Manol¨®n y Emilio, un amor imposible
Los testigos dicen que Trashorras aprovech¨® su amistad con un jefe de polic¨ªa para vender explosivos
Manol¨®n y Emilio eran amigos, muy amigos. Su amistad ten¨ªa adem¨¢s el valor de lo imposible. Manol¨®n era polic¨ªa, el jefe de los polic¨ªas, y Emilio, delincuente, el jefe de los delincuentes. Por si fuera poco, su amistad florec¨ªa en una ciudad peque?a, Avil¨¦s, la t¨ªpica ciudad peque?a donde todo el mundo conoce a todo el mundo, todos los papeles est¨¢n repartidos y nunca se entendi¨® que la zorra y las gallinas se fueran de juerga juntas. A Toro, el cu?ado traficante de Emilio, se lo llevaban los diablos cada vez que ve¨ªa al marido de su hermana reunido en un bar, "jiji, jaja", con el jefe de la pasma.
El jefe policial declara que el confidente le llamaba tanto para tenerlo controlado
Un comisario dice que a las tres de la tarde del 11-M todos los indicios apuntaban a los ¨¢rabes
Manol¨®n est¨¢ sentado delante del tribunal. Su figura recuerda a la de un bobby ingl¨¦s pasado de b¨¢scula, mofletudo y sonrosado, el sue?o de cualquier carterista sin ganas de sudar. Su papel no es f¨¢cil. Tiene que justificar el gran fracaso de su vida. Emilio Su¨¢rez Trashorras, su amigo y confidente, est¨¢ all¨ª al lado, comi¨¦ndose las u?as dentro de la habitaci¨®n de cristal blindado, acusado de suministrar la dinamita con la que se volaron los trenes de Madrid. Por eso, cuando un abogado le pregunta a santo de qu¨¦ Emilio y ¨¦l manten¨ªan tantas conversaciones telef¨®nicas, el polic¨ªa intenta salir del atolladero con una respuesta que lleva impl¨ªcito el fracaso del cazador cazado, del polic¨ªa vigilado:
-Yo creo que Emilio me llamaba mucho porque me quer¨ªa tener controlado.
Y la voz de Manol¨®n se esparce por la sala como la del amante que, ya demasiado tarde, se percata de que lo que ¨¦l cre¨ªa amor es m¨¢s bien adulterio.
Despu¨¦s del ex jefe de polic¨ªa de Avil¨¦s declara un comisario de la lucha contra ETA. Su presencia aqu¨ª viene a cuento porque ¨¦l, acompa?ado de un agente del CNI y de otro polic¨ªa de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n, se trasladaron desde Madrid para inspeccionar la seguridad de la mina Conchita y entrevistar de paso al tal Su¨¢rez Trashorras. Se los present¨®, como no pod¨ªa ser de otra manera, su amigo Manol¨®n.
-Su¨¢rez Trashorras estaba emperrado en hablar con nosotros. Dec¨ªa que hab¨ªa unos moros de Madrid que hab¨ªan volado los trenes. Al principio, no le dimos mucha credibilidad...
Pero conforme pasaban las horas la cosa fue cambiando. El polic¨ªa relata c¨®mo le fueron dando carrete y confianza, almorzando y cenando juntos, escuchando su relato. "A veces, Emilio se hartaba, se pon¨ªa nervioso. Me dec¨ªa: 'Si no te f¨ªas de m¨ª me voy, o me voy a Madrid y encuentro yo a los moros con una mano...'. Luego se calmaba y volv¨ªamos a hablar. Nos cont¨® que sus amigos marroqu¨ªes eran muy radicales, que no hac¨ªa mucho uno de ellos lo llam¨® desde Ibiza y, al final de la conversaci¨®n, ¨¦l le dijo, nos vemos, y el otro le respondi¨®: 'Si no es en la tierra, ser¨¢ en el cielo".
El relato del polic¨ªa no tiene desperdicio, pero de nuevo se rompe en funci¨®n de otros intereses. El abogado de Jamal Zougam, que se pone a cien cada vez que tiene un polic¨ªa a tiro, le hace una pregunta al comisario, c¨®mo no, relacionada con ETA. La ¨²nica diferencia es que esta vez apunta alto, muy alto.
-?Usted sabe si ETA tuvo alguna participaci¨®n en los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York?
El polic¨ªa alucina y el juez G¨®mez Berm¨²dez le dice a Abascal que la pregunta es "improcedente porque no tiene vinculaci¨®n alguna con lo que se est¨¢ juzgando". Pero el abogado vuelve a la carga e intenta que el polic¨ªa le diga si le consta que fueron terroristas de ETA los que suministraron los pasaportes falsos a los suicidas del 11-S. La maniobra de Abascal no es nueva. Se trata de hablar de ETA aun sabiendo de antemano que sus preguntas terminar¨¢n estrell¨¢ndose en el absurdo o en la reprimenda del juez. Ayer, en cambio, la pel¨ªcula cambia.
Dos de los abogados de la acusaci¨®n, Manuel Murillo y Jos¨¦ Mar¨ªa Fuster, deciden que ya est¨¢ bien, que ellos tambi¨¦n van a preguntar por ETA. La ¨²nica diferencia es que cuando el abogado Abascal lanza el cubo, lo saca vac¨ªo, y ayer ellos lo sacaron lleno.
-?En qu¨¦ momento supieron ustedes que los autores eran los ¨¢rabes?
-A partir de las tres de la tarde del 11 de marzo.
-?Y supieron que ese d¨ªa se hab¨ªa ordenado a las embajadas espa?olas que difundieran que el autor era ETA?
El juez interviene, dice que no ha lugar a la pregunta, que el ministro del Interior no est¨¢ procesado, pero los abogados ya han conseguido su objetivo. Han utilizado las mismas armas de la conspiraci¨®n, desentenderse del juicio e ir a lo suyo. En este caso, para probar que, de ETA, nada
-?Ha detectado alg¨²n tipo de contacto entre ETA y el mundo isl¨¢mico?
-Ninguno.
Ya por la tarde, declara El Gitanillo. Su testimonio se convierte en una losa muy pesada para Trashorras. Cuenta que El Chino y otros dos ¨¢rabes fueron a mina Conchita y bajaron con mochilas llenas de explosivos. Lo hicieron, dice, siguiendo las indicaciones de Su¨¢rez Trashorras, el mismo que a ¨¦l le pag¨® 1.000 euros por llevar a Madrid una bolsa de explosivos.
El Gitanillo ya fue condenado por ello en 2004. Su vida es una de esas historias tristes que rodean el 11-M. Un padre en la c¨¢rcel, una madre que bastante tiene con llevar algo de comida a casa. ?l mismo, amenazado a punta de pistola para que transportara droga. Y todo ello, mientras Manol¨®n y Emilio, "jiji, jaja", en un bar de Avil¨¦s.
![En primer plano, Su¨¢rez Trashorras, en la sesi¨®n de ayer en las instalaciones de la Audiencia Nacional.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/FX2S7RJMIVVMQHNRY6JCI5B5HE.jpg?auth=883a7d7f24b4745c980807a219f2e0b3a4f3d355bacb3e4621c4b511c039d036&width=414)
LA VISTA AL D?A
Todo lo que dijo Trashorras a la polic¨ªa
A¨²n falta un testimonio m¨¢s para relatar la noche en que Trashorras lo cont¨® todo sobre "los moritos" y acab¨® detenido. Ser¨¢ hoy, con el inspector de la Unidad Central de Informaci¨®n Exterior (UCIE) que se desplaz¨® a Asturias y se entrevist¨® con el ex minero.
AS? SE ROB? EL EXPLOSIVO
Demoledor testimonio de El Gitanillo contra Trashorras
El testigo conocido como El Gitanillo relat¨® ayer con todo lujo de detalles c¨®mo el ex minero Trashorras subi¨® con Jamal Ahmidan, El Chino, a una mina de Asturias de donde se llevaron los explosivos del 11-M.
"Menuda la que ha armado Mowgly"
El testimonio de El Gitanillo aclar¨® cu¨¢nto sab¨ªa Trashorras de las intenciones de El Chino. Poco despu¨¦s de los atentados, le dijo: "Menuda la que ha armado Mowgly".
?Atent¨® ETA en el World Trade Center en 1993?
El abogado Jos¨¦ Luis Abascal lleg¨® a preguntar ayer si ETA hab¨ªa tenido algo que ver con el atentado islamista con bomba en Nueva York en 1993. Tal cual.
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