El sector agrario urge a que se regule el uso de biocombustibles

El sector agrario ha urgido a la Administraci¨®n para que se proceda de forma urgente a la regulaci¨®n de la mezcla de los biocombustibles en los carburantes que usa el transporte. Las asociaciones agrarias se?alan que, si no se da luz verde a las mezclas, que empezar¨ªan por un 2% para alcanzar el 5,8% en 2010, se puede venir abajo la alternativa de los cultivos energ¨¦ticos, casi dos millones de hect¨¢reas previstas para estos usos.

Responsables del Ministerio de Agricultura han se?alado igualmente la necesidad de que se aplique cuanto antes esta pol¨ªtica y as¨ª se lo han hecho saber al Ministerio de Industria. Las empresas que operan en el segmento de los biocarburantes, fundamentalmente con el bioetanol, se?alan igualmente la necesidad de dar salidas r¨¢pidas a la situaci¨®n.

Para el responsable de los servicios t¨¦cnicos de UPA, Javier Alejandre, la Administraci¨®n debe cumplir cuanto antes con los compromisos comunitarios para llevar a cabo las mezclas de bioetanol en las gasolinas y de biodi¨¦sel si se pretende cumplir el objetivo comunitario de llegar al 5,75% en el uso de biocarburantes en 2010. El incumplimiento de ese compromiso pueda enterrar el futuro de los cultivos energ¨¦ticos y poner en peligro las grandes inversiones de las industrias. El sector reclama que se aplique ya una mezcla del 2% para llegar al 5,8% en 2010.

En la actualidad, el bioetanol ¨²nicamente se utiliza como aditivo para mejorar el octanaje de la gasolina y no como mezcla directa en el combustible. Y para ello, es m¨¢s que suficiente la producci¨®n del grupo Abengoa en sus plantas de Galicia y Cartagena. Por este motivo, la producci¨®n de la planta de Abengoa y Ebro en Salamanca, hasta su cierre temporal por la fuerte subida de los precios de los cereales, se ha tenido que exportar a pa¨ªses de la UE.

En relaci¨®n con el desarrollo de los cultivos para biodi¨¦sel en Espa?a, sobre todo colza y girasol, las organizaciones agrarias y las industrias suscribieron un contrato tipo por el que se regulan las relaciones entre ambas partes. El contrato tipo no establece unos precios de compra, pero se?ala la posibilidad de que cada empresa establezca unos precios m¨ªnimos que se pueden incrementar en funci¨®n de dos variables: el comportamiento de los precios de los productos energ¨¦ticos y tambi¨¦n el de las materias primas para usos alimentarios.

Frente a lo que suced¨ªa en la campa?a anterior donde cada empresa aplicaba su pol¨ªtica con cada agricultor, a partir de este contrato se establece el pago del 70% del precio a los 90 d¨ªas desde la entrega de la materia prima y el 30% restante con los incrementos que correspondan en un plazo de 30 d¨ªas.