El fiscal pide condena s¨®lo por abusos para el pederasta que sodomizaba beb¨¦s
El escrito concluye que no se trata de violaci¨®n porque no hubo violencia ni intimidaci¨®n
El fiscal pide 36 a?os de c¨¢rcel para ?lvaro Iglesias, conocido como Nanysex, por ocho delitos de abusos sexuales a ni?os de uno y dos a?os, seg¨²n aparece en el sumario del caso, al que ha tenido acceso EL PA?S. Iglesias fue detenido junto con otros tres procesados en 2005 despu¨¦s de que la polic¨ªa siguiera el rastro por Internet de v¨ªdeos y fotos de pornograf¨ªa infantil. El ministerio p¨²blico no les acusa de violaci¨®n sino de abusos sexuales. El c¨®digo penal exige desde 1995 que haya "violencia o intimidaci¨®n" para que exista violaci¨®n y el fiscal no las ve en este caso, aunque afirma que hubo sodomizaciones.
La Interpol descubri¨® en marzo de 2005 una serie de fotograf¨ªas y v¨ªdeos de pornograf¨ªa infantil que circulaban por la Red. Las v¨ªctimas eran ni?os muy peque?os, la mayor¨ªa de uno y dos a?os de edad. Los hechos inclu¨ªan felaciones y sodomizaciones, seg¨²n afirma el fiscal. Un billete de cercan¨ªas de Renfe expedido en Atocha y una toalla del hospital La Paz llevaron a la polic¨ªa hasta el pa¨ªs en el que se hab¨ªan elaborado las im¨¢genes, Espa?a, y la investigaci¨®n posterior condujo a tres autores: ?lvaro Iglesias, apodado en Internet Nanysex, un inform¨¢tico que ten¨ªa entonces 23 a?os y que hab¨ªa trabajado como canguro en Murcia y Madrid; Eduardo G¨®mez, estudiante universitario de Lleida de 24 a?os; y Jos¨¦ G¨®mez, gallego de 23. Fueron detenidos en mayo de 2005 y est¨¢n desde entonces en prisi¨®n preventiva.
El fiscal del caso pide 36 a?os de c¨¢rcel para ?lvaro Iglesias, 13 y medio para Eduardo S¨¢nchez y 24 para Jos¨¦ G¨®mez. Hay otro procesado, Antonio Olmos, para el que se piden 10 a?os de prisi¨®n por difundir por Internet las im¨¢genes que los otros grababan pero en cuya elaboraci¨®n ¨¦l no particip¨®.
Siete menores v¨ªctimas
El sumario habla de siete menores v¨ªctimas de esta red. Aparte de otros abusos, cuatro de los ni?os han sufrido sodomizaciones y penetraciones por la boca, seg¨²n el fiscal. Dos ten¨ªan dos a?os cuando ocurrieron los hechos -los que supuestamente fueron violados por ?lvaro Iglesias, Nanysex- y los otros dos menores -agredidos por Jos¨¦ G¨®mez-, seis a?os cada uno. El fiscal pide por estos hechos no una condena por violaci¨®n sino por abusos sexuales. La violaci¨®n exige, seg¨²n el c¨®digo penal vigente, de 1995, "acceso carnal por v¨ªa vaginal, anal o bucal" con "violencia o intimidaci¨®n". Los abusos sexuales por los que acusa el fiscal se refieren a la misma conducta pero "sin violencia o intimidaci¨®n y sin que medie consentimiento". Y se entiende que nunca hay consentimiento cuando la v¨ªctima es menor de 13 a?os.
El c¨®digo penal anterior, de 1973, consideraba violaci¨®n tanto las agresiones sexuales con violencia o intimidaci¨®n como las cometidas contra menores de 12 a?os o "personas privadas de raz¨®n y sentido". Pero estos dos supuestos se eliminaron de la nueva regulaci¨®n, y hay pocas sentencias que hablen de la violencia o intimidaci¨®n en menores tan peque?os como los de este proceso. En cualquier caso, en uno de los v¨ªdeos, seg¨²n el sumario, se aprecia que uno de los ni?os, de dos a?os, "llora mientras se le introduce un pene por la boca".
La diferencia entre la violaci¨®n a menores y los abusos sexuales se traduce en cinco a?os de c¨¢rcel. La pena por violaci¨®n cuando "la v¨ªctima es especialmente vulnerable por raz¨®n de su edad" es de 12 a 15 a?os y cuando se trata de abusos sexuales con penetraci¨®n es de 4 a 10 a?os.
Los menores no ten¨ªan lesiones f¨ªsicas cuando se detuvo a los presuntos autores. Ya hab¨ªan pasado entre uno y tres a?os desde que se grabaron los v¨ªdeos. Los dos ni?os mayores, de seis a?os cuando se elaboraron las grabaciones, tienen secuelas psicol¨®gicas. Los peritos hablan de "inquietud, ansiedad, malestar y desasosiego" en los menores y "un claro temor" a su presunto agresor. No descartan que los otros ni?os tengan secuelas psicol¨®gicas en el futuro.
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