Las condenas por violencia dom¨¦stica se disparan del 38% al 67% con la ley integral

La Ley Integral contra la Violencia de G¨¦nero ha invertido los porcentajes de condenas y absoluciones. Antes de su entrada, en vigor en junio de 2005, s¨®lo el 38% de los juicios celebrados en Euskadi acababa en condena, mientras que el 62% terminaba en absoluci¨®n. A partir de esa fecha, las condenas alcanzan el 67% de los casos, frente a un 33% de las absoluciones, seg¨²n recoge un estudio encargado por el Departamento de Justicia. Su titular, Joseba Azkarraga, present¨® ayer las conclusiones, que constatan algo ya sabido: la inmensa mayor¨ªa de las v¨ªctimas son mujeres.

El estudio, dirigido por Manuel Calvo, profesor de la Universidad de Zaragoza y ex director del Instituto de Sociolog¨ªa Jur¨ªdica de O?ati, tiene como objetivo conocer la respuesta que los juzgados vascos han dado a los casos de violencia machista y a la ejercida contra padres o hijos tras la entrada en vigor de la Ley Integral contra la Violencia Dom¨¦stica y de G¨¦nero. Para su realizaci¨®n, se han recogido datos de 1.000 expedientes judiciales comprendidos entre el segundo semestre de 2005 y el primero de 2006 y se han analizado 588 casos que han concluido en sentencia, seg¨²n detall¨® ayer Azkarraga en San Sebasti¨¢n, en el marco del primer Congreso sobre Violencia de G¨¦nero e Intrafamiliar organizado por su departamento.

Hasta junio de 2005, los juicios de faltas eran la respuesta judicial ordinaria en el 84% de los casos, por lo que las condenas se concretaban en una multa o una pena de arresto de fin de semana. En este ¨²ltimo caso, y ante la falta de infraestructuras adecuadas, se daba la paradoja de que la v¨ªctima se ve¨ªa obligada a compartir el hogar con su agresor durante la sanci¨®n, seg¨²n resalt¨® el consejero. El tiempo transcurrido entre la denuncia y la decisi¨®n judicial era "excesivo" y el 62% de los juicios terminaba en absoluci¨®n, frente al 38% de condenas.

Sin embargo, con la entrada en vigor de la ley integral, la situaci¨®n cambia "de manera sustancial". Para empezar, lo que antes era considerado falta ahora, en la mayor¨ªa de los casos, es delito. Las absoluciones han descendido hasta el 33%, mientras que las condenas se sit¨²an en el 67%. Y la prisi¨®n empieza a ser el castigo principal en los supuestos de maltrato a la pareja o ex pareja, seg¨²n apunta el estudio.

La respuesta de los juzgados se ha agilizado gracias a los juicios r¨¢pidos, aunque Azkarraga advirti¨® de que habr¨¢ que estar "alertas" para que la rapidez no impida detectar casos de violencia machista que vienen de lejos y se sancione, por tanto, s¨®lo un hecho puntual.

Retirada de la denuncia

El pasado a?o el n¨²mero de denuncias subi¨® un 10% respecto a 2005 y se incoaron 3.915 asuntos penales. El consejero interpret¨® este dato como "positivo", pues considera que puede significar que las mujeres que sufren la violencia machista tienen menos miedo a denunciar a sus agresores que antes, y no necesariamente que se dan m¨¢s casos.

Pese a eso, la mayor¨ªa de las sentencias absolutorias (el 90%) tiene su origen en la falta de pruebas, provocada a su vez, en un 77% de los casos, porque la mujer retira la denuncia o no coopera con la Fiscal¨ªa en el mantenimiento de la acusaci¨®n. En un 37% de estos casos, la denuncia ni siquiera hab¨ªa sido formulada por la v¨ªctima, seg¨²n refleja el estudio. Tras este comportamiento puede haber miedo o el deseo de dar "una segunda, tercera o cuarta oportunidad al agresor, algo que est¨¢ demostrado que no sirve", coment¨® Azkarraga.