Las reticencias de checos y polacos impiden la firma conjunta de la Declaraci¨®n de Berl¨ªn

Alemania aspira a renovar "los fundamentos comunes" de la Uni¨®n Europea antes de 2009, seg¨²n el texto de la Declaraci¨®n de Berl¨ªn, que ser¨¢ aprobado ma?ana con ocasi¨®n del 50? aniversario del Tratado de Roma. La traducci¨®n de esta expresi¨®n cr¨ªptica al lenguaje comprensible significa que la canciller alemana, Angela Merkel, presidenta de turno de la UE, pretende lograr un consenso para modificar la Constituci¨®n europea antes de las elecciones europeas de 2009. La Declaraci¨®n no ser¨¢ firmada por los l¨ªderes de los Veintisiete, ante las reticencias de Polonia y la Rep¨²blica Checa.

?ste es el primer paso de Merkel para desatascar la UE del par¨®n institucional que padece desde el rechazo de Francia y Holanda al tratado constitucional en 2005. Otros siete pa¨ªses (Portugal, Irlanda, Suecia, Dinamarca, Reino Unido, Polonia y Rep¨²blica Checa) se han resistido a plantear su ratificaci¨®n.

Merkel tiene previsto dar el segundo paso en el consejo de junio pr¨®ximo, donde propondr¨¢ una hoja de ruta con el objetivo de que un nuevo tratado m¨¢s sencillo, m¨¢s comprensible y que seguramente no llevar¨¢ el nombre de Constituci¨®n, pueda ser aprobado y ratificado por los 27 Estados miembros en el segundo semestre de 2008, durante la presidencia de Francia. Todo ello al albur del resultado de las pr¨®ximas elecciones en Francia.

A pesar del tono gen¨¦rico, y de ser b¨¢sicamente un compendio de ideales y buenos prop¨®sitos, la Declaraci¨®n no ser¨¢ firmada por los l¨ªderes de los Veintisiete ante las reticencias manifestadas por algunos pa¨ªses como Polonia y la Rep¨²blica Checa. S¨®lo estampar¨¢n su firma Angela Merkel, el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, y el presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert P?ttering.

La Declaraci¨®n celebra que "gracias al ansia de libertad de los pueblos de Europa Central y Oriental hoy se ha superado definitivamente la divisi¨®n artificial de Europa. Con la unificaci¨®n europea, hemos aprendido la lecci¨®n de las confrontaciones sangrientas y de una historia llena de sufrimientos".

El texto, de escasos tres folios y con un lenguaje intencionadamente alejado del estilo burocr¨¢tico, est¨¢ estructurado en tres partes. Los valores o ideales, los desaf¨ªos y los logros alcanzados por la UE. Entre los ideales comunes, la Declaraci¨®n afirma que "el ser humano es el centro de todas las cosas". Asegura que "su dignidad es sagrada" y que "mujeres y hombres tienen los mismos derechos". Sostiene que la UE "se funda en la igualdad de derechos y la convivencia solidaria". As¨ª, a?ade, "hacemos posible un equilibrio justo entre los intereses de los distintos Estados miembros".

El documento considera "una riqueza" las fronteras abiertas y la "viva diversidad" de "lenguas, culturas y regiones".

En varias ocasiones, el documento alude a la necesidad de actuar unidos para afrontar los retos futuros. Subraya que "este modelo europeo a¨²na el ¨¦xito econ¨®mico y la responsabilidad social". Y a?ade que "el mercado com¨²n y el euro nos hacen fuertes". La inclusi¨®n de una referencia a la moneda ¨²nica en el documento hab¨ªa despertado algunas reticencias iniciales entre los pa¨ªses que, como el Reino Unido, no la han adoptado.

Con la moneda ¨²nica y el mercado com¨²n, la UE aspira "a amoldar a nuestro sistema de valores la creciente interdependencia econ¨®mica mundial". "La riqueza de Europa", dice la Declaraci¨®n, "se basa en el conocimiento y las capacidades de sus gentes; ¨¦sta es la clave del crecimiento, el empleo y la cohesi¨®n social".

En esta direcci¨®n se establecen varios compromisos, como la lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada, el racismo y la xenofobia. "Queremos", precisa, "hacer retroceder la pobreza, el hambre y las enfermedades". Igualmente se compromete a llevar juntos "la iniciativa en pol¨ªtica energ¨¦tica y protecci¨®n del clima, aportando nuestra contribuci¨®n para contrarrestar la amenaza mundial del cambio clim¨¢tico".

El p¨¢rrafo final, que a¨²n podr¨ªa ser objeto de algunos cambios, llama "a seguir adaptando la estructura pol¨ªtica de Europa a la evoluci¨®n de los tiempos", en una clara alusi¨®n a la necesidad de adecuar los actuales tratados, de forma que puedan ser aceptados por todos sus Estados miembros.