Un memento, por favor
Este art¨ªculo podr¨ªa titularse "Algunas cosas que usted posiblemente ignore sobre el inmortal Jos¨¦ Luis Coll". Como, por ejemplo, la prehistoria teatral de Tip y Coll antes de convertirse en pareja art¨ªstica, o sea, mucho antes de su oficial puesta de largo (y de bajo) en la madrile?a sala Top Less, all¨¢ por 1969. Retrocedamos siete a?os, o sea, hasta 1962. ?Alguien se acuerda de La tortuga perezosa, aquel ins¨®lito programa televisivo que parec¨ªa la respuesta patria al Goon show de Peter Sellers y Spike Milligan? Duraba media hora y era una marcianada absoluta escrita por V¨ªctor Vadorrey, Manuel Ruiz-Castillo y el propio Coll, que tambi¨¦n protagonizaba buena parte de los sketchs. El ¨¦xito del programa motiv¨® que el director Pepe Osuna pidiera al tr¨ªo de guionistas una extended version para el Marquina de Closas y Kramer, que se llam¨® El sue?o de unos locos de verano. All¨ª, se?oras y se?ores, en el verano del 63, se juntaron Tip y Coll por vez primera, secundados (o terciados) por Emilio Laguna. Vadorrey ven¨ªa de La Codorniz, Manuel Ruiz-Castillo (un grande del humor espa?ol, que por cierto acaba de publicar Muchos recuerdos de Tip, biograf¨ªa telekin¨¦sica del Groucho levantino) estaba a punto de escribir El extra?o viaje con Perico Beltr¨¢n, y el tr¨ªo Tip-Coll-Laguna asaltaba el patio de butacas, interpretaba escenas delirantes (habladas o mudas, en alternancia) y cantaba descacharrantes baladas y romances alien¨ªgenas con alegre partitura de Moreno Buend¨ªa.
Al verano siguiente repitieron la jugada en el Marquina, esta vez escrita por Coll, Ruiz-Castillo y Carlos Mu?iz (s¨ª, han le¨ªdo bien, el muy social dramaturgo de El tintero) bajo el t¨ªtulo de Oiga, mire, buena mujer, una de las frases fetiche de Tip, que de nuevo volvi¨® a compartir escenario con su compa?ero. Confiesen: ?a que no lo sab¨ªan? ?Y a que no sab¨ªan tampoco que Coll y Ruiz-Castillo adaptaron luego A funny thing happened on the way to the forum, el glorioso musical de Stephen Sondheim, con libro de Shevelove y Gelbart? Pues s¨ª: se llam¨® Golfus de Roma, el mismo t¨ªtulo que le pusieron los distribuidores a la pel¨ªcula de Lester, y se estren¨® en marzo del 64 en el Maravillas, dirigido por Jos¨¦ Osuna. Saza era Pseudolus, Tip era Marcus Lycus, Coll era Histerium y Luis Barbero era Erronius. Los decorados los firmaba Mingote y yo hubiera dado el me?ique de mi amigo imaginario por ver aquello, pero estaba muy ocupado leyendo Selecciones Dumbo.
En 1967, sin embargo, mi papi comenz¨® a llevarme al teatro y me present¨® a Coll (que era uno de mis h¨¦roes, con Locomotoro) en el camerino del Poliorama. La obra era Las mujeres sabias, de Moli¨¨re, dirigida por Narros. Coll interpretaba a Trissotin, el poeta pedante. "Ya ver¨¢s qu¨¦ poco digo", musit¨®, lac¨®nico. Aquel mismo a?o, adem¨¢s de rodar unas diecisiete pel¨ªculas, Coll hab¨ªa sustituido a L¨®pez V¨¢zquez en el Marquina en Amoor (era dif¨ªcil traducir Luv, el t¨ªtulo de la comedia de Murray Schisgal), junto a Jos¨¦ Mar¨ªa Prada y la Soler Leal.
En 1969 llega el hombre a la Luna y Tip y Coll a Top Less, que viene a ser lo mismo. Y en 1971, cuando las galas les salen por las orejas, vuelven a llamar al gran Ruiz-Castillo para que les escriba una comedia, porque Andr¨¦s Kramer, empresario del Marquina y entonces tambi¨¦n del Alc¨¢zar, quiere pillar cacho. Qu¨¦ bello es ser tonto era la historia de un ni?o lelo (Coll, vestido de marinerito) que se convierte en multimillonario al morir toda su parentela por una intoxicaci¨®n de mejillones, lo que desata la codicia del taimado don Cosme, administrador de la familia (Tip, naturalmente). La funci¨®n se estren¨® aquel verano en el Alc¨¢zar, dirigida por Ram¨®n Ballesteros, y si las cr¨®nicas no mienten fue la ¨²ltima vez que la pareja comparti¨® escenario teatral. Tambi¨¦n cabe rese?ar aqu¨ª otra actuaci¨®n memorable, por parejas fechas y en el planeta UHF: Antonio Drove, que estaba tan loco como ellos, les escribi¨® un especial de una hora llamado Pura coincidencia, durante buena parte del cual hablaban en japon¨¦s de camelo, previo intenso visionado de un ciclo de Mizoguchi en versi¨®n original para que ambos pillaran el soniquete.
Ahora viene un largo flash forward para saltarnos el paso a la inmortalidad de Tip y de nuevo nos encontramos a Coll pisando tablas aparentemente solo, porque pese a que el espect¨¢culo se llamaba Yo, el genio del bomb¨ªn no paraba de hablar de sus aventuras casi maritales con el monstruo de la chistera. Yo se present¨® en el Teatreneu barcelon¨¦s, antes de pasar al Centro Cultural de la Villa, y ten¨ªa mucho de vuelta a los or¨ªgenes: su mejor n¨²mero era aquel sketch (o "tunilla", como le llamaba) de la borrachera inversa, uno de los grandes n¨²meros, digno de Ramper, de Los locos de verano: Coll llega a una barra dando tumbos y a cada copa se va volviendo m¨¢s y m¨¢s sobrio. Esto sucedi¨® en 1999 y fue el p¨®rtico a sus ¨²ltimos ¨¦xitos, ya exclusivamente teatrales. En el verano de 2003 le vimos en el Reina Victoria junto a Mar¨ªa Isbert, Helga Lin¨¦ y Marisol Ayuso en la reposici¨®n de El cianuro solo o con leche, de Alonso Mill¨¢n, que gir¨® lo suyo, y en mayo de 2006 cumpli¨® 75 a?itos interpretando, en su segunda temporada, al Odioso se?or de tres sombreros de copa a las ¨®rdenes de Gustavo P¨¦rez Puig, con un reparto encabezado por ?ngeles Mart¨ªn y Cipriano Lodosa. Coll estaba ya un poco pachucho y al parecer se hizo de rogar, pero la funci¨®n, mil veces vista, casi tanto como La venganza de don Mendo, se convirti¨® en un taquillazo inesperado, primero en el Pr¨ªncipe-Gran V¨ªa y luego en incontables bolos de fin de semana. Y en un perfecto cierre de c¨ªrculo, porque Coll hab¨ªa debutado precisamente con Mihura: en 1959 sustituy¨® a Alfredo Landa como el berrinchoso Armando en la gira de Ninette y un se?or de Murcia. Larga vida eterna, maestro.
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