridad para la UE que ello implica. Estamos asistiendo a una mejora del panorama econ¨®mico europeo, con un crecimiento del 2,5% y una reducci¨®n del desempleo hasta el 8% en la UE-25 y al 7,8% en la zona euro. Pero lo m¨¢s importante es analizar las discusiones de fondo, que tienen un calado estrat¨¦gico y que configuran esa utop¨ªa europea, que no es otra cosa que la supervivencia, a pesar de los pesares, de lo que se viene denominado "modelo social europeo".
Los sistemas nacionales de los estados miembros concilian la eficacia econ¨®mica y el progreso social
Legitimar recortes de la protecci¨®n social en la UE es el peor servicio que se le puede hacer a la construcci¨®n europea
En el diario oficial de la UE del 16 de noviembre de 2006, se public¨® un dictamen del Consejo Econ¨®mico Social Europeo (CESE) con el siguiente t¨ªtulo: La cohesi¨®n social, dar contenido a un modelo social europeo. De este extenso dictamen voy a recoger ¨²nicamente aquellos contenidos que considero ¨²tiles tanto para afrontar los problemas de una construcci¨®n europea completa como para dar perspectivas a los problemas de convivencia, de bienestar econ¨®mico, de d¨¦ficits sociales y ausencia de dialogo social en las relaciones laborales que percibimos en la sociedad vasca. Los desaf¨ªos europeos son tambi¨¦n los nuestros: la competitividad y el empleo, la inclusi¨®n social y la lucha contra la pobreza, los efectos de la globalizaci¨®n, las cuestiones de g¨¦nero, la migraci¨®n, la evoluci¨®n demogr¨¢fica. Tenemos que sentirnos orgullosos de ser europeos y de contar con un sistema de valores que proporcionan la base para cualquier discusi¨®n sobre los rasgos comunes de un modelo social. La UE tiene como cimientos determinados valores comunes: libertad, democracia, respeto a los derechos humanos y a la dignidad, igualdad, solidaridad, di¨¢logo y justicia social.
El dictamen afirma que el modelo social va mas all¨¢ del significado tradicional del t¨¦rmino social. Se compone b¨¢sicamente de tres bloques principales: objetivos econ¨®micos, sociales y medioambientales. En la interacci¨®n de los tres, en el contexto de la globalizaci¨®n, es donde tiene lugar el desarrollo concreto del modelo social. Su fuerza ha venido determinada por la forma en que han interactuado la competitividad, la solidaridad y la confianza mutua. No cabe considerarlo nunca como un algo definitivo en ning¨²n sentido. Debe ser din¨¢mico y capaz de responder a los retos que surgan desde dentro y desde fuera. En este contexto hay que definir contenidos transversales y compartidos.
A pesar de la diversidad de los sistemas nacionales, existe un modelo social europeo bien definidos, en el sentido de que todos los sistemas nacionales de los Estados miembros de la UE se caracterizan por la coherencia entre eficacia econ¨®mica y progreso social. Al mismo tiempo, la dimensi¨®n social funciona como un factor productivo. Por ejemplo, una buena legislaci¨®n en materia de salud y de trabajo proporciona buenos resultados econ¨®micos. Las pol¨ªticas sociales y de mercado de trabajo, cuando est¨¢n bien concebidas y cuentan con el respaldo de los interlocutores sociales, pueden ser una fuerza positiva tanto para la justicia y la cohesi¨®n social como para la eficacia y la productividad econ¨®mica. Los subsidios de desempleo, junto con pol¨ªticas del mercado laboral activas, estabilizan la econom¨ªa y promueven una adaptaci¨®n activa al cambio a trav¨¦s del perfeccionamiento de las competencias e iniciativa eficaces en materia de b¨²squeda de empleo y reconversiones. Las inversiones p¨²blicas en infraestructuras materiales y recursos humanos, realizadas con fines bien espec¨ªficos, pueden contribuir a los objetivos econ¨®micos y sociales. Ambos aspectos pueden y deben reforzarse mutuamente. La participaci¨®n activa de los interlocutores sociales y de la sociedad civil pueden mejorar la cohesi¨®n y aumentar al mismo tiempo la eficacia econ¨®mica.
Un estudio de Didier Fouarge sobre el costo de la ausencia de pol¨ªtica social concluye que es un factor productivo, aunque sus costes son en general visibles a corto plazo, mientras que sus beneficios s¨®lo se ven a menudo a largo plazo. Las pol¨ªticas sociales basadas en inversiones en capital humano y social contribuyen a una mayor eficacia econ¨®mica al mejorar la productividad y la calidad de la mano de obra. Para implementar dichas pol¨ªticas p¨²blicas el informe afronta la necesidad de la armonizaci¨®n fiscal. Es un hecho reconocido que Europa necesita desarrollar y coordinar pol¨ªticas econ¨®micas para contrarrestar perturbaciones del mercado; por ejemplo, la competencia fiscal perniciosa. Tales perturbaciones ejercen presi¨®n sobre los sistemas sociales y sobre sus bases financieras. Esto es muy importante aqu¨ª y ahora.
La reafirmaci¨®n y la revalorizaci¨®n del di¨¢logo social, calific¨¢ndolo de expresi¨®n vital del dialogo social europeo, es otro valor a?adido que se resalta con intensidad, con una afirmaci¨®n tajante: la participaci¨®n de los trabajadores garantiza que los continuos cambios estructurales de las empresas sean un ¨¦xito para todas las partes interesadas. Es necesario buscar un nuevo equilibrio entre la flexibilidad y la seguridad que fomente el empleo y la innovaci¨®n, como tambi¨¦n han se?alado muy recientemente los interlocutores sociales en su programa de trabajo conjunto. Es especialmente ¨²til que los interlocutores sociales lleguen a acuerdos sobre medidas para reducir el paro juvenil. El desempleo constituye, en s¨ª mismo, una tragedia; pero el desempleo que afecta a los j¨®venes generaciones es una amenaza para el propio tejido de la sociedad democr¨¢tica europea.
El modelo social europeo y sus caracter¨ªsticas son actualmente objeto de vivo debate. Conviene recordar que el proyecto del Tratado Constitucional no tuvo el apoyo de la opini¨®n p¨²blica y las perspectiva delineadas en ¨¦l no se han materializado. Otros acontecimientos que han venido tambi¨¦n a alimentar el debate y que han sido utilizados interesadamente por los grupos de opini¨®n m¨¢s conservadores son las medidas para afrontar los nuevos retos como la globalizaci¨®n econ¨®mica, el desarrollo de nuevas tecnolog¨ªas, el envejecimiento de la poblaci¨®n, la reforma de las pensiones, el desgraciado proyecto de directiva sobre los servicios y un conjunto de temas de pol¨ªticas p¨²blicas que determinan su futuro.
El an¨¢lisis y las cuestiones centrales del modelo social europeo deber¨ªan utilizarse como base para el debate y el di¨¢logo en los estados miembros, ofreciendo as¨ª a los ciudadanos un nuevo medio para expresar su opini¨®n acerca de qu¨¦ clase de Europa y qu¨¦ modelo social quieren. La continua utilizaci¨®n de Europa para legitimar ajustes de derechos y recortes de la protecci¨®n social es el peor servicio que se puede hacer a la construcci¨®n europea, ya que se debilita el reconocimiento, la utilidad y el respaldo de los ciudadanos a lo fundamental: la defensa del modelo social europeo.
Carlos Trevilla Acebo es representate de UGT en el Consejo Econ¨®mico y Social (CES) de Euskadi.
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