Alonso no prev¨¦ que el Estado Mayor le pida m¨¢s tropas para Afganist¨¢n

El ministro de Defensa, Jos¨¦ Antonio Alonso, asegur¨® ayer que "no ha recibido ni tiene previsto recibir" ninguna petici¨®n del Estado Mayor de la Defensa para aumentar las tropas en Afganist¨¢n. Las palabras del ministro, en respuesta a una pregunta del senador del PP Alejandro Mu?oz-Alonso sobre las medidas que piensa adoptar el Gobierno ante el recrudecimiento de la ofensiva talib¨¢n en Afganist¨¢n, descartan a corto plazo un aumento de los actuales 690 militares.

Fuentes militares indicaron que el jefe del Estado Mayor de la Defensa, F¨¦lix Sanz, no pedir¨¢ al ministro ning¨²n refuerzo hasta que ¨¦ste se lo indique y dicha indicaci¨®n parece m¨¢s lejana tras la respuesta de ayer. El a?o pasado, el entonces ministro, Jos¨¦ Bono, mantuvo congelada una petici¨®n de aumento de tropas para Afganist¨¢n durante mes y medio y s¨®lo accedi¨® a que Sanz se la presentara a principios de abril, pocos d¨ªas antes de dimitir, de forma que fue el primer asunto que Alonso tuvo que despachar al llegar a su nuevo puesto.

La tesis de Alonso es que el peligro al que se enfrentan las tropas espa?olas en Afganist¨¢n es de car¨¢cter terrorista (atentados suicidas, minas, explosivos improvisados) y que, por tanto, el aumento de tropas no reduce el riesgo de bajas sino que, a efectos estad¨ªsticos, lo aumenta.

"Una mina la ponen con 700 efectivos o con 7.000 y es m¨¢s probable que pongan m¨¢s minas cuando tienes 7.000 que 700", argument¨® ayer Alonso. La situaci¨®n ser¨ªa distinta, seg¨²n fuentes pr¨®ximas al ministro, si se pasara a una fase de combates abiertos.

Comparaci¨®n con Irak

Altos mandos militares creen, por el contrario, que la proliferaci¨®n de atentados terroristas aumenta el estr¨¦s de los soldados, por lo que es necesario aumentar la plantilla y reducir la duraci¨®n de las misiones. El ¨²nico modo de reducir el riesgo de bajas, argumentan, es acuartelarse y limitar las salidas, pero esta medida, ahora que el buen tiempo facilita la movilidad, supondr¨ªa renunciar a buena parte de los proyectos de reconstrucci¨®n que se han puesto en marcha y dejar vac¨ªos de poder que ser¨ªan ocupados por los talibanes, los narcotraficantes o los se?ores de la guerra.

Otra raz¨®n para no aumentar las tropas, seg¨²n fuentes gubernamentales, es que ello obligar¨ªa a pedir autorizaci¨®n al Congreso. Izquierda Unida ha dejado claro que votar¨ªa en contra y el PP, aunque ayer adelant¨® su hipot¨¦tico apoyo a trav¨¦s del senador Mu?oz-Alonso, no por ello dejar¨ªa de intentar desgastar al Gobierno, equiparando las situaciones de Afganist¨¢n e Irak.

Por eso, el ministro empez¨® ayer su respuesta leyendo la resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU que ampara la operaci¨®n de la OTAN. Tras recordar que en Irak "se mont¨® una guerra equivocada", asegur¨® que las tropas espa?olas no participan en ninguna guerra en Afganist¨¢n, "porque Naciones Unidas no hace la guerra sino la paz".

El objetivo del Gobierno es enfriar la pol¨¦mica sobre el conflicto de Afganist¨¢n y sacarla de la agenda pol¨ªtica. Una muestra de ello es que ni siquiera hay fecha todav¨ªa para que el ministro comparezca ante la Comisi¨®n de Defensa del Congreso e informe sobre muerte de la soldado Idoia Rodr¨ªguez Buj¨¢n, el pasado 21 de febrero en Afganist¨¢n, a pesar de que Alonso pidi¨® su comparecencia voluntaria el mismo d¨ªa.

Tres semanas despu¨¦s, apagada ya la pol¨¦mica sobre si la condecoraci¨®n concedida a la primera militar espa?ola muerta en una operaci¨®n en el exterior deb¨ªa ser roja (reservada a operaciones de combate) o amarilla (como fallecida en acto de servicio) parece haber deca¨ªdo el inter¨¦s de la oposici¨®n por conocer las circunstancias que rodearon el ataque y las medidas de prevenci¨®n adoptadas desde entonces.