Las batutas del relevo
La juventud cotiza al alza en el mundo de la direcci¨®n orquestal. Aunque la experiencia sigue siendo el arma m¨¢s valiosa para ejercer el control en el seno de una centuria sinf¨®nica, las j¨®venes batutas cobran cada d¨ªa mayor protagonismo en los auditorios, los teatros de ¨®pera y los estudios de grabaci¨®n. Cinco valores emergentes -el brit¨¢nico Daniel Harding (Oxford, 1975), el venezolano Gustavo Dudamel (Barquisimeto, 1981), el ruso Tugan Sokhiev (Vladikavkaz, Osetia del Norte, 1977), el finland¨¦s Mikko Franck (Helsinki, 1979) y el checo Jakub Hrusa (Brno, 1981)- forman el pelot¨®n de cabeza de una nueva generaci¨®n destinada a relevar a las actuales estrellas de la direcci¨®n. Saben que en este oficio el tiempo juega a su favor -los grandes directores nunca se jubilan y no pocos mueren al pie del ca?¨®n- y planifican su carrera a largo plazo con el firme apoyo, a¨²n relevante en el ¨¢mbito de la m¨²sica cl¨¢sica, de la industria del disco.
Juventud y experiencia se dan la mano en el caso de Daniel Harding, quien, a los 31 a?os, lleva ni m¨¢s ni menos que 13 de carrera profesional. Su m¨¦todo para llamar la atenci¨®n de Simon Rattle fue tan original como intr¨¦pido: con s¨®lo 17 a?os reuni¨® a un grupo de m¨²sicos para interpretar una obra de enorme dificultad, Pierrot lunaire, de Schoenberg, la grab¨® y envi¨® una copia al entonces titular de la Orquesta Sinf¨®nica de la Ciudad de Birmingham. Rattle, impresionando, le ofreci¨® un puesto de asistente y en menos dos a?os le brind¨® el deb¨² profesional con su orquesta.
Dicen que no hay nada peor para un joven director que superar los primeros cinco minutos de un ensayo. En ese corto lapso, o consigue que los m¨²sicos le tomen en serio o m¨¢s vale que vaya pensando en cambiar de oficio. Harding lo logra exponiendo con absoluta claridad y precisi¨®n sus ideas tras un estudio exhaustivo de la partitura. Sus brillantes cualidades llamaron tambi¨¦n la atenci¨®n de Claudio Abbado, que en 1996 le sirvi¨® en bandeja de plata el deb¨² con la Filarm¨®nica de Berl¨ªn. Tener a Rattle y Abbado como padrinos le abri¨®, ciertamente, las puertas del ¨¦xito, y el joven pupilo supo jugar bien sus cartas. Pas¨® seis a?os forjando repertorio al frente de la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen (19972003) -con esta joven formaci¨®n realiz¨® sus primeras giras en Espa?a- y empez¨® a darse a conocer en el medio discogr¨¢fico de la mano de Virgin.
El festival de Aix-en-Provence es su feudo oper¨ªstico, donde triunf¨® a lo grande dirigiendo Otra vuelta de tuerca, de Britten, en un soberbio montaje de Luc Bondy. Con esta fascinante ¨®pera debut¨® en el Covent Garden y firm¨® su mejor disco, al frente de la Mahler Chamber Orchestra, de la que es titular. Como director de ¨®pera, tiene un fino sentido teatral y una gran precisi¨®n en el foso. Mozart es una de sus pasiones -en el festival l¨ªrico franc¨¦s ha dirigido Cos¨¬ fan tutte, con Patrice Ch¨¦reau, y Don Giovanni, con Peter Brook, m¨¢s Idomeneo en la Scala- y frecuenta el gran repertorio, aunque da lo mejor de s¨ª mismo con los cl¨¢sicos del siglo XX y la m¨²sica contempor¨¢nea. Mantiene tambi¨¦n una relaci¨®n privilegiada con la Staatskapelle de Dresde y la Sinf¨®nica de Londres -vendr¨¢ de gira por Espa?a en mayo- y acaba de fichar por el sello Deutsche Grammophon, que lanzar¨¢ su primer trabajo, el Concierto para viol¨ªn, de Szymanowski, con Nicola Benedetti como solista.
El ascenso de Gustavo Dudamel es imparable. Tiene s¨®lo 25 a?os y en su fulgurante carrera como director de la Orquesta Juvenil Sim¨®n Bol¨ªvar de Venezuela ha conseguido seducir por completo a maestros como Abbado, su principal valedor, Rattle y Daniel Barenboim. En noviembre dirigi¨® en la Scala de Mil¨¢n un montaje de Don Giovanni y, aunque ya ha saboreado el ¨¦xito en importantes salas de Europa y Estados Unidos, se siente inmensamente feliz con su orquesta venezolana, con la que ha grabado las Sinfon¨ªas n¨²meros 5 y 7 de Beethoven en su bautismo discogr¨¢fico en Deutsche Gramophon, que anuncia pr¨®ximas grabaciones de la Sinfon¨ªa n¨²mero 5 de Mahler, y el montaje mozartiano de la Scala. Dudamel caus¨® sensaci¨®n con su orquesta en su deb¨²t en Espa?a, en diciembre, en el Teatro de la Maestranza de Sevilla.
Dudamel tiene carisma. Vi
ve la m¨²sica como un hecho trascendente, como una comuni¨®n espiritual con sus m¨²sicos que llega directamente al coraz¨®n del p¨²blico. Su magnetismo se comprueba en su impactante Beethoven, de una fuerza dram¨¢tica y un impulso r¨ªtmico que recuerda las explosivas lecturas del m¨ªtico Carlos Kleiber. Creci¨® junto a la Orquesta Juvenil Sim¨®n Bol¨ªvar, un maravilloso fruto del Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela, fundado y dirigido por Jos¨¦ Antonio Abreu con un revolucionario objetivo: crear orquestas infantiles y juveniles en los pueblos de Venezuela concebidas como motor de un cambio social para los m¨¢s desfavorecidos.
Beethoven es un s¨ªmbolo para esta orquesta, por eso sus interpretaciones transmiten energ¨ªa a raudales, como un torrente sonoro que arrolla al oyente. Pero no s¨®lo hablamos de fuerza expresiva: Dudamel tiene un concepto sonoro fascinante, de un virtuosismo cegador en los detalles y un pulso narrativo de sorprendente vitalidad.
Otra mete¨®rica carrera es la que protagoniza Tugan Sokhiev, flamante titular de la Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse. Tiene 29 a?os y en su agenda no hay fechas libres hasta 2011. En un mundo musical marcado por la uniformidad, por el sonido est¨¢ndar en las orquestas, por el trabajo profesional antes que por la novedad de los planteamientos, Sokhiev supone un soplo de aire fresco. Asombr¨® al p¨²blico del Teatro Real de Madrid en octubre con una electrizante versi¨®n de una ¨®pera de endiablada dificultad orquestal, El amor de las tres naranjas, de Sergu¨¦i Prok¨®fiev. Y asombra a todos quienes quieran escuchar su primer trabajo discogr¨¢fico en el sello Na?ve, un programa ruso con los Cuadros de una exposici¨®n de Moussorgski en la rutilante orquestaci¨®n de Ravel, y la Sinfon¨ªa n¨²mero 4 de Chaikovski. La mezcla de delicadeza y vehemencia asegura prodigiosos efectos, la tensi¨®n no decae nunca, el manejo del tempo y del ritmo en cada escena, el sentido del color y la fluidez narrativa provocan admiraci¨®n. No es f¨¢cil decir cosas nuevas en obras de un absoluto repertorio, mil veces grabado. Sokhiev lo consigue respirando con los m¨²sicos, a los que sabe pedir con pasmosa claridad lo que tienen que hacer para que la obra que dirige suene como suena en su cabeza. Intuici¨®n, imaginaci¨®n y poderosas dosis de convicci¨®n despliega a la hora de tratar con los m¨²sicos, a los que seduce plenamente por su t¨¦cnica y absoluto dominio de las partituras. En este sentido, sigue a pies juntillas el lema de su profesor en el conservatorio de San Petersburgo: "Dirige a los m¨²sicos, pero no les molestes".
Ya ha dirigido a conjuntos
como la Royal Concertgebouw, la Philharmonia Orchestra, la Nacional de Francia y la Sinf¨®nica de la Radio de Baviera, y ha dirigido ¨®pera en el Mariinski de San Petersburgo y el Metropolitan Opera House de Nueva York, feudos de su compatriota Valeri Gergiev. En Toulouse sucede a Michel Plasson y la orquesta est¨¢ feliz porque, tras el magn¨ªfico trabajo desarrollado por el veterano director, especialmente en el repertorio franc¨¦s, el conjunto vive ahora un nuevo idilio con este sensacional director al que le siguen la pista las mejores formaciones del planeta. Su pr¨®ximo disco es otro cl¨¢sico del repertorio, Pedro y el lobo, de Prok¨®fiev, su compositor fetiche.
La lista de ascensos fulgurantes concluye con Mikko Frank, director de la ?pera Nacional de Finlandia y de la Orquesta Nacional de B¨¦lgica, y el jovenc¨ªsimo Jakub Hrusa, director titular de la Philharmonia de Praga. Como en el caso de Harding, Frank posee ya una enviable experiencia pese a su juventud. Sus primeros discos, en el sello Ondine, dedicados a Sibelius, muestran a un veintea?ero capaz de lograr un virtuosismo sonoro y un aliento po¨¦tico a la Sinf¨®nica de la Radio de Suecia en obras tan hermosas como el poema sinf¨®nico En saga y las Leyendas de Lemmink?inen. Apasionado defensor de la creaci¨®n contempor¨¢nea, ha convertido al gran compositor Einojuhani Rautavara en uno de sus grandes caballos de batalla, al que ha consagrado excelentes grabaciones, entre ellas el estreno mundial de la ¨®pera Rasputin, con Matti Salminen en el papel titular, en un gran montaje editado en DVD.
Ya ha dirigido algunas de las mejores orquestas del mundo, entre ellas la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, la Philharmonia, la Sinf¨®nica de Chicago y la Filarm¨®nica de Israel, y sigue desarrollando su carrera con enorme inteligencia, sin concesiones al ¨¦xito f¨¢cil, cultivando con id¨¦ntica pasi¨®n el gran repertorio y la creaci¨®n actual.
El repertorio checo es, natu
ralmente, el principal caballo de batalla de Jakub Hrusa, en especial la obra de Dvor¨¢k, Jan¨¢cek y Suk. El a?o pasado debut¨® en Jap¨®n. Al frente de la New Japan Philharmonic y ya ha debutado con formaciones europeas como la Deutsches Sinfonie Orchester Berlin, la Sinf¨®nica de la BBC y la Orquesta del Capitole de Toulouse. Graba en exclusiva para el sello Supraphon, que ya ha publicado dos discos suyos -el primero es un atractivo monogr¨¢fico Dvorak con la Suite Checa y la colecci¨®n de Valses, opus 54- en un proyecto de diez grabaciones a lo largo de cinco a?os. La ¨®pera es una de sus pasiones y en su tercer disco grabar¨¢ La zorrita astuta, la deliciosa ¨®pera de Jan¨¢cek que dirigi¨® recientemente en el Teatro Nacional de Praga. Hrusa, que ha trabajado como asistente de Vlad¨ªmir Askenazi y Myung-Whun Chung, quiere difundir al m¨¢ximo el repertorio checo. Siente especial debilidad por Josef Suk -su interpretaci¨®n de la opulenta Sinfon¨ªa Asrael en 2004 con la Sinf¨®nica de la Radio de Praga fue determinante en su ascenso profesional- y quiere luchar por su m¨²sica en la escena internacional. Y no es el ¨²nico ejemplo. En sus planes entra la recuperaci¨®n de brillantes p¨¢ginas de Zdenek Fibich, V¨ªtezslav Nov¨¢k y Miroslav Kabel¨¢k. La tradici¨®n musical alemana, que estudi¨® a fondo durante su paso por la Universidad de las Artes de Berl¨ªn, es el otro firme pilar de su repertorio.
Comprometido tambi¨¦n con la creaci¨®n contempor¨¢nea -hace tres a?os fund¨® el conjunto Ensemble 21, especializado en la m¨²sica actual, y suele incluir nuevas partituras en muchos de sus conciertos como director invitado-, quiere seguir adentr¨¢ndose poco a poco en el mundo de la ¨®pera tras su exitosa experiencia con La zorrita astuta de Jan¨¢cek. En 2006 visit¨® dos veces Espa?a, actuando en Zaragoza, Barcelona, Oviedo, Murcia y A Coru?a, donde debut¨® al frente de la Sinf¨®nica de Galicia teniendo como solista de lujo a la gran pianista Elisabeth Leonskaja en el Concierto n¨²mero 4, de Beethoven. Hrusa complet¨® el programa con la Quinta Sinfon¨ªa de Dvor¨¢k y el estreno de una obra de Agust¨ª Charles.
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