El juez decreta el ingreso en prisi¨®n del presidente de la ONG Anesvad

El juez de guardia decret¨® ayer el ingreso en prisi¨®n provisional, comunicada y sin fianza, de Jos¨¦ Luis Gamarra, presidente de la ONG Anesvad (A nuestros enfermos servimos viendo a Dios), acusado de un delito de apropiaci¨®n indebida de fondos. Gamarra, de 60 a?os, fue detenido el pasado jueves en su domicilio de la capital vizca¨ªna. La investigaci¨®n, bajo secreto de sumario, apunta a un presunto agujero de cinco millones de euros en las cuentas de la organizaci¨®n, seg¨²n inform¨® el diario El Correo.

La memoria de Anesvad se?ala que el a?o pasado gestion¨® m¨¢s de 35 millones de euros. La cantidad dedicada a proyectos de desarrollo s¨®lo lleg¨® al 37,5%, muy por debajo del m¨ªnimo del 80% que fija la ley de Fundaciones. A lo largo de los ¨²ltimos a?os la ONG que preside Gamarra ha contado con excedentes que superaron el 30% del presupuesto en varios ejercicios. En 2003 Anesvad cre¨® un "fondo de cooperaci¨®n internacional", dotado con 7,6 millones de euros, que desapareci¨® al a?o siguiente. En 2005 sus cuentas vuelven a reflejar 13,5 millones en el fondo de cooperaci¨®n.

Anesvad abandon¨® la coordinadora espa?ola de ONG por no aceptar el c¨®digo de conducta que, entre otras condiciones de transparencia econ¨®mica, impide hacer campa?as publicitarias catastrofistas o que no respeten la dignidad de las personas beneficiadas. Anesvad ha hecho en los ¨²ltimos a?os campa?as utilizando im¨¢genes muy impactantes de menores y personas enfermas.

Hace a?o y medio un grupo de empleados abandon¨® la ONG al descubrirse que dos de sus directivos -el director general, Jos¨¦ Miguel Sustacha, y el director financiero, Francisco Mart¨ªnez- se hab¨ªan apropiado de medio mill¨®n de euros. El asunto no lleg¨® a los tribunales, en contra de la opini¨®n de la mayor parte de la plantilla, al alcanzar los implicados un acuerdo privado con Gamarra.

En sus casi 40 a?os de historia, Anesvad ha sido dirigida de forma personalista por su presidente. Ex empleados de la ONG aseguran que Gamarra, ante la menor discrepancia de sus colaboradores, afirmaba que la organizaci¨®n era "una dictadura" en la que s¨®lo se cumpl¨ªa su voluntad. Gamarra es c¨®nsul de Filipinas en Bilbao, cargo que le fue concedido por la labor desarrollada por su ONG en una leproser¨ªa de la isla de Culi¨®n.