Simancas llama a la puerta...
El candidato socialista a la Comunidad visitar¨¢ en sus casa a los vecinos que se lo pidan para recabar propuestas para su campa?a
"Hola, soy Rafael Simancas, candidato a presidente de la Comunidad de Madrid. Vengo a hablar con usted. ?Me abre la puerta?". Este fue el saludo que ayer recibi¨® Delfina Peralta, de 77 a?os, en el telefonillo de su piso del barrio de Canillas, en Hortaleza.
"Le vamos a montar una buena, muchas gracias por recibirnos", agreg¨® Simancas, antes de atravesar el portal. Detr¨¢s le segu¨ªa un s¨¦quito de periodistas, c¨¢maras de televisi¨®n, fot¨®grafos y miembros de su partido, que subieron los cuatro pisos sin ascensor e irrumpieron en la casa.
No es que Delfina se haya hecho famosa de repente, pero ayer fue protagonista de la campa?a El presidente llama a su puerta, con la que Simancas quiere hacer "un programa de gobierno, al dictado directo de los ciudadanos". Cualquiera puede apuntarse a la iniciativa. Basta con solicitarlo en la web del Partido Socialista de Madrid (www.psmpsoe.es). "No me voy a quedar en mi despacho a esperar. Si es preciso voy a ir de puerta en puerta para recoger las propuestas y cr¨ªticas de los madrile?os", asegur¨® el candidato.
El candidato se compromete a crear 200 empresas en la periferia hasta 2008
En su sal¨®n, Delfina esperaba acompa?ada de dos vecinas, Purificaci¨®n Mart¨ªnez, de 74, y Julia Gonz¨¢lez, de 65. "?Vive sola?", le pregunt¨® Simancas, mientras tomaba asiento en el tresillo. "Con una hija soltera", le respondi¨® la mujer. "Me han contado que en el barrio tienen problemas para acudir al m¨¦dico", comenz¨® el candidato socialista. Ah¨ª intervino Purificaci¨®n: "Mi marido est¨¢ con ox¨ªgeno y para llevarlo tengo que coger un taxi". No hay transporte p¨²blico directo para ir al m¨¦dico y a las personas mayores, explicaron las vecinas, les resulta una aventura porque cada servicio est¨¢ en un lugar diferente: el centro de salud lo tienen en el barrio de San Blas y su hospital es el Ram¨®n y Cajal. Para llegar, deben tomar m¨¢s de un autob¨²s. "Si no se retrasa, tardamos de una hora a tres cuartos", explicaba Julia.
Iban surgiendo los temas y Simancas comprobaba, a medida que preguntaba, c¨®mo las estad¨ªsticas que est¨¢ habituado a manejar sobre los problemas de los madrile?os se iban acoplando a la vida misma. "?Hay muchos mayores en este edificio? Me preocupa lo de las personas que viven solas...", planteaba Simancas. "El a?o pasado cada cuatro d¨ªas falleci¨® una". "Pues aqu¨ª muri¨® uno el otro d¨ªa que viv¨ªa solo", dijo Purificaci¨®n.
"Lo de la sanidad, tienen que arreglarlo", le advert¨ªa Julia. "Y no por los profesionales, que no hay malos m¨¦dicos en la regi¨®n", consider¨® Simancas. "S¨ª, tenemos unos cirujanos buen¨ªsimos, pero hasta que se llega a ellos, igual te has muerto", contest¨® Julia con guasa.
"Le voy a decir una cosa", interven¨ªa Purificaci¨®n. "Yo solicit¨¦ para que vinieran a quitar la ba?era y pusieran un plato de ducha. Fui a la asistente social y me pidieron muchos papeles. Cuando ya los llev¨¦, me dijeron que se hab¨ªa terminado el dinero. Mi marido y yo somos mayores y con las pensiones que tenemos, no nos llega". Ah¨ª Simancas pudo echar mano de programa electoral: "Tenemos previsto unas subvenciones para mejorar la accesibilidad de los ba?os y las cocinas. Con ayudas de 3.000 a 6.000 euros se pueden arreglar muchas viviendas con esos problemas".
Tambi¨¦n les anunci¨® que, si gana las elecciones del 27 de mayo, dotar¨¢ a las pensiones no contributivas con la paga n¨²mero 15 a cargo de la Comunidad de Madrid. Y har¨¢ un plan de accesibilidad para mayores que incluya subvenciones de hasta el 80% del coste para instalar ascensores. Y habr¨¢ m¨¢s ambulancias...
Unos pisos m¨¢s abajo viven Teodoro P¨¦rez, de 91 a?os, y Paulina Herrero, de 82. Tambi¨¦n a ellos los visit¨® Simancas, aunque su visita fue breve y, pese a la insistencia de Paulina, no le acept¨® un caf¨¦, para no molestar. "No hay derecho que lleve toda la vida trabajando y cobre s¨®lo 300 euros de pensi¨®n", se quejaba Teodoro, inv¨¢lido de guerra. "Y porque la casa ya la tenemos pagada, que si no, no ten¨ªamos para comer", terci¨® su esposa. "Vamos a tomar nota", les asegur¨® Simancas al salir. Se iba con muchas ideas para su programa.
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