Nada debemos al cielo
El 'boom' de los mam¨ªferos no se produjo, como se cre¨ªa hasta ahora, con la extinci¨®n de los dinosaurios por un meteorito - 30 millones de a?os antes surgieron ya 40 linajes que han seguido evolucionando
Hasta ayer deb¨ªamos al cielo nuestra existencia: los escasos y primitivos mam¨ªferos del Cret¨¢cico s¨®lo pudieron florecer en sus 40 ¨®rdenes actuales (como los roedores, los carn¨ªvoros y los primates) gracias al meteorito que extingui¨® a los dinosaurios hace 65 millones de a?os. El primer super¨¢rbol evolutivo de los mam¨ªferos refuta hoy esa idea. Los 40 ¨®rdenes ya exist¨ªan 30 millones de a?os antes de aquella cat¨¢strofe, y su big bang en 4.000 especies s¨®lo empez¨® 15 de millones de a?os despu¨¦s. Nada debemos al cielo despu¨¦s de todo.
Nuestros ancestros se escaparon 'volando bajo' del radar de los dinosaurios
El segundo 'boom' empez¨® 15 millones de a?os despu¨¦s del impacto
"Este descubrimiento reescribe nuestra comprensi¨®n de c¨®mo llegamos a evolucionar en este planeta", afirma Andy Purvis, del Imperial College de Londres, uno de los directores del super¨¢rbol evolutivo que se presenta hoy en Nature. Y aun as¨ª "es s¨®lo la primera de las muchas percepciones nuevas, si no sorpresas, que se derivar¨¢n del super¨¢rbol", seg¨²n el otro codirector, Olaf Bininda-Emons, de la Universidad T¨¦cnica de Munich.
La reconstrucci¨®n de la evoluci¨®n de los mam¨ªferos era hasta ahora una colecci¨®n de fragmentos que no encajaban: decenas de ¨¢rboles geneal¨®gicos parciales de uno u otro grupo, deducidos de las comparaciones de ADN entre las especies actuales, y un registro f¨®sil discontinuo y aparentemente incompatible con ellas.
El super¨¢rbol es el producto de un esfuerzo sistem¨¢tico de genetistas, bioinform¨¢ticos y paleont¨®logos para recabar los datos gen¨¦ticos de 4.510 especies de mam¨ªferos (de las 4.554 existentes en la actualidad), reconstruir sus relaciones geneal¨®gicas con la ventaja de un prisma anal¨ªtico com¨²n y reinterpretar con su ayuda el fragmentario registro f¨®sil.
"El resultado final", dice Bininda-Emons, "es que los mam¨ªferos que conocemos hoy son en realidad muy antiguos y simplemente se escaparon volando bajo del radar de los dinosaurios y dem¨¢s predadores que hab¨ªa por all¨ª".
Y tal vez hicieron algo m¨¢s que escapar. La idea de que los primitivos mam¨ªferos del Cret¨¢cico, parecidos a ratas diminutas, pudieran suponer alg¨²n tipo de amenaza para el giganotosaurio, el velocirr¨¢ptor, el Tyrannosaurus rex y las dem¨¢s bestias carniceras de la ¨¦poca parece rid¨ªcula en grado sumo. Sin embargo, como recuerdan David Penny y Matthew Phillips en un comentario que recoge tambi¨¦n Nature, basta examinar un caso actual para ver que no es as¨ª: el de la rata del Pac¨ªfico (Rattus exulans), que es el azote de un reptil (Sphenodon) 20 veces mayor que ella: su truco es no enfrentarse al reptil adulto, sino a sus formas juveniles, y no en una brutal pelea, sino en una astuta competencia por los mismos recursos. Lo mismo pudieron hacer, seg¨²n estos cient¨ªficos, los rid¨ªculos mam¨ªferos de hace 90 millones de a?os con sus imponentes devoradores. Sea como fuere, lo que est¨¢ claro ahora es que los mam¨ªferos experimentaron su primera gran diversificaci¨®n (la radiaci¨®n de sus 40 ¨®rdenes, o grandes grupos actuales) delante de las narices de los grandes reptiles. Y que esos 40 linajes traspasaron la frontera que separa el Cret¨¢cico del Terciario, la transici¨®n K/T que marca el impacto del meteorito y una de las mayores extinciones en masa de la historia del planeta: un evento que para los mam¨ªferos consisti¨® m¨¢s bien en una "supervivencia en masa", como dicen Penny y Phillips.
Y los mam¨ªferos no atravesaron en solitario aquella frontera. Seg¨²n datos muy recientes, los p¨¢jaros tambi¨¦n se diversificaron en pleno Cret¨¢cico en sus m¨¢s de 40 ¨®rdenes actuales, y tambi¨¦n experimentaron su propio evento de "supervivencia en masa" al cruzar la transici¨®n K/T. Los p¨¢jaros hab¨ªan evolucionado a partir de un grupo de dinosaurios, de modo que las aves actuales pueden considerarse las ¨²nicas herederas de aquellos grandes reptiles que se quedaron al otro lado de la frontera.
La segunda radiaci¨®n o diversificaci¨®n explosiva de los mam¨ªferos, la que dividi¨® los 40 ¨®rdenes ancestrales en los centenares de familias que agrupan a las 4.500 especies actuales, s¨®lo empez¨® 15 millones de a?os despu¨¦s de que los dinosaurios hubieran desaparecido de la faz de la Tierra: tampoco este se?alado acontecimiento en la evoluci¨®n de nuestros ancestros tuvo la menor relaci¨®n con la extinci¨®n de los tiranos cret¨¢cicos.
"La gran pregunta ahora", dice Ross MacPhee, del Museo Americano de Historia Natural en Nueva York, "es qu¨¦ hizo que aquellos ancestros de los mam¨ªferos modernos tardaran tanto en empezar a florecer. Es como si hubieran llegado a la fiesta en cuanto los dinosaurios la abandonaron, pero s¨®lo para quedarse parados en mitad de la pista de baile. Es evidente lo poco que sabemos sobre los mecanismos macroecol¨®gicos que entran en acci¨®n despu¨¦s de una extinci¨®n masiva".
La fecha en que comenz¨® esa radiaci¨®n -hace 50 millones de a?os- puede ser una pista. "La tasa de diversificaci¨®n empieza a aumentar en la ¨¦poca del m¨¢ximo t¨¦rmico del Cenozoico, que ocurri¨® hace 50 o 55 millones de a?os", escriben los cient¨ªficos en Nature. Purvis a?ade: "Da la impresi¨®n de que fue un episodio de calentamiento global, y no la muerte de los reptiles, lo que encendi¨® el starter de la diversidad que vemos hoy".
Con todo, la teor¨ªa antigua subsiste, aunque de una manera inesperada. La cat¨¢strofe c¨®smica de la frontera K/T s¨ª fue aprovechada por algunos grupos de mam¨ªferos, que experimentaron una radiaci¨®n y ocuparon algunos de los nichos ecol¨®gicos que hab¨ªan dejado libres los dinosaurios. Pero ¨¦sos no somos nosotros: son extra?as fieras como el Andrewsarchus, una agresiva vaca-lobo, que se extinguieron poco despu¨¦s sin dejar rastro.
UNA EVOLUCI?N CON DOS MOMENTOS CLAVE
- Las nuevas investigaciones han descubierto que los mam¨ªferos prosperaron hace m¨¢s de 65 millones de a?os, cuando los dinosaurios ocupaban todos los ecosistemas de la Tierra
- El empuj¨®n definitivo para el desarrollo de los mam¨ªferos lleg¨® hace 50 millones de a?os, y se prolonga hasta hoy en d¨ªa. Entonces, un cambio en las condiciones clim¨¢ticas favoreci¨® la diversificaci¨®n de la clase de los mam¨ªferos
- La teor¨ªa m¨¢s actual defiende que la desaparici¨®n de los dinosaurios, causada por el impacto de un meteorito contra la Tierra, no fue el factor determinante para el desarrollo de los mam¨ªferos
- Los an¨¢lisis gen¨¦ticos apuntan que, aunque falten registros f¨®siles, los 40 ¨®rdenes de mam¨ªferos, y otros muchos ya extinguidos, exist¨ªan hace 95 millones de a?os
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