La pir¨¢mide desbordada

El Museo del Louvre de Par¨ªs, tras la ampliaci¨®n organizada en torno a la pir¨¢mide e inaugurada en 1989, pas¨® de tener 31.000 metros cuadrados dedicados a exposici¨®n a disponer de 60.000 que hoy son 68.000. El edificio en s¨ª, con todos sus servicios, tiene 160.000 metros cuadrados. El m¨¦rito no es exclusivo de la pir¨¢mide concebida por Ieoh Ming Pei -una estructura de cristal de 21,64 metros de alto y 34,20 de base- sino de la posibilidad de recuperar un ala del palacio, hasta entonces ocupada por el Ministerio de Finanzas. La pir¨¢mide permiti¨® organizar el flujo de visitantes. Fue pensada para una afluencia de cuatro millones de visitantes anuales, con "picos" ligados al domingo de entrada gratuita que hay cada mes y a una cierta estacionalidad del turismo. Hoy el n¨²mero de visitantes que recibe el Louvre es de 8,3 millones y est¨¢ en estudio, a cargo del mismo arquitecto, una nueva obra que permita que sean varios los puntos de ingreso al Louvre.

El n¨²mero de objetos expuesto es de 35.000, un 8% de los que pertenecen a las colecciones del museo. Las visitas guiadas se ofrecen en seis idiomas extranjeros, adem¨¢s del franc¨¦s. Trabajan en el Louvre unas 2.200 personas, casi la mitad de las cuales dedicadas a cuestiones de seguridad y vigilancia.

Las ventajas ligadas a las obras de ampliaci¨®n son obvias: mayor n¨²mero de obras expuestas y mejor presentaci¨®n de las mismas, mejor organizaci¨®n de los flujos de turistas, mayor espacio dedicado a los servicios comunes -auditorio, restaurantes, librer¨ªa, tiendas, etc¨¦tera- y mayor racionalidad en los recorridos de los visitantes.

Los efectos no estimados y que tienen que ver con la mutaci¨®n de la instituci¨®n, pero tambi¨¦n con cambios sociales, son el que hoy la demanda de los visitantes no sea tanto de mera informaci¨®n geogr¨¢fica -?d¨®nde est¨¢ determinada obra, c¨®mo acceder a ella?- sino de mediaci¨®n cultural. El ciudadano reclama explicaciones sobre el sentido de determinadas esculturas o pinturas, sobre ciertos s¨ªmbolos culturales, precisiones de naturaleza iconogr¨¢fica. Eso obliga a que los servicios de mediaci¨®n cultural tengan que ser m¨¢s numerosos y competentes y no est¨¦n situados ¨²nicamente en el vest¨ªbulo del museo. La acogida tiende a ser m¨¢s individualizada y de mayor nivel.

El Louvre, en 2006, organiz¨® 17 exposiciones temporales y manej¨® un presupuesto de 188,6 millones de euros, de los cuales 110 provienen de una subvenci¨®n del Estado y el resto son recursos generados por el propio museo. De los 8,3 millones de visitantes un 33% son franceses y el 67% extranjeros, de entre los cuales el 47% europeos, el 29% americanos del norte y un 19% asi¨¢ticos. Un 38% del total tiene menos de 26 a?os.

Ligado a las obras del Louvre est¨¢ la obertura del Carrousel del Louvre, un espacio subterr¨¢neo que re¨²ne 45 tiendas, 14 restaurantes, un teatro y cuatro grandes salas polivalentes de 7.500 metros cuadrados. En 2005 esas salas acogieron 77 manifestaciones de las cuales 22 eran salones, dos fueron congresos y el resto reuniones de empresas o desfiles de moda.

Al margen de sus contratos en otros pa¨ªses, alquilando sus fondos u ofreciendo su saber hacer, el Louvre tendr¨¢ antes de que acabe 2009 una antena o extensi¨®n en Lens, en el norte de Francia, concebida como un nuevo museo a la vez que como un "laboratorio de investigaci¨®n" donde inventar lo que "a¨²n no es posible en Par¨ªs".