Feminismo 'chupiguay'
Pues, qu¨¦ alivio m¨¢s grande, hombre. Por fin, puedo respirar tranquila. Por fin el sexista anuncio de la empresa Dolce & Gabanna ha sido retirado de Espa?a, gracias a las protestas del Instituto de la Mujer. Y a las de Los Verdes. Y a las de la Asociaci¨®n de Usuarios de la Comunicaci¨®n. Y a las de la Federaci¨®n de Consumidores en Acci¨®n. Ahora, sin el anuncio, ya se han reducido las posibilidades de que nuestros adolescentes de sexo masculino quieran violarnos, pues, como todo el mundo sabe, cuando un adolescente de sexo masculino ve un anuncio como el de Dolce & Gabanna, en el que un hombre sujeta por las mu?ecas a una mujer tumbada en el suelo, le entra el gusanillo violento. Por eso espero que, muy pronto, tambi¨¦n retiren de los videoclubes la pel¨ªcula Superm¨¢n II, ya que hubo un adolescente que, despu¨¦s de verla, se puso una capa y se tir¨® por la ventana con la loable pretensi¨®n de volar. Desde luego, la culpa es de Superm¨¢n, no de este ?caro posindustrial, que si no hubiese visto la pel¨ªcula a¨²n seguir¨ªa vivo. (Por suerte no lleg¨® a ver Buscando a Nemo, si no, probablemente se hubiese tirado al mar).
Pero a¨²n no estoy del todo tranquila. Del mismo modo que han retirado el anuncio de Dolce & Gabanna para no fomentar la violencia de g¨¦nero, considero que, por la misma causa, se deber¨ªa retirar tambi¨¦n otro anuncio que estos d¨ªas estamos viendo en la televisi¨®n. El producto en cuesti¨®n se llama Iberia Protect y, colocado en el interior de la lavadora, impide que las ropas de distintos colores se da?en entre s¨ª. (Yo, en el armario de la limpieza tengo siete paquetes). Hasta aqu¨ª, ni rastro de incorrecci¨®n. Pero es que la voz en off del anuncio, que es una voz femenina, dice -cito de memoria- que el producto est¨¢ pensado especialmente para los hombres, dada la incapacidad cong¨¦nita de estos para separar la ropa por colores.
No s¨¦, amigas. Decir en la televisi¨®n que los hombres no son capaces de separar la ropa de la lavadora por colores s¨®lo puede significar dos cosas: que todos los hombres son dalt¨®nicos, cosa que es una falsedad, o que todos los hombres son tontos del culo, pero tontos, muy tontos, cosa que es (adem¨¢s de una falsedad) violencia psicol¨®gica de g¨¦nero. Y no me digan que ese anuncio es una exageraci¨®n publicitaria, porque el anuncio de Dolce & Gabanna tambi¨¦n. Si no permitimos el sexismo, no debemos permitirlo con ninguno de los sexos. Nada, nada. Hay que retirarlo, porque podr¨ªa inducir a las mujeres a tratar a los hombres como seres inferiores. Y quien dice tratar, dice maltratar. Adem¨¢s, no es el primer anuncio que es vejatorio con estos pobres seres que han tenido la desgracia de nacer con bolsa escrotal. Hay otro, de caf¨¦ soluble, que se caracteriza por tener un envase tan sencillo de abrir que sus fabricantes te prometen que, por fin, abri¨¦ndolo, los hombres podr¨¢n hacer m¨¢s de una cosa a la vez. Desde luego, estos anuncios incitan a la vejaci¨®n. Despu¨¦s de ver este anuncio, nuestras adolescentes s¨®lo tendr¨¢n ganas de dar un cap¨®n a cualquier hombre que vean. Por tonto.
Supongo que las distinguidas miembros (con perd¨®n) del Instituto de la Mujer no lo ver¨¢n igual que yo. Tal vez ellas dir¨¢n eso de que las mujeres llevamos a?os de injusticias y vejaciones, y que, por lo tanto, ellas s¨®lo se encargan de lo referente a las mujeres. En fin, no ser¨¦ yo quien lo discuta. No discuto que llevamos siglos de injusticias y aunque crea que los siglos de injusticias no tienen nada que ver con un anuncio, me guardar¨¦ mis opiniones para m¨ª. Pero, sinceramente, as¨ª como las feministas tienen excusa para no querer retirar este anuncio que les cuento, los que no tienen excusas son Los Verdes, los de la Asociaci¨®n de Usuarios de la Comunicaci¨®n y los de la Federaci¨®n de Consumidores en Acci¨®n. ?stos, si se quejan del sexismo de un anuncio, deber¨ªan quejarse del sexismo del otro. Porque ser¨ªa muy sexista que no fuese as¨ª. Mientras, yo sigo dando pasos de gigante hacia la correcci¨®n. A partir de ahora, cuando escriba sobre la prehistoria, no hablar¨¦ del "hombre de Neanderthal". Hablar¨¦ de "la persona de Neanderthal". O de "el/la hombre/mujer de Neanderthal". Pero ustedes protesten por el anuncio, que yo no respondo de m¨ª.
moliner.empar@gmail.com
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