Libertad o esclavitud
Partidarios de la regulaci¨®n legal de la prostituci¨®n y de su abolici¨®n debaten en Bilbao sus diferentes propuestas
La situaci¨®n de la prostituci¨®n se encuentra sobre la mesa de debate sin que se pueda vislumbrar en un futuro cercano una soluci¨®n adecuada. De la misma forma en que la ponencia de la comisi¨®n mixta Congreso-Senado que desde el pasado mes de mayo lleva escuchando la opini¨®n de expertos en la materia concluir¨¢ sus trabajos el pr¨®ximo d¨ªa 13 sin decidir si regular el ejercicio de la prostituci¨®n o prohibir la compra de servicios sexuales, la jornada organizada ayer al respecto por la Fundaci¨®n Sabino Arana no hall¨® una v¨ªa de encuentro entre quienes defienden una u otra postura.
La jornada de trabajo Prostituci¨®n: un negocio sin regulaci¨®n, que se desarroll¨® en Bilbao, analiz¨® experiencias como la de Suecia, que en 1999 declar¨® ilegal esa actividad o la de Catalu?a, donde la Generalitat ha elaborado un proyecto para regular la prostituci¨®n como un contrato de arrendamiento de servicios.
S¨®lo uno de cada ocho hombres sigue contratando servicios sexuales en Suecia desde su prohibici¨®n
Lo que est¨¢ claro es el rechazo un¨¢nime a la actividad como explotaci¨®n de la mujer y ligada al tr¨¢fico de personas. Sin embargo, colectivos de prostitutas piden que se regularice su situaci¨®n, en una profesi¨®n que ejercen "libremente".
En esa misma l¨ªnea se expres¨® Josep Mar¨ªa Tamarit, catedr¨¢tico de Derecho Penal de la Universidad de Lleida, quien afirm¨® que "el conjunto de reformas normativas" para abordar el problema de la prostituci¨®n "debe tener como base el reconocimiento legal de la validez de la relaci¨®n sexual comercial". "Por supuesto que existe una prostituci¨®n libre y otra no libre, que es la que hay que combatir. Para la otra, hay que escuchar a los colectivos de prostitutas asociadas, que tienen mucho que decir", a?adi¨®.
Para Tamarit resulta importante evaluar otros modelos que se est¨¢n aplicando en pa¨ªses europeos como Holanda y Alemania, que han regulado esta actividad. El catedr¨¢tico considera que el caso sueco de prohibici¨®n "est¨¢ consiguiendo pocos resultados", seg¨²n apuntan varios informes, ya que, aunque se ha conseguido erradicar la prostituci¨®n de las calles, no se ha logrado que desaparezca de otros lugares, como los barcos.
Eva Engman, representante de la Cooperaci¨®n B¨¢ltica Contra el Tr¨¢fico de Mujeres y presidenta de un refugio para mujeres, opin¨® que la prostituci¨®n constituye "un tipo de violencia hacia la mujer". En su pa¨ªs "no es considerada como algo a lo que se pueden dedicar las mujeres como libre decisi¨®n". Engman resalt¨® que en Suecia el 80% de los ciudadanos respalda la ley que ha declarado ilegal la prostituci¨®n y castiga al cliente. Quien solicita los servicios de una prostituta puede ser desde multado con cierta cantidad de dinero a condenado a seis meses de c¨¢rcel. En 2005, un total de 32 clientes fueron condenados, aunque luego se les cambi¨® la pena por el pago de multas.
Engman agreg¨® que desde la prohibici¨®n, en Suecia "s¨®lo uno de cada ocho hombres sigue contratando estos servicios". Sin embargo, reconoci¨® que "no se puede erradicar la prostituci¨®n, pero s¨ª acabar con la violencia hacia las mujeres". "Es importante centrarnos en los hombres, que son los que consumen la prostituci¨®n y los que, en general, ejercen la violencia contra las mujeres", destac¨®.
Tamarit consider¨® que ese modelo abolicionista peca de "falta de realismo" y recalc¨® que la peor de las situaciones que se pueden tener "es la alegalidad". Es as¨ª como se encuentran actualmente estas mujeres en Espa?a, abund¨®, "porque no hay abolicionismo ni tampoco se legaliza ni se regula", lo que deja a las prostitutas en un limbo legal y expuestas a la explotaci¨®n.
El catedr¨¢tico catal¨¢n explic¨® el proyecto de la Generalitat, que trata de regular "hasta donde las competencias de una comunidad aut¨®noma permiten" y de manera "realista", la actividad de quienes venden servicios sexuales dentro de pisos o locales. Tamarit, quien fue asesor del Gobierno catal¨¢n en la elaboraci¨®n de esta ley, indic¨® que esta regulaci¨®n establece que hay una parte d¨¦bil del contrato, la prostituta, que debe ser protegida. Agreg¨® que, regulando la prostituci¨®n dentro de pisos, las trabajadoras del sexo tienen mayores garant¨ªas sanitarias y de seguridad.
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