Qu¨¦ empresas tenemos
Uno tiene tantos motivos para admirar a Catalu?a que hablar de esos tan denostados, pero admirables catalanes, es imprescindible, entre otras cosas, para tener una referencia cercana de lo que es el empresariado. Porque ser empresario es cosa nada estimada entre nosotros debido a nuestra historia de atraso y de incuria y as¨ª, simplemente, estamos encerrados en ella. Una parte important¨ªsima de la modernizaci¨®n cultural de Galicia pasa por obligarnos a revisar ideas previas tan extendidas. El mercado y la empresa son la realidad econ¨®mica, y no aceptar la realidad, negarla, no es un modo saludable de estar en la vida. Mucho menos el modo de cambiar la vida.
El empresario, cuando lo es de verdad y no un especulador o un par¨¢sito, debe saber que pertenece a la familia del labrador, marinero, artesano, artista. Es un creador. Crea con trabajo, inteligencia, voluntad y el capital como instrumento. Los pa¨ªses con empresariado crean democracias; los que no, crean dictaduras, reg¨ªmenes feudales, autonom¨ªas atrasadas, paternalistas y clientelares.... Mientras el empresariado no tenga verdadero prestigio social entre nosotros seremos una sociedad atrasada, envejecida, sin estrategias de futuro. Mientras no valoremos el trabajo no respetaremos al trabajador, y un verdadero empresario es, antes de nada, un trabajador.
Pero hablo de empresariado, algo tan valioso y que entre nosotros escasea. A la econom¨ªa gallega le falta cultura de gesti¨®n empresarial. La cultura reinante no tiene horizonte, es de inmediatez, de subsistencia. Y es imprescindible que las empresas sean parte de nuestra preocupaci¨®n, de nuestro debate p¨²blico. Que nos preocupen y duelan, pues son un patrimonio colectivo. Aunque s¨®lo cobren de ella sus trabajadores y los beneficios reviertan ¨²nicamente en sus due?os o accionistas, un fracaso empresarial es tambi¨¦n un fracaso de un pa¨ªs.
Aqu¨ª de cuando en cuando alguien es capaz de crear una empresa pr¨®spera, pero luego, sin cultura empresarial familiar, suele fracasar al traspasar a la segunda generaci¨®n la propiedad, la direcci¨®n. Son escas¨ªsimas las dinast¨ªas familiares y es fr¨¢gil siempre la continuidad empresarial. Al esfuerzo creativo y el sacrificio de los fundadores le suele suceder la generaci¨®n de los se?oritos. Los que no heredan el esp¨ªritu humilde y necesariamente negociador, pactista, propio del comerciante, y que en cambio se gu¨ªan por la pretenciosidad, la prepotencia y la chulesca falta de elegancia del se?orito. La generaci¨®n que toma empresas con orientaci¨®n hist¨®rica y las desorientan, las pone en crisis. Y nos duele ver estos d¨ªas lo nunca visto: un presidente de una empresa pesquera acompa?ando en su campa?a electoral al partido de la derecha en la oposici¨®n. Ser¨¢ el primer caso de una empresa que se define ideol¨®gicamente. Mientras el Gobierno espa?ol y el Gobierno gallego tienen la obligaci¨®n de defender sus intereses en Bruselas y en Madrid, aqu¨ª, un empresario parece presentarse a las elecciones municipales. ?Pero si el partido al que apoya pierde las elecciones, qu¨¦ suceder¨¢?
Pero dejemos las actuaciones deplorables y busquemos los ejemplos que nos inspiren, los que nos den confianza y esperanza. Y ah¨ª Galicia tiene un ejemplo inmejorable en la empresa que se puso a andar hace unas d¨¦cadas con Rosal¨ªa Mera y Amancio Ortega como motores. Amancio Ortega e Inditex son, sin duda, un ejemplo de que la realidad puede ser cambiada, de que el espiritu humano puede crear realidades que se expanden. Zara es un desmentido al provincianismo, al encogimiento, al acomplejamiento, a la derrota aceptada, al espiritu de sumisi¨®n, a la cultura de coger la maleta y emigrar sin dar batalla... Y el ¨¦xito comercial y empresarial sostenido es una fuente de lecciones sobre producci¨®n y organizaci¨®n de la empresa.
Naturalmente que Inditex le har¨ªa un regalo impagable a este pa¨ªs, tan necesitado de autoestima, asociando m¨¢s su marca a la tierra donde naci¨®, como Coca Cola o CNN hacen con Atlanta. Un mayor enraizamiento en nuestra sociedad de Inditex tendr¨ªa un valor enorme. Pero, de acualquier manera, Zara es hacer aqu¨ª lo que los gallegos han hecho por el mundo adelante, demostrar que para la gente animosa y con espiritu libre no hay fronteras.
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