Sarkozy contraataca a Royal con cr¨ªticas a su plan participativo
"Soy el candidato de todos, y otros s¨®lo se dirigen a los socialistas"
El candidato de la derecha a la presidencia francesa, Nicolas Sarkozy, neg¨® ayer "ser un conservador" en una reuni¨®n de m¨¢s de 3.000 partidarios en la Mutualit¨¦, un local parisiense tradicionalmente usado por la izquierda para sus reuniones p¨²blicas. "Ni soy un conservador ni lo ser¨¦ nunca", insisti¨® un Sarkozy que se present¨® como "el candidato que se dirige a todos los franceses cuando otros s¨®lo se dirigen a los militantes socialistas".
Y de nuevo Sarkozy se refiri¨® a la historia de Francia y busc¨® ejemplo en l¨ªderes hist¨®ricos de la izquierda, Jean Jaur¨¨s o Leon Blum, o citando a personalidades que le aportan su respaldo y que en su juventud fueron mao¨ªstas -el caso del fil¨®sofo Andr¨¦ Glucksmann- o portavoces del presidente socialista Fran?ois Mitterrand -el escritor Max Gallo-. "Me r¨ªo de las etiquetas, pero respeto las convicciones; ¨¦se es mi mensaje a los franceses", afirm¨® el candidato de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP). Mientras dec¨ªa esto, el primer secretario socialista, Fran?ois Hollande, ironizaba sobre el esp¨ªritu de apertura de Sarkozy al recordar que "nunca he visto ninguna calle dedicada a Jaur¨¨s o a Blum en Neuilly", ciudad de la que Sarkozy ha sido alcalde durante a?os.
El ministro del Interior y candidato de la derecha critic¨® a su rival socialista ridiculizando sus f¨®rmulas "participativas", ya que para Sarkozy hacer pol¨ªtica no es acompa?ar la opini¨®n, sino convencerla. "Para m¨ª", destac¨®, "la pol¨ªtica es la voluntad y los valores. Y la crisis actual es una crisis de valores. Es una crisis moral, y por eso yo pongo la moral en el centro de mi proyecto pol¨ªtico". Esto llev¨® a Sarkozy a declararse favorable a la legalizaci¨®n de la eutanasia o a interesarse por "el suicidio de los j¨®venes, la gran enfermedad del siglo".
Para el ambicioso l¨ªder de la derecha francesa, "es incomprensible ser candidato si se est¨¢ convencido de la impotencia de la acci¨®n pol¨ªtica y se tiene como ¨²nico ideal una democracia de opini¨®n que significa el grado cero de la pol¨ªtica".
En ning¨²n momento se refiri¨® a su presencia, continuada y durante cinco a?os, en el actual Gobierno. Su balance como ministro del Interior -cuatro a?os- o como titular de la cartera de Econom¨ªa -un a?o- no lo evoc¨® en ning¨²n momento para sentirse m¨¢s libre a la hora de lanzar sus propuestas a favor de la supresi¨®n del llamado "mapa escolar", "contra el impuesto sobre las sucesiones" o su cr¨ªtica contra el igualitarismo o lo que ¨¦l llama la "sociedad de la asistencia", a la que quiere poner fin exigiendo que "cada subsidio corresponda a una actividad".
Buen orador y h¨¢bil estratega, Sarkozy se presenta como un candidato de ruptura sin criticar en ning¨²n momento el balance del Gobierno y la presidencia saliente y, obviamente, sin referirse nunca a la explosi¨®n de violencia del oto?o de 2005, explosi¨®n en buena parte provocada por la incontinencia verbal que entonces mostraba Sarkozy y que ahora parece haber domesticado. En cualquier caso, desde una ins¨®lita prepotencia, Sarkozy se mostr¨® magn¨¢nimo: "Ser¨¦ presidente de todos los franceses, incluso de aquellos que no me han votado". No es ¨¦sa la convicci¨®n del centrista Fran?ois Bayrou, que present¨® a Sarkozy como "el hombre que quiere todo el poder para su clan, tal y como lo prueba su trayectoria pol¨ªtica. No porque una zorra se cubra de plumas vamos a confundirla con una gallina".
Sarkozy se proclam¨® favorable a un "pacto republicano" el mismo d¨ªa en que S¨¦gol¨¨ne Royal lanzaba su proyecto para un "pacto presidencial". Su mitin en la Mutualit¨¦, sin apenas contenido novedoso pero brillantemente escrito, estaba pensado sobre todo para restarle tiempo a la candidata socialista en los medios de comunicaci¨®n y contribuir a hacer confuso su discurso. En varios momentos, el discurso del ministro del Interior tom¨® acentos l¨ªricos para hablar de "la soledad en nuestras grandes ciudades" y referirse "al sufrimiento humano de naturaleza espiritual, que no es fruto de estrictas carencias materiales".
Se permiti¨® tambi¨¦n arremeter, sin ning¨²n tipo de medida para evitar el esc¨¢ndalo denunciado, "contra un mundo que permite enriquecerse especulando", versi¨®n moderada de un ins¨®lito ataque lanzado por el propio Sarkozy hace varias semanas contra "los empresarios de comportamiento delictivo y con sueldos de esc¨¢ndalo".
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