Los sondeos apuntan al fin de la bipolarizaci¨®n entre federalistas y separatistas en Quebec

Todo invita a pensar que los ciudadanos de Quebec acabar¨¢n hoy en las urnas con la bipolarizaci¨®n federalistas-soberanistas de las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas. Aunque la menor implantaci¨®n de la Acci¨®n Democr¨¢tica de Quebec (ADQ) en los grandes n¨²cleos urbanos limita sus posibilidades de alzarse con la victoria, dadas las caracter¨ªsticas del sistema electoral quebequ¨¦s, puede anticiparse, a tenor de las encuestas, que el partido de Mario Dumont resultar¨¢, al menos, el vencedor moral.

Como los resultados previstos anuncian un Gobierno de minor¨ªa parlamentaria, el ADQ tendr¨¢ la llave de la gobernabilidad, adem¨¢s de los fondos y del estatus de oposici¨®n oficial que se reconoce a las formaciones con m¨¢s del 20% de los votos o 12 diputados, barrera que los adequistas deben sobrepasar ampliamente.

El sorprendente ¨¦xito del ADQ se nutre de descontentos diversos que parecen converger en una poderosa corriente por el cambio. El castigo a los dos grandes partidos que vienen turn¨¢ndose en el poder, la rebeli¨®n de las regiones frente a la concentraci¨®n de poder de Montreal y al estilo de vida, progresista, cosmopolita, juzgado fr¨ªvolo, inconsistente, de la gran metr¨®poli y el hartazgo por la dicotom¨ªa permanente federalismo-soberanismo, que divide y aprisiona a la sociedad en un debate esterilizante y sin fin, alimentan esta ola adequista que recorre la provincia franc¨®fona canadiense.

A eso, hay que a?adir, y no tiene una importancia menor, la reafirmaci¨®n conservadora identitaria ante algunas medidas de integraci¨®n de los inmigrantes (los ajustes razonables), pocas, pero de enorme representaci¨®n simb¨®lica, que se perciben pintorescas y poco razonables. El ¨²ltimo episodio ha sido la comunicaci¨®n administrativa, revocada a ¨²ltima hora, que autorizaba a las mujeres musulmanas a votar con el burka, sin descubrirse el rostro. Visto que la pol¨¦mica crece, y conscientes de que, al final, ser¨¢n los que pagar¨¢n los platos rotos de la demagogia y la falta de sentido com¨²n, las propias comunidades inmigrantes han empezado a pedir la revocaci¨®n de las medidas m¨¢s controvertidas.

Votantes de 18 a 34 a?os

El ascenso del ADQ deshace varios mitos fuertemente asentados. Ahora resulta que no es cierto que Quebec tenga el coraz¨®n m¨¢s a la izquierda que el resto de Canad¨¢ y tampoco es verdad que el conservadurismo social sea cosa de los viejos, puesto que el partido del Mario Dumont es el que m¨¢s adhesiones despierta entre los ciudadanos de 18 a 34 a?os. Es un fen¨®meno que se despliega, sobre todo, en los entornos semirurales, pero tambi¨¦n en los barrios obreros; una reacci¨®n conservadora, populista, que enlaza con el Partido Conservador del primer ministro canadiense de Stephen Harper.

"El soberanismo ha dejado de ser tan importante y por eso la gente empieza a realinearse en t¨¦rminos de derecha e izquierda", explica el constitucionalista quebequ¨¦s Jos¨¦ Woerling. "Est¨¢ cuajando la idea de que la soluci¨®n de los problemas, el del Medio Ambiente o la globalizaci¨®n, por ejemplo, no vendr¨¢ de la mano de la separaci¨®n, sino de la capacidad de asociarnos", indica. A su juicio, la palabra "autonomista", rescatada por Mario Dumont, ofrece la vaguedad como ventaja, en un momento en el que la sociedad est¨¢ cansada de tener que pronunciarse en t¨¦rminos excluyentes.

Seg¨²n el profesor de Ciencias Pol¨ªticas y ex vicepresidente del ADQ, Guy Laforest, el modelo auton¨®mico catal¨¢n ofrece para Quebec la experiencia de un estatuto que puede evolucionar y ser reformado y sometido a referendo sin las tensiones enormes que supone la separaci¨®n. "Es mejor que nuestros dos referendos frustrados que han dejado secuelas en la sociedad y hecho perder poder a Quebec", afirma. Aunque el soberanismo fiscal vasco despierta el l¨®gico inter¨¦s en los c¨ªrculos independentistas, el nombre de Euskadi apenas se menciona. "Hay cierto pudor a la hora de hablar de Euskadi. Es un modelo que no se toca, porque aparece manchado por la sombra del terrorismo", indica. Guy Laforest, Jos¨¦ Woerling y el diputado separatista Daniel Durp explicaron a Juan Jos¨¦ Ibarretxe la estrategia independentista del Estado Libre Asociado quebequ¨¦s, poco antes de que el lehendakari presentara un proyecto semejante para Euskadi.