Baviera topa con la Iglesia
El arzobispo de Colonia acusa de adulterio a uno de los principales candidatos a la presidencia de la Uni¨®n Socialcristiana b¨¢vara
El arzobispo de Colonia, el cardenal ultraconservador Joachim Meisner, arremeti¨® con dureza contra el adulterio del ministro federal de Agricultura y Consumo, Horst Seehofer, de 57 a?os, que est¨¢ en plena pelea por la sucesi¨®n del primer ministro de Baviera, Edmud Stoiber, de 64 a?os, en la presidencia de la Uni¨®n Socialcristiana (CSU). Pol¨ªticos de este partido criticaron las declaraciones del cardenal y afirman que a ellos no se les ocurrir¨ªa inmiscuirse en cuestiones internas de la Iglesia cat¨®lica.
Tras el inesperado anuncio de Stoiber de que en septiembre, con motivo del congreso del partido, dejar¨¢ todos sus cargos, primer ministro de Baviera y presidente de la CSU, el ministro del Interior de Baviera, G¨¹nther Beckstein, de 63 a?os, y el de Econom¨ªa, Erwin Huber, de 60 a?os, se repartieron la herencia: Beckstein primer ministro y Huber presidente de la CSU. Hicieron la cuenta sin contar con Seehofer, que tambi¨¦n aspira a presidir la CSU y no est¨¢ dispuesto a dejar el campo libre, a pesar de que esos d¨ªas sali¨® a relucir el esc¨¢ndalo por su relaci¨®n ad¨²ltera con una joven de 32 a?os que espera un hijo del ministro, mientras en su distrito en Baviera la esposa se ocupa de la casa y los tres hijos del matrimonio.
Seehofer ha resistido los ataques y su popularidad no se resinti¨®. Los sondeos dicen que las bases de la CSU lo prefieren con diferencia al impopular Huber, al que se atribuye la dura pol¨ªtica de ajuste que Stoiber aplic¨® en Baviera. Cuando ya se hab¨ªan apagado los ecos del esc¨¢ndalo por la relaci¨®n ad¨²ltera de Seehofer, de nuevo ha salido a relucir una historia sobre su pasado que era desconocida. Seehofer estuvo casado ocho a?os entre 1974 y 1982. Ahora su ex mujer ha reaparecido con un reportaje en una revista del coraz¨®n en la que declara: "Horst nunca fue especialmente honesto".
Modelos ejemplares
Al mismo tiempo, el cardenal Meisner arremeti¨® en el diario amarillista de Colonia Express contra Seehofer. Sostiene que la pol¨ªtica exige que las personas de la vida p¨²blica sean modelos ejemplares, "a los que en caso necesario se les pueda juzgar por su vida privada". No se queda ah¨ª Meisner, y a?ade que una persona con "permanentes desastres en su vida familiar" plantea la duda de si "tenemos que ver con dos personas diferentes". En este caso, seg¨²n Meisner, "es un esquizofr¨¦nico que est¨¢ para que lo traten los m¨¦dicos, pero no para un sill¨®n ministerial".
Las palabras del arzobispo de Colonia animaron a varios obispos de Baviera a romper el silencio que se hab¨ªan impuesto sobre el tema. El obispo de Eichstatt Gregor Maria Hanke, amigo de Seehofer, respondi¨® a cuestiones que le plantearon los feligreses: "Su conducta me llena de preocupaci¨®n y recomiendo a los pol¨ªticos sobre todo la oraci¨®n".
Dirigentes de la CSU reaccionaron con indignaci¨®n y replicaron al cardenal. El jefe del grupo parlamentario de la CSU en el Bundestag Peter Ramsauer declar¨®: "Un partido se cuidar¨ªa mucho de inmiscuirse en la designaci¨®n de un cardenal".
Todos estos ataques basados en la vida personal de Seehofer no dejar¨¢n de tener efecto en la elecci¨®n del presidente de la CSU. Huber cuenta con el apoyo del aparato y los funcionarios. Seehofer con las simpat¨ªas de las bases. En el congreso de la CSU, con unos mil delegados, a Seehofer le va a costar imponerse, porque muchos son funcionarios y no se trata de un plebiscito.
En la CSU las batallas con la vida privada de los pol¨ªticos tienen tradici¨®n. En 1993, disputaban la presidencia de Baviera el ministro federal de Hacienda Theo Waigel y Stoiber. En medio de la batalla sali¨® a relucir que Waigel ten¨ªa una relaci¨®n extramatrimonial con la campeona de esqu¨ª Irene Epple, que luego se convirti¨® en su esposa. Waigel renunci¨® a la candidatura y Stoiber lleg¨® a primer ministro sin contrincante.
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