Libros contra la sangre
Los Reyes inauguran la Biblioteca Espa?a en el coraz¨®n de lo que fue el Medell¨ªn m¨¢s violento
Donde ahora se alza en Medell¨ªn la Biblioteca Espa?a que inauguraron ayer los Reyes hab¨ªa hasta 2002 m¨¢s de 500 asesinatos al a?o. A ese lugar, uno de cuyos enclaves es la Comuna Domingo Savio, donde se encuentra el nuevo centro cultural, era imposible acceder, acog¨ªa a siete bandas violent¨ªsimas y era un previo de los traficantes que asesinaban por droga o por gusto.
Hasta all¨ª llegaron los Reyes montados en el espectacular metrocable, que recorre desde hace dos a?os una orograf¨ªa imposible y penetra donde antes, como dec¨ªa ayer el alcalde Sergio Fajardo, s¨®lo hab¨ªa "dolor y violencia, desesperanza".
Ahora este parque-biblioteca, que se une a los cuatro que ya existen en esta zona, un enjambre que acoge a 400.000 habitantes, aglutina y representa la esperanza municipal de oponer, para siempre, la educaci¨®n y los libros a la sangre y al odio.
Esta parte de Medell¨ªn est¨¢ en la historia de la literatura, entre otras por la Virgen de los sicarios, del paisa Fernando Vallejo; aqu¨ª a¨²n se pueden ver las viviendas y los vericuetos que forman parte de la mitolog¨ªa terrible del lugar. El arquitecto que ha hecho la obra, Giorgio Mazzanti, de Barranquilla, est¨¢ tan enamorado del efecto que puede tener la educaci¨®n y la cultura sobre lo que fue este sitio que piensa ahora que dentro de un siglo estas comunas de Medell¨ªn ser¨¢n "tan pac¨ªficas y bellas como son ahora las viejas ciudades medievales de Espa?a".
Fue un barrizal, ahora se han reducido los asesinatos a 36 muertes violentas al a?o, y los que lo habitan creen que puede ser un "jard¨ªn". Lo dijo, delante de los Reyes y del presidente colombiano, ?lvaro Uribe, un carpintero de 55 a?os, H¨¦ctor Dar¨ªo S¨¢nchez. Lo eligieron para que dijera lo que siente "de este sue?o que empieza" y eligi¨® una met¨¢fora: "Esto es ahora un jard¨ªn, y nosotros somos los jardineros. Pero sin ustedes no podemos seguir". Los Reyes, que fueron aludidos en la met¨¢fora, se levantaron a abrazarlo. H¨¦ctor vino aqu¨ª cuando era un ni?o, fue uno de los habitantes de aluvi¨®n que se confundi¨® con este paisaje inquietante. Presenci¨® el crecimiento de la violencia, que lleg¨® a ser la m¨¢s grande del mundo en lugares que no est¨¢n en guerra. Ayer nos dijo: "Eso ya pas¨®".
El arquitecto de todo esto es un matem¨¢tico, el alcalde Sergio Fajardo. Les ense?¨® a los Reyes lo que hab¨ªa sido la geograf¨ªa del desastre y explic¨® con ocho palabras lo que se propone: "Nosotros somos parte del sue?o de la dignidad".
El Rey luego le dir¨ªa a los acad¨¦micos de la Asociaci¨®n de la Academia de la Lengua Espa?ola que est¨¢n ultimando su gram¨¢tica: "El espa?ol es un instrumento para la paz y la solidaridad, la cooperaci¨®n y el intercambio". Estaba resumiendo, sin duda, el esp¨ªritu que hay detr¨¢s del marat¨®n bibliotecario con el que Medell¨ªn quiere oponerse a la violencia y a la sangre que fue esencia terrible de sus noticias. V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, el presidente de la Asociaci¨®n de la Academia, lo dijo al final del discurso, en el que glos¨® la historia de las academias y de la gram¨¢tica cuyo nuevo texto est¨¢ a punto: "Con la E de Educaci¨®n y de Espa?ol, esta ciudad de Medell¨ªn est¨¢ ensanchando la E de Esperanza".
De la Concha tambi¨¦n habl¨® de jardines. Los jardines de Plat¨®n son los antecedentes de las academias que ahora buscan fijar el esplendor del idioma. Esta nueva gram¨¢tica (que publicar¨¢ Espasa) garantiza la unidad que en alg¨²n momento estuvo en peligro. En 1951, D¨¢maso Alonso, que entonces dirig¨ªa la instituci¨®n espa?ola, advirti¨® de que, m¨¢s que del esplendor, los acad¨¦micos ten¨ªan que preocuparse de "que no nos hagan pedazos" el idioma. Fue, dijo De la Concha, un discurso trascendental, que abri¨® el camino a trabajos como el que se acaba de presentar en Medell¨ªn y a otros que las academias acarician como una herencia, entre otros, de ling¨¹istas de ida y vuelta como Andr¨¦s Bello. "La patria del espa?ol es ancha y abierta", dijo De la Concha. "El espa?ol es un instrumento para la paz y la solidaridad", dijo el Rey.
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