Los padres andaluces tendr¨¢n un delegado en cada clase para mediar en los conflictos

Igual que los alumnos eligen a principio de curso a un delegado de clase, los padres andaluces elegir¨¢n cada a?o a un representante por aula para que medie entre el tutor y los estudiantes cuando surja alg¨²n conflicto. La figura del delegado de padres y madres, uno por cada grupo de ense?anza obligatoria, es una de las novedades del decreto para mejorar la convivencia que ha aprobado el Gobierno andaluz apenas unos d¨ªas antes de la celebraci¨®n, ma?ana 30 de enero, del D¨ªa Escolar de la No Violencia y la Paz.

El decreto andaluz tambi¨¦n contempla la incorporaci¨®n a las aulas de educadores sociales para mediar entre las familias y el centro, la asistencia jur¨ªdica y psicol¨®gica gratuita para los docentes que sufran agresiones y la firma de un compromiso de convivencia entre el colegio y los padres de los alumnos conflictivos con el fin de asegurar la colaboraci¨®n de la familia en la aplicaci¨®n de las medidas que se tomen contra su hijo.

La norma pretende tambi¨¦n agilizar los tr¨¢mites para sancionar a los alumnos que causen problemas. Hasta ahora, los centros ten¨ªan que convocar una comisi¨®n de convivencia para decidir qu¨¦ hacer cada vez que un estudiante causaba alg¨²n conflicto. Con el nuevo decreto, el director tiene potestad para adoptar las medidas que crea oportunas. Aunque ¨¦stas tambi¨¦n quedan reguladas por la norma andaluza, que enumera las conductas perjudiciales para la convivencia y las cataloga en funci¨®n de su gravedad. El decreto establece medidas disciplinarias como el apercibimiento oral, el cambio de grupo y la suspensi¨®n de asistencia a clase durante un determinado periodo. Para los casos m¨¢s graves se contempla el cambio de centro.

La norma, que entra en vigor en 20 d¨ªas, califica como graves conductas que van desde la agresi¨®n, las amenazas y los insultos contra cualquier miembro de la comunidad educativa, a las vejaciones o humillaciones, "particularmente si tienen una componente sexual, racial o xen¨®foba o van contra alumnos con necesidades educativas especiales". El decreto considera tambi¨¦n grave la suplantaci¨®n de la personalidad en ex¨¢menes o en cualquier otra actividad escolar y el deterioro grave de las instalaciones del centro.

Puntualidad y asistencia

Aunque para estas conductas se han reservado los castigos m¨¢s severos, el decreto sanciona otras muchas que se consideran tan habituales como perjudiciales para la convivencia. Los estudiantes andaluces tendr¨¢n que cuidar m¨¢s su puntualidad o la asistencia a todas las clases y, probablemente, se lo piensen antes de dejar un mensaje para la posteridad rayando con la llave sobre la mesa, otra de las actitudes consideradas como "conducta contraria a las normas de convivencia", que ahora se castigar¨¢.

"El decreto da un marco general de medidas preventivas y de c¨®mo intervenir cuando se produce un conflicto, pero cada centro debe estudiar su situaci¨®n y poner en marcha las actuaciones que crea necesarias", advierte la consejera andaluza de Educaci¨®n, C¨¢ndida Mart¨ªnez. Los centros contar¨¢n con la ayuda de un Observatorio para la Convivencia, que funcionar¨¢ como un ¨®rgano consultivo de la consejer¨ªa; de un protocolo de actuaci¨®n dise?ado por la Junta; y de comisiones provinciales constituidas por miembros de la administraci¨®n, agentes sociales, patronales, padres y alumnos. Pero cada colegio estar¨¢ obligado a hacer un diagn¨®stico del clima en sus aulas y plasmarlo en un plan de convivencia, junto a las normas del centro y c¨®mo actuar ante cada caso.

Los sindicatos han aplaudido el decreto, aunque creen que s¨®lo ser¨¢ eficaz si la Junta andaluza pone el personal necesario, sobre todo para reducir el n¨²mero de alumnos por aula y para ofrecer una atenci¨®n personalizada.