Hilos y mimbres del espacio

Residente en Madrid desde 1990, esta escultora argentina, nacida en Buenos Aires en 1967, ha madurado un lenguaje personal y muy sugerente a partir de lo que Julio Gonz¨¢lez defini¨® como "dibujar en el espacio" para explicar la obra de este tipo practicado por Picasso durante 1920 y, tambi¨¦n, claro, su mejor obra personal, que fue la ¨²ltima. A partir de este principio est¨¦tico-pl¨¢stico se desarroll¨® una parte de la mejor escultura de vanguardia internacional entre 1930 y 1960, pero, aunque haya, como quien dice, "llovido mucho" desde entonces, no se ha agotado ese magn¨ªfico venero creativo, como lo demuestra ahora mismo, entre nosotros, Laura Lio.

?sta, a tenor de los tiempos, no s¨®lo ha ductilizado de la manera m¨¢s sutil este lenguaje, sino que lo ha aproximado a la s¨ªntesis posmoderna de los contrarios; esto es: conjuga lo met¨¢lico con lo org¨¢nico, tanto en el sentido material como simb¨®lico, y, en consecuencia, ha ensanchado su paisaje. En este sentido, por lo menos desde lo que a m¨ª se me alcanza a partir de su obra espa?ola, ha ido enriqueciendo sus primeros "bastidores" del espacio con un progresivo barroquismo, cuya complicaci¨®n material y escenogr¨¢fica est¨¢n bien soportadas por ser su visi¨®n pl¨¢stica esencial algo tan a¨¦reo y ligero, tan, en el buen sentido de la palabra, elegante.

As¨ª se nos muestra Laura

Lio en su actual producci¨®n ahora exhibida, pero, sin detrimento del resto, quisiera destacar sus dibujos, tan importantes siempre en la obra de un escultor, porque alcanzan, sobre todo, los que evocan la efigie naturalista de las hojas a partir de una densidad gr¨¢fica en negros, un extremo refinamiento, sin por ello perder su aliento po¨¦tico.