27 pa¨ªses distintos y ?una sola historia?
Los expertos reconocen la dificultad de un libro de texto com¨²n, pero defienden que se supere la idea de Estado-naci¨®n
La b¨²squeda de unas se?as de identidad comunes en el pasado, que expliquen el presente y puedan ayudar a dise?ar el futuro de la UE, se encuentra detr¨¢s de los esfuerzos de grupos de historiadores y de las iniciativas de algunos dirigentes para elaborar un manual de historia com¨²n europea que est¨¦ a disposici¨®n de estudiantes de secundaria de los 27 pa¨ªses de la Uni¨®n. La canciller alemana, Angela Merkel, acaba de proponer que se lleve a cabo este proyecto en Europa. "Es cierto que resulta un empe?o muy dif¨ªcil y que debe responder a una decisi¨®n pol¨ªtica", comenta Ram¨®n Villares, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea y antiguo rector de la Universidad de Santiago de Compostela. "Pero", matiza con un ejemplo, "nadie imaginaba el ¨¦xito y la repercusi¨®n que iban a alcanzar los programas Erasmus de intercambio de estudiantes".
Tanto Villares como su colega Pedro Ruiz, que fue rector de la Universidad de Valencia, destacan que el reto m¨¢s complicado consiste en superar el enorme peso que la historia de los 27 Estados-naciones de la UE tiene en los programas educativos, bien sea en secundaria o en los niveles universitarios.
"Creo", afirma Ruiz, "que la reciente sugerencia de la canciller alemana puede pasar por un farol pol¨ªtico, pero detr¨¢s de sus intenciones existe un trabajo de historiadores europeos desde que se celebr¨® un seminario en la ciudad francesa de Blois en el a?o 2000".
Hasta ahora, el ¨²nico proyecto de libro de historia con cierto toque europeo es uno escrito por profesores franceses y alemanes que edit¨® Klett en Stuttgart y Nathan en Par¨ªs. Fuentes de la editorial alemana aseguraron que se han vendido ya 30.000 ejemplares y est¨¢ en marcha una segunda edici¨®n, pero no supieron decir en cu¨¢ntas escuelas se utiliza como texto.
La idea de un libro de historia com¨²n para toda Europa, que lanz¨® la ministra federal de Educaci¨®n alemana, la democristiana Annette Schavan (CDU), en una reuni¨®n en la ciudad alemana de Heidelberg, entra de lleno en el terreno de la pol¨ªtica-ficci¨®n. Por ahora no tiene la m¨¢s m¨ªnima viabilidad y se trata s¨®lo de una idea. As¨ª lo reconoc¨ªa un portavoz ministerial en Berl¨ªn, que dijo: "Se trata de un proyecto interesante, pero ser¨¢ un proceso largo. Ser¨ªa un libro de texto complementario a los ya existentes y tendr¨ªa car¨¢cter voluntario. No podr¨ªa ser obligatorio y se tratar¨ªa s¨®lo de una oferta. La propuesta de la ministra intentaba lanzar el debate".
En realidad, Schavan tiene muy poco o casi nada que decir sobre textos escolares. El Gobierno federal carece en Alemania de competencias en educaci¨®n. Son los Estados federados los que deciden todas las cuestiones relativas a la ense?anza secundaria. La libertad de ense?anza se considera sagrada en Alemania y la idea de un texto unificado repugna, aunque sea muy bien intencionado. Esta evidente defensa de la libertad de c¨¢tedra, de la autonom¨ªa de los centros y de la ¨²ltima decisi¨®n en manos de Gobiernos centrales o regionales, tambi¨¦n es subrayada por los profesionales espa?oles.
Santos Juli¨¢, premio Nacional de Historia del pasado a?o y profesor de la UNED, reconoce las dificultades de ese manual de historia europea, aunque proyecta optimismo hacia el futuro. "Desde un punto de vista acad¨¦mico, hoy ya es posible escribir historias transnacionales y, de hecho, existen buenos libros de historia europea. Por supuesto que un manual auspiciado por la UE no podr¨ªa ser obligatorio y tendr¨ªa que competir en el mercado. Ahora bien, yo creo que ser¨ªa muy ¨²til que existiera una asignatura de historia de Europa en la secundaria de los 27 pa¨ªses miembros en pie de igualdad con las historias nacionales".
La necesidad de superar el arraigo del Estado-naci¨®n, ya sea en Francia o en Luxemburgo, en Suecia o en Malta, aparece como el principal escollo. "Historiadores y pol¨ªticos", resume Villares, "hemos de librarnos de la seducci¨®n de un territorio vinculado al Estado-naci¨®n. Entre los pa¨ªses europeos existen m¨¢s interrelaciones de las que imaginamos. En definitiva, se trata de pensar en lo que nos une en el ¨¢mbito cultural, en el verdadero esp¨ªritu europeo".
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