El Gobierno autoriza el primer almac¨¦n de residuos radiactivos al aire libre
El material procedente de la central de Zorita se guardar¨¢ en 16 contenedores blindados
El Gobierno ha dado luz verde a la construcci¨®n del primer almac¨¦n de residuos radiactivos a la vista en Espa?a. Albergar¨¢ el combustible de la central nuclear de Zorita (Guadalajara), cerrada en abril de 2006, sobre una plataforma de hormig¨®n en 16 contenedores blindados y al aire libre. Las obras tendr¨¢n un coste de 4,5 millones de euros y se realizar¨¢n en seis meses, pero no se recibir¨¢n contenedores hasta 2009. El Ejecutivo ha optado por autorizar el almac¨¦n al no tener a¨²n el emplazamiento del cementerio centralizado, que en teor¨ªa deber¨ªa construirse en 2010.
El proceso de desmantelamiento de Zorita, la central nuclear m¨¢s vieja de Espa?a, cumple el calendario prefijado en 2002, al margen de una moci¨®n de las Cortes y del Sexto Plan de Residuos Radiactivos aprobado en junio de 2006, que preve¨ªan la construcci¨®n de un almac¨¦n temporal centralizado (ATC) para albergar a partir de 2010 todos los residuos radiactivos procedentes de las centrales nucleares que operan en el pa¨ªs.
Los ministerios de Industria y Medio Ambiente han otorgado ya la autorizaci¨®n definitiva a la compa?¨ªa titular de la central nuclear de Zorita, Uni¨®n Fenosa, para que construya el primer almac¨¦n temporal de residuos radiactivos individualizado (ATI) a la intemperie que se realiza en Espa?a. El ¨²nico dep¨®sito de residuos similar existente es el que alberga en una instalaci¨®n techada los residuos que genera la central nuclear de Trillo, en la misma provincia de Guadalajara, cuyas piscinas tienen una capacidad reducida de almacenamiento.
Aunque el nuevo dep¨®sito no requiere tecnolog¨ªas singulares, cuesta 4,5 millones de euros que ser¨¢n reembolsados a Uni¨®n Fenosa por la empresa p¨²blica Enresa (encargada de gestionar todo tipo de residuos radiactivos en Espa?a), cuando haya concluido el desmantelamiento de la nuclear en 2015.
El almac¨¦n tendr¨¢ que estar disponible en 2009, y consiste en una losa antis¨ªsmica de hormig¨®n de 462 metros cuadrados y un metro de espesor. Va protegido por un doble vallado de seguridad de cuatro metros de altura y otro exterior de protecci¨®n radiol¨®gica.
La soluci¨®n m¨¢s barata
Sobre esta losa se depositar¨¢n inicialmente los 16 contenedores de m¨²ltiple prop¨®sito (transporte y almacenamiento) para albergar los residuos radiactivos. Estos contenedores, fabricados y licenciados en Estados Unidos, est¨¢n avalados tanto por Enresa como por el Consejo de Seguridad Nuclear. Cada contenedor cuesta entre 1,7 y 1,8 millones de euros, casi la mitad que los de Trillo.
El alcalde de Almonacid de Zorita, Gabriel Ruiz del Olmo, del PP, que trabaja en formaci¨®n como operador de sala de la central advierte de que el gasto de construcci¨®n de este almac¨¦n se habr¨ªa evitado si el Gobierno hubiera sido diligente con la puesta en marcha del ATC. Ruiz del Olmo lamenta que hayan aparecido ya pintadas en su municipio contra el almac¨¦n reci¨¦n autorizado.
En el Ministerio de Industria se medit¨® un aplazamiento antes de autorizar el ATI de Zorita. "Se discuti¨® mucho la decisi¨®n", apunta un portavoz. "No se puede iniciar el desmantelamiento de la central sin tener a mano un almac¨¦n para depositar el combustible de las piscinas. Y tampoco ten¨ªamos la seguridad de que el ATC est¨¦ disponible en el plazo previsto. As¨ª que se ha optado por una soluci¨®n barata, la construcci¨®n de una losa sencilla. Si en el transcurso del desmantelamiento est¨¢ resuelto el ATC, los contenedores se desplazar¨ªan inmediatamente a ese dep¨®sito centralizado".
El proceso de selecci¨®n de una sede definitiva para guardar las m¨¢s de 3.300 toneladas de residuos radiactivos existentes, que deb¨ªa haber concluido en diciembre pasado, se aplaz¨®. Gobierno y ayuntamientos tratan de evitar que se utilice como arma arrojadiza en la campa?a de las elecciones auton¨®micas y municipales, a ra¨ªz de la oposici¨®n de los vecinos veraneantes contra el alcalde del peque?o municipio de Peque (Zamora) por solicitar informaci¨®n sobre las ventajas y desventajas de un ATC. Tambi¨¦n gener¨® protestas en municipios de C¨¢ceres y Burgos, alentadas en algunos casos por los mismos diputados que hab¨ªan aprobado en el Congreso esta soluci¨®n.
La comisi¨®n interministerial encargada del proceso de selecci¨®n ampli¨® el plazo de solicitud de informaci¨®n hasta el pr¨®ximo mes de marzo.
En superficie o sumergidos
La asignatura pendiente de la industria nuclear son los residuos radiactivos. Mientras los cient¨ªficos investigan procedimientos para reducir dr¨¢sticamente el periodo latente de la radiactividad, los pa¨ªses con centrales nucleares que han agotado su vida ¨²til se inclinan mayoritariamente por adoptar soluciones "de superficie" a la espera de una soluci¨®n definitiva.
Estados Unidos lleva m¨¢s de 20 a?os investigando en una monta?a de Nevada un almacenamiento geol¨®gico profundo que no acaba de recibir el visto bueno. Alemania ha clausurado uno y actualmente se encuentra en periodo de otorgar la licencia a otro. Finlandia ha optado tambi¨¦n por el resguardo de estos residuos bajo tierra y en piscina, en emplazamientos muy pr¨®ximos a las plantas nucleares donde sirvieron de combustible. La Rep¨²blica Checa y Suecia han seguido la misma pol¨ªtica.
El resto de pa¨ªses occidentales, incluido Estados Unidos, han elegido el almacenamiento en superficie. Disponen de almacenes temporales centralizados (ATC), Eslovaquia, Francia, Hungr¨ªa, Jap¨®n, Reino Unido y la Rep¨²blica Checa.
Este modelo no comporta riesgos, seg¨²n un portavoz de Enresa, "porque el combustible radiactivo est¨¢ confinado en una c¨¢psula met¨¢lica a prueba de fugas y blindada con hormig¨®n para contener las radiaciones gamma. El contenedor es un dispositivo pasivo".
Este tipo de blindajes est¨¢n ensayados y probados desde decenas de a?os. "Yo no tendr¨ªa inconveniente en pasar el resto de mi vida al lado de la valla de un ATC", asegura un experto de Enresa.
El t¨¦cnico destaca que los niveles m¨¢ximos de radiactividad exigidos por el Consejo de Seguridad Nuclear para los procesos de descarga y emplazamiento de estos contenedores es entre 20 y 25 veces inferiores a la radiactividad media. "No puede superar un 0,1 milisievert/a?o, dosis muy alejada del valor medio en Espa?a". Este valor se estima en 3,71 milisievert/a?o, teniendo en cuenta la presencia de uranio en el suelo y su descendiente el gas rad¨®n, presente en el aire que se respira.
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