"Lo siento, no pude evitarlo"

La de ayer fue su ¨²ltima cumbre en Bruselas y por eso Jacques Chirac, el presidente franc¨¦s que en mayo abandonar¨¢ el El¨ªseo, quiso hacer balance. Casi todo fueron activos, pero un pasivo, el no a la Constituci¨®n fue el gran protagonista de su emotiva intervenci¨®n.

"Lo siento. Puede que no pudiera hacer todo lo que debiera para evitar algo que ha sido negativo para Europa y para Francia", reconoci¨® un Chirac que, sin embargo, en seguida se apresur¨® a socializar las culpas: "Hemos fracasado en el refer¨¦ndum, y para decirles la verdad, a m¨ª mismo me sorprendi¨®, lo que demuestra que al final, la demagogia tiene sus ventajas".

Los no de Francia y Holanda en 2005 sepultaron un Tratado Constitucional que, entre otras cosas, adaptaba el sistema de toma de decisiones a una Europa ampliada a 27 miembros. Alemania, el pa¨ªs que preside este semestre la UE, busca ahora una f¨®rmula para encaminar de nuevo el proceso constitucional. Pero ser¨¢n precisamente las pr¨®ximas lecciones francesas, y el nuevo inquilino del El¨ªseo, los que decidan en buena medida el camino a seguir para dar con un nuevo texto que acepten los Veintisiete.

El mea culpa de Chirac tambi¨¦n se extendi¨® a sus "tal vez excesivos reproches" a los pa¨ªses del Este por su alineaci¨®n con Washington ante la guerra de Irak.

Pero su balance fue positivo, ante "la aventura formidable de hacer entrar a Europa en los corazones y las mentes de los franceses". Habl¨® del euro, de la ecolog¨ªa y de los desaf¨ªos de la globalizaci¨®n, asuntos que, seg¨²n el presidente franc¨¦s, deber¨¢n estar presentes en el texto de la llamada Declaraci¨®n de Berl¨ªn, con el que se celebrar¨¢ el 50? cumplea?os de la UE.

Un escrito que, seg¨²n el presidente Jacques Chirac, debe tener un fuerte contenido social porque "Europa no puede salir airosa de la mundializaci¨®n m¨¢s que apoy¨¢ndose en la cohesi¨®n social". Tal vez fue ¨¦sa una de las lecciones que el presidente franc¨¦s ha extra¨ªdo del rechazo de sus ciudadanos a la Constituci¨®n, considerada por muchos franceses coja en cuanto a la protecci¨®n social.