Fundido Valencia

En el ejercicio de impotencia m¨¢s grande que se le recuerda en Mestalla, el Valencia se encontr¨® de pronto sin energ¨ªas. No iba ni para atr¨¢s ni para adelante. Las piernas no respond¨ªan. La cabeza, menos. Despu¨¦s de un mes al l¨ªmite, siempre tirando de f¨ªsico para suplir otras carencias, el cuadro de Quique se desplom¨®. Plaf. Mal momento eligi¨® Aragon¨¦s para cargar la selecci¨®n de valencianistas. Para uno que est¨¢ en forma, Joaqu¨ªn, lo dej¨® fuera. Lo mismo que Quique, que s¨®lo aprovech¨® al gaditano en la segunda parte. Joaqu¨ªn firm¨® lo ¨²nico decente de su equipo. El resto fue una procesi¨®n de cad¨¢veres. El Racing, en cambio, result¨® un conjunto lozano y ambicioso, impulsado por ese esp¨ªritu invencible de Munitis, un incordio de principio a fin que rubric¨® un excelente primer gol y entreg¨® el segundo. Asegur¨® la permanencia santanderina y descabalg¨® al Valencia de la Liga. La grada de Mestalla se fue vaciando un cuarto de hora antes del final. Salvo Joaqu¨ªn, todo lo dem¨¢s sobraba.

Mal momento ha elegido Aragon¨¦s para cargar la selecci¨®n de valencianistas

Embriagado por la complacencia de su aplaudido trabajo t¨¢ctico, Quique volvi¨® a plantar un equipo que si bien sirve para parar la locomotora interista deviene in¨²til a la hora de desbordar al ratonil Racing. Es una losa que viene arrastrando el Valencia en las ¨²ltimas jornadas. Armado atr¨¢s hasta los dientes, les pide a sus dos delanteros que se busquen la vida como puedan. Que aprovechen alguno de esos pelotazos que les lanzan de patio de colegio. No pueden. Si no suben los laterales: ayer a Del Horno s¨ª se le not¨® su larga ausencia por lesi¨®n y Miguel sigue desenfocado. Ni acompa?a ninguno de los dos mediocentros: Marchena a¨²n meti¨® alg¨²n pase intencionado, pero Albelda se ha quedado ko de repente. Ni los extremos desbordan: Silva tiende hacia el centro y Angulo ha entrado en una de esas fases de estar peleado con la grada y con el f¨²tbol. Resultado: Quique hurg¨® en el banquillo y encontr¨® a Joaqu¨ªn y Hugo Viana, que algo m¨¢s de creatividad s¨ª deb¨ªan ofrecer.

El Racing jug¨® con valent¨ªa, presion¨® muy arriba y evidenci¨® la torpe salida de bal¨®n de los anfitriones. Hurtando la pelota y armando veloces contragolpes siempre dirigidos por Munitis, que aparec¨ªa por todas partes. Siempre con la compa?¨ªa del gigant¨®n Zigic, que no falt¨® tampoco ayer a la cita con el gol. Es una simbiosis perfecta que ha sacado al Racing de los s¨®tanos de la Liga. Uno baja la pelota y el otro la emboca. As¨ª han hecho fortuna. As¨ª marcaron ayer en Mestalla. Y, s¨ª, la baj¨® Zigic, a quien no frenaba por alto ni todo el pelot¨®n de defensas valencianistas. Ni mucho menos David Navarro, que dio la batalla por perdida y ni siquiera disput¨® los saltos. El remate acrob¨¢tico de Munitis, cay¨¦ndose de lado y a bote pronto, dej¨® a Ca?izares de Don Tancredo.

Quique excluy¨® a Navarro en el descanso y mand¨® retroceder a Marchena de central, ahora que Luis lo ha llevado a la selecci¨®n para esas funciones. Mestalla se lanz¨® en brazos de Joaqu¨ªn, el ¨²nico con la claridad mental para darle la vuelta al partido. Demasiado solo. El equipo sigui¨® desfondado, siempre tarde a la presi¨®n, sin salir de la cueva, sin aire. Hasta Ca?izares se uni¨® a la molicie y dej¨® que se le colara una cabezadita de Oriol, que hab¨ªa rematado al primer palo un c¨®rner de Munitis, siempre Munitis. El Valencia lleg¨® as¨ª al final del trayecto en sus aspiraciones ligueras. Y lo que es peor: ofreci¨® indicios f¨ªsicos alarmantes. Albelda necesita un descanso. El problema es el p¨¢ramo en el banquillo. Lesionados Edu y Baraja, Hugo Viana no da para ganar partidos. Munitis, s¨ª, y sobre ¨¦l fraguaron sus compa?eros un brillante triunfo en Mestalla.