De la escasa coordinaci¨®n municipal
En el n¨²mero 658 de la Gran Via barcelonesa hay una casa catalogada. Se llama Casa Oller y es de tipo modernista con ornamentos medievalizantes. Una de esas joyas que ha dejado la historia en el cruce de los siglos XIX y XX. La fachada es espectacular y tambi¨¦n la parte trasera, la que da al t¨ªpico patio interior, hecha con ventanales emplomados y vitrales. ?Toda? Toda no, hay un piso en el que esos vitrales han sido eliminados por vulgares ventanas de PVC o aluminio, blanco en este caso. Visto desde el patio interior de manzana, donde juegan los ni?os del colegio de los jesuitas y los de una cercana guarder¨ªa, resulta toda una agresi¨®n a la vista.
El piso en cuesti¨®n est¨¢ ocupado por una empresa que lleva all¨ª seis a?os y que ya se encontr¨® hecho el desaguisado. La propiedad del inmueble, que se expresa a trav¨¦s del administrador de la finca, lo tiene claro: arreglar una cosa as¨ª cuesta un dinero. "No hay vidrieros que puedan arreglar estas cosas, y los pocos que hay ni siquiera dan presupuesto, piden unos 2.000 euros la hora. Reponer el ventanal es prohibitivo". Y a?ade que las otras vidrieras est¨¢n fatal porque no es s¨®lo el cristal el que sufre, es, sobre todo, el hierro que lo soporta, que est¨¢ corro¨ªdo.
El Ayuntamiento, a trav¨¦s de paisaje urbano, da ciertas ayudas: "No compensa", afirma muy serio el administrador de la finca.
De oca a oca
Este asunto depende de varios ¨¢mbitos municipales: el arreglo y la reposici¨®n, de Paisaje Urbano, que, explica un representante municipal, no puede intervenir si no lo solicita el propietario o el inquilino del piso; depende tambi¨¦n de Patrimonio, que ignoraba totalmente la situaci¨®n de las vidrieras, pese a que llevan as¨ª al menos 10 a?os, seg¨²n sostiene el propio administrador de la finca. El tercer elemento que interviene es el distrito, que, por cierto, ha inspeccionado al menos media docena de veces un edificio contiguo en obras sin percibir la situaci¨®n de las traseras de la Casa Oller. Y se ve, ?vaya que se ve! "Es que estos inspectores no conocen las normas de patrimonio", asegura un portavoz municipal para justificar la inacci¨®n de la Administraci¨®n local.
El caso es que el distrito (Eixample) autoriz¨® en su d¨ªa la sustituci¨®n de las antiguas vidrieras y de los viejos emplomados por las ventanas de moderno material, y lo hizo porque ese tipo de obra no necesita ninguna licencia. Basta con que el propietario comunique la obra al municipio, que se da por "enterado". Un portavoz del distrito reconoci¨® que no hay "una luz roja" que avise al funcionario de la ventanilla que se da por enterado de que se trata de un edificio protegido. Deber¨ªa haber coordinaci¨®n municipal, pero no la hay. Al menos en este caso, de ning¨²n tipo.
Y ahora ?qu¨¦? Nada. Si el propietario no quiere, no tiene por qu¨¦ reponer nada. Despu¨¦s de todo, ¨¦l hizo lo que le ped¨ªa el Ayuntamiento. Es el Ayuntamiento el que no ha establecido cautelas para proteger lo que ¨¦l mismo considera patrimonio ciudadano.
Para enviar quejas a esta secci¨®n hay que dirigirse a Catalunya@elpais.es a la atenci¨®n de Francesc Arroyo
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