De la sardina al parqu¨ªmetro

No enterraron sardinas. Ni lloraron por el fin de las fiestas de Carnaval. Eso s¨ª, iban de luto y sollozaban, aunque s¨®lo para escenificar "un a?o de resistencia" ante el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER). M¨¢s de 100 personas, en representaci¨®n de las asociaciones de vecinos de los barrios de Carabanchel Alto, Tetu¨¢n-Ventilla, la Paz, Fuencarral y del Pilar, desfilaron anoche entre la puerta del Sol y la plaza de la Villa para celebrar un entierro simb¨®lico de los parqu¨ªmetros que el Consistorio empez¨® a instalar hace un a?o.

Alrededor de las siete de la tarde algo comenzaba a llamar la atenci¨®n de madrile?os y turistas que pasaban cerca del kil¨®metro cero: capas, mantillas, velas y, como en todo funeral tradicional, decenas de pla?ideras vestidas de negro. "Ay, qu¨¦ pena. Ay, Dios m¨ªo. Ay, con lo que te quer¨ªamos", lamentaba, meg¨¢fono en mano, Mari Cruz, del distrito de Fuencarral. Tres chicas de rasgos orientales estaban desorientadas: "?Qu¨¦ est¨¢ pasando? Esto no es un carnaval normal, ?verdad?", preguntaban sin renunciar a inmortalizar el pasacalle con la c¨¢mara de su tel¨¦fono m¨®vil. Mientras, las t¨ªpicas pancartas de compraventa de oro se mezclaban con otras m¨¢s reivindicativas: "Vampir¨®n cobr¨®n", rezaban decenas de carteles, haciendo referencia al alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y a la m¨¢scara que le ha representado en algunas manifestaciones de los ¨²ltimos d¨ªas: Ruiz-Vampir¨®n. Ayer le dio vida un "tipo del mont¨®n", seg¨²n quiso presentarse, bastante atrevido. Sierra en mano, amenazaba con cortar los ¨¢rboles de la Calle Mayor, simulaba un orgasmo con un parqu¨ªmetro de la zona, amedrentaba a los asistentes con sus colmillos afilados y bailaba con un macabro esqueleto que pretend¨ªa representar a la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre.

"Ay, qu¨¦ pena. Ay, Dios m¨ªo. Ay, con lo que te quer¨ªamos", sollozaba Mari Cruz

"Cada uno celebra el Carnaval como quiera", comentaba divertido un transe¨²nte, mientras que los asistentes llegados en el ¨²ltimo momento aprovechaban incluso unas bolsas de basura para poder seguir los ata¨²des de riguroso luto. Las repart¨ªa Alberto, miembro de la plataforma Parqu¨ªmetros fuera del Parque Eugenia de Montijo (Carabanchel): "El alcalde no nos deja ninguna otra opci¨®n", comentaba. "Esta noche enterramos un parqu¨ªmetro de forma simb¨®lica, pero esperamos poder enterrarlo de verdad muy pronto en los barrios perif¨¦ricos", confiaba Jes¨²s Otero, portavoz de la plataforma contra los parqu¨ªmetros de Fuencarral y uno de los inspiradores de las protestas. "La mayor¨ªa de estos aparatos est¨¢n rotos y en muchos casos ya no existen. A¨²n as¨ª la polic¨ªa sigue poniendo multas", se quejaba otra vecina del llamado barrio 85, en el distrito de Fuencarral.

Los carnavales antiparqu¨ªmetros, que terminaron ayer despu¨¦s de cinco d¨ªas de festejos, no han sido, sin embargo, las ¨²nicas celebraciones reivindicativas de la capital. El domingo, unos 300 vecinos del distrito de Chamber¨ª se manifestaron a ritmo de batucada y disfrazados en un Carnaval contra la creaci¨®n de un campo de golf en el antiguo dep¨®sito del Canal de Isabel II.

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