Las dos caras de Metrovacesa
Los accionistas deben decidir entre el proyecto de Rivero y el de Sanahuja, que se han repartido el pastel
Un buen n¨²mero de peque?os inversores se desayunaron el lunes con una noticia en la Bolsa espa?ola: el gran imperio de Metrovacesa se va a dividir en dos y ellos tendr¨¢n que decidir a qu¨¦ tren se suben, al de la familia Sanahuja, los due?os de la promotora catalana Sacresa, o al de Joaqu¨ªn Rivero y el empresario valenciano Bautista Soler. Es decir, permanecer en una nueva Metrovacesa espa?ola gestionada ahora por los empresarios catalanes, con un paquete de activos en Francia, o confiar en el proyecto de Rivero, que se queda con la francesa Gecina y otros inmuebles en Espa?a, la semilla de una nueva inmobiliaria. La tercera v¨ªa es la del coge dinero y corre, que es la que han escogido todos esos inversores que desde el mi¨¦rcoles, cuando Metrovacesa volvi¨® a cotizar, vendieron sus t¨ªtulos en el mercado.
Los Sanahuja quieren mantener Metrovacesa en Bolsa, mientras Rivero y Soler se quedan con Gecina y una nueva Bami
?Y ahora qu¨¦? Los accionistas de Metrovacesa llevaban un a?o de alegr¨ªa en alegr¨ªa: el precio de sus acciones sub¨ªan sin parar alentadas, primero, por la oferta p¨²blica de acciones (OPA) de Sanahuja y, despu¨¦s, por la contraoferta del presidente, Joaqu¨ªn Rivero, y Bautista Soler. Y a la postre porque la batalla continu¨® viva tras las OPA. Ahora esta guerra ha terminado, la presa se reparte, y el mercado pone a Metrovacesa en su sitio: el valor ha ca¨ªdo m¨¢s de un 9% desde que se hizo p¨²blica la noticia. En la actualidad, la duda es con qui¨¦n irse.
Para los que no han vendido y se quedan en el barco empezar¨¢ ahora un complejo proceso que tiene que recibir el visto bueno de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en Espa?a y la AMF en Francia. Todas las opciones tienen sus riegos y ventajas.
En primer lugar, Metrovacesa llevar¨¢ a cabo una OPA sobre sus propias acciones, que se canjear¨¢n por acciones de Gecina. El valor asignado a Metrovacesa ser¨¢ de 75,67 euros y el de Gecina, de 129,36 euros. Algunas asociaciones de accionistas han puesto el grito en el cielo por la operaci¨®n y la valoraci¨®n de sus t¨ªtulos (un 35,8% m¨¢s bajas que antes de conocerse la operaci¨®n), pero varios analistas consultados recuerdan que la acci¨®n de Metrovacesa llevaba un a?o inflada por la guerra entre los accionistas.
El resultado de este primer paso es que Metrovacesa segregar¨¢ entre el 34,7% y el 61,9% de Gecina, en funci¨®n de los minoritarios que acudan a la oferta, y conservar¨¢ una participaci¨®n restante de entre el 7,9% y 35,1%.
Rescatar Bami
Acudir a esta OPA significa convertirse en accionista de la compa?¨ªa francesa y embarcarse en la nueva aventura de Rivero. Una aventura que incluye la creaci¨®n de una nueva empresa en Espa?a, algo parecido al renacer de la antigua Bami de Rivero -que se fusion¨® con Metrovacesa-, en la que podr¨¢n entrar los accionistas que vayan con ¨¦l. Algunos de estos inversores ser¨¢n la compa?¨ªa Prasa y la Caja de Ahorros de Castilla-La Mancha, afines a Rivero, seg¨²n fuentes del mercado.
?De d¨®nde saldr¨¢ esta nueva empresa? Metrovacesa vender¨¢ un paquete de inmuebles en Espa?a por un importe de 269 millones de euros (con valor patrimonial de 437 millones) a la nueva sociedad creada por Joaqu¨ªn Rivero y Bautista Soler. Entre estos activos figuran edificios de oficinas en Valdebebas, Manoteras y la avenida de Burgos de Madrid, entre otros.
El a¨²n presidente de Metrovacesa se plantea incluso recuperar el nombre de Bami y repetir la haza?a del pasado: una nueva gran inmobiliaria que tambi¨¦n cotizar¨¢ en Bolsa. Y Gecina, que de momento s¨®lo juega en el parqu¨¦ de Par¨ªs, tambi¨¦n podr¨ªa salir a cotizar a la Bolsa espa?ola.
Por el contrario, los que no acudan a la OPA y se queden en la Metrovacesa espa?ola estar¨¢n apostando por el proyecto que lidera Rom¨¢n Sanahuja, presidente de la catalana Sacresa, que lleva a?os so?ando con hacerse con la gesti¨®n de Metrovacesa.
Como la inmobiliaria habr¨¢ reducido capital y adelgazado su tama?o, Sanahuja controlar¨¢ m¨¢s del 50% del capital en la compa?¨ªa, por lo que o bien reduce en un plazo de seis meses (mediante una ampliaci¨®n de capital) o bien lanza una OPA por el 100% de la compa?¨ªa. Entonces el accionista se ver¨¢ en la nueva disyuntiva de vender las acciones o confiar en el potencial de la empresa.
Pero los Sanahuja ya han adelantado que esta OPA no se producir¨¢. Antes y despu¨¦s del acuerdo de paz, la familia catalana ha asegurado que su intenci¨®n no era fusionar Metrovacesa con su promotora Sacresa, sino mantenerla en la Bolsa de forma totalmente independiente.
Reinventar Metrovacesa
Los que sigan en la Metrovacesa espa?ola, que estar¨¢ presidida por Rom¨¢n Sanahuja Pons- el patriarca de la familia- tendr¨¢n que confiar en que la que ha sido la primera inmobiliaria espa?ola recupere su volumen de la mano de unos nuevos gestores.
Por su parte, Gecina colocar¨¢ en una nueva filial (SIIC) un conjunto de activos inmobiliarios de Par¨ªs por un valor m¨¢ximo 1.800 millones de euros que acabar¨¢ en manos de la Metrovacesa espa?ola a trav¨¦s de otra operaci¨®n: Gecina reducir¨¢ su capital y lanzar¨¢ una oferta p¨²blica de recompra de acciones (OPRA). La moneda de cambio de esta oferta ser¨¢n acciones de esa nueva empresa (SIIC) que tiene activos en Francia. Por eso, quienes compren -Metrovacesa, es decir, los Sanahuja- saldr¨¢n de Gecina y entrar¨¢n en una empresa propietaria de inmuebles en Par¨ªs, concretamente oficinas. Si al finalizar la oferta Gecina a¨²n conserva participaci¨®n de esta nueva sociedad, Metrovacesa lanzar¨¢ una OPA sobre el 100%.
Para hacer efectivo este cambio de cromos, el regulador franc¨¦s puede pedir a Rivero y Soler que lancen una OPA por el 100% de Gecina a un precio m¨ªnimo. Pero no est¨¢ claro: la AMF y la CNMV a¨²n estudian c¨®mo tutelar una operaci¨®n de estas caracter¨ªsticas. Adem¨¢s de a los accionistas, la ya famosa decisi¨®n salom¨®nica de Metrovacesa est¨¢ causando quebraderos de cabeza a los reguladores.
Meses en un callej¨®n sin salida
El presidente de Metrovacesa, Joaqu¨ªn Rivero, aliado con el empresario valenciano Bautista Soler, por un lado, y la familia Sanahuja, por otra, firmaron la paz la madrugada del domingo al lunes 19 de febrero. A las cinco de la ma?ana. El acuerdo para repartirse la empresa por la que llevaban un a?o batallando tiene tachaduras, correcciones y precisiones a mano.
El pacto se fragu¨® en tan s¨®lo dos semanas de conversiones, seg¨²n fuentes cercanas a la compa?¨ªa, cuando los adversarios se dieron cuenta de que ambos se hallaban en un callej¨®n sin salida: ninguna de las dos partes ten¨ªan dinero suficiente para comprar la compa?¨ªa, un paso ineludible para hacerse con la gesti¨®n dada la rivalidad existente.
Las OPA que se cruzaron el a?o pasado (a 78 euros la de Sanahuja y a 80 la de Rivero y Bautista Soler) acabaron en algo parecido a tablas y la disputa continu¨®. Pero ya sin armas; sin recursos.
Dado que ninguno de los interesados estaba dispuesto a ceder, dividir el grupo se presentaba como la ¨²nica soluci¨®n y, a diferencia de la conocida historia del Rey Salom¨®n, aqu¨ª nadie ha salido a renunciar a su parte.
El presidente del grupo Planeta, Jos¨¦ Manuel Lara -que cuenta con el 5% de las acciones que compr¨® a Bancaja- se ha erigido como mediador en el conflicto, aunque otras fuentes lo consideran aliado de los Sanahuja y relativizan su papel en la crisis.
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