Jones inicia la revoluci¨®n

Michael Phelps, el expreso de Baltimore, ha ganado tantas medallas que ha convertido la victoria en un h¨¢bito. Y, aun as¨ª, sigue firmando p¨¢ginas en los libros de historia. M¨¢s sorprendente todav¨ªa, a veces lo hace como personaje secundario. Phelps, que lleg¨® a los Mundiales de nataci¨®n de Melbourne buscando ocho medallas, quiz¨¢s ocho oros, consigui¨® ayer el primero. Fue en los 4x100 metros libre. Acompa?ado por los otros tres miembros del equipo estadounidense. Y desplazado ante las c¨¢maras por Cullen Jones, negro del Bronx, que fue decisivo para lograr el segundo mejor tiempo de la historia (3m 12,72s) y ya es el rival a batir en los 50 libre.

CJ o Nova, como le llaman sus amigos, creci¨® rodeado por bandas callejeras. Escapando a los peligros de las navajas y las pistolas de grupos como The Bloods. Jones, seg¨²n reconoce, ya no quiere volver al barrio. Lo que quiere es ser en la nataci¨®n lo que Tiger Woods es en el golf. Un l¨ªder en la lucha por demostrar que no existen deportes exclusivamente de blancos: "Puedo ayudar a revolucionar este deporte. La gente ha empezado a hablarme de lo que puedo hacer ahora que tengo toda esta publicidad y he comenzado a pensar en Woods, en Jordan... Sigue habiendo un estigma acerca de la incapacidad de los negros para nadar. Veo comedias en las que a¨²n se dice: 'Los negros no saben nadar'. Pues s¨ª, sabemos. Ganar una medalla en los Juegos debe ser el principio. Los ni?os necesitan ver a alguien que tenga ¨¦xito en este deporte. Eso abrir¨¢ un movimiento con el que veremos m¨¢s y m¨¢s afroamericanos en la nataci¨®n".

"El estigma es que los negros no saben nadar. Sabemos. Ganar una medalla es el principio"

Jones, que tiene 22 a?os y ya ha firmado un suculento contrato con Nike -1,5 millones de euros durante siete a?os-, tiene un duro camino por delante. S¨®lo dos nadadores negros, Anthony Ervin y Maritza Correia, han representado a Estados Unidos en unos Juegos Ol¨ªmpicos. Cullen, que reconoce sentirse inclinado al trabajo y el sacrificio desde que vio a su padre morir de c¨¢ncer, espera ser el tercero en Pek¨ªn 2008. Ya es campe¨®n estadounidense de los 50 libre. Lo logr¨® frente a gente como Jason Lezak o Neil Walker, compa?eros en el relevo de ayer. Y frente a Gary Hall j¨²nior, el hombre del que ten¨ªa un p¨®ster, el nadador al que querr¨ªa parecerse, su modelo de "calma, confianza y hielo en las venas antes de una carrera". Su victoria sorprendi¨® a todos. Incluso a s¨ª mismo. "Soy humilde. Siempre fui el chico de la l¨ªnea 7, el que iba m¨¢s lento", suele admitir el nadador, licenciado en literatura inglesa y psicolog¨ªa.

Jones ya ha conseguido marcas que siempre ser¨¢n de referencia: es el primer negro estadounidense que bate un r¨¦cord de larga distancia, como parte del equipo de relevos del 4x100. Ahora busca un ¨¦xito individual. La ¨²ltima vez que todos los ojos se giraron hacia ¨¦l fue para verle fracasar. Ocurri¨® en las pruebas de selecci¨®n para los Juegos de Atenas 2004. Como corresponde a un revolucionario, Jones lo transform¨® en energ¨ªa positiva: "Fue como salir al Coliseo. Todas esas gradas, toda esa gente chillando. Me congel¨¦. Pero hoy no estar¨ªa aqu¨ª sin aquello".