La jefa de la universidad
Trinidad Morgades busca sembrar valores humanos como vicerrectora en Guinea Ecuatorial
"El pa¨ªs ha pasado por un diluvio y ahora estamos empezando. Hacemos todo lo posible para continuar lo que se empez¨® hace tiempo". Trinidad Morgades naci¨® en Malabo (Guinea Ecuatorial), cuando a¨²n se llamaba Santa Isabel, en 1931. Estudi¨® filosof¨ªa y Letras y Lenguas Germ¨¢nicas en Canarias y en Barcelona y hoy es vicerrectora de la universidad de Guinea Ecuatorial, una de las dos que hay en el pa¨ªs.
Est¨¢ un poco cansada de refranes espa?oles y proverbios africanos que definen la educaci¨®n pero no la arreglan. "Educar a un ni?o es educar a una persona; educar a una ni?a es educar a una familia", dice uno de esos discursos que "tienen raz¨®n", pero de nada sirven si no se pasa a la acci¨®n.
En la universidad hay apenas 60 mujeres entre los 1.000 alumnos, pero ella dice que todo sigue su curso, que las cosas van cambiando. Reivindica residencias para que las alumnas sigan educ¨¢ndose al margen de la formaci¨®n acad¨¦mica: "Que se eduquen en valores, no nos basta con que tengan una carrera". Para solucionar la educaci¨®n en ?frica, dice, no hace falta inventar la p¨®lvora, hay que observar las experiencias que fueron bien. "No hay nada nuevo, la historia sigue procesos paralelos, seguimos creyendo en los valores que nos dio Espa?a, pero no hay que descuidarse", se r¨ªe, acord¨¢ndose de la historia terrible que ha pasado Espa?a y c¨®mo ha tenido que renovar de nuevo todas sus pol¨ªticas.
"Como siempre ocurre", tras el diluvio guineano ha habido m¨¢s v¨ªctimas femeninas que masculinas. "Eso siempre pasa" y las cifras dibujan una educaci¨®n que todav¨ªa no ha encontrado el equilibrio de g¨¦nero, pero que, seg¨²n cuenta Morgades, camina poco a poco hacia ¨¦l.
"No me siento discriminada, trabajo bien como vicerrectora, no hay que tener complejo, ni como mujer, ni de raza, hay que opinar y decir las cosas". Eso es lo que quiere que aprendan las mujeres que se forman en su universidad.
En todo caso, si hay cambios, esos tendr¨¢n que venir de la educaci¨®n, un ¨¢mbito en que el continente africano tiene a¨²n muchos deberes que hacer. Hay que educar a los ni?os, pero la asignatura pendiente son las ni?as, a las que sus padres alejan de la escuela para casarlas cuando a¨²n son unas cr¨ªas.
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