M¨¢s problemas para la bici
La pasada semana se hablaba en esta secci¨®n de cinco muchachos obligados a bajar de un tren en Vic porque llevaban bicicletas. La publicaci¨®n ha originado una lluvia de cartas de otros ciclistas que dicen haber sufrido la misma incomprensi¨®n. De Renfe, pero tambi¨¦n del Metro de Barcelona y, aunque menos, de Ferrocarrils de la Generalitat. Entre todas las cartas destaca la enviada por J. C., una ciclista de 53 a?os que ha vivido mil y un par de peripecias.
Cuenta, por ejemplo, c¨®mo una empleada del metro en la estaci¨®n de Drassanes (l¨ªnea 3) le proh¨ªbe entrar con una bicicleta plegable y plegada. Ya es llamativo que los empleados se dediquen a eso y consientan que otros viajeros entren sin pagar. El portavoz de TMB se limit¨® a se?alar que hay "algunas" quejas por las trabas impuestas al uso de la bicicleta. A continuaci¨®n, record¨® la normativa: no pueden entrar animales (salvo perros gu¨ªa o en recept¨¢culos adecuados) no pueden entrar bultos que superen la siguientes medidas: 100 por 60 y por 25. Esto incluye las bicicletas plegables. Adem¨¢s, las bicicletas de cualquier tipo est¨¢n prohibidas los laborables entre las 7.00 y las 9.30 horas y las 17.00 y las 20.30 horas. "Son las horas punta", precis¨® el portavoz del Metro.
Ferrocarrils de la Generalitat, se?ala J. C., "merece un premio tanto por el acceso como por el espacio que tenemos los ciclistas". La excepci¨®n es el funicular de Vallvidrera. El portavoz de la empresa se?ala que se ha localizado el problema. Ahora, en fin de semana, que es cuando se produce mayor afluencia de ciclistas, se autorizan cinco bicis por trayecto, pero se ha proyectado una modificaci¨®n del veh¨ªculo para que quepan hasta 10.
Las quejas afectan tambi¨¦n a Renfe, aunque algunas de ellas corresponden propiamente a Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) del que dependen, por ejemplo, en L'Aldea (Baix Ebre), una estaci¨®n muy utilizada por los ciclistas que van al delta del Ebro. "No anuncian el and¨¦n que toca hasta que el tren est¨¢ a la vista", narra J. C., con lo que "tenemos que andar corriendo de un lado para otro con la bici a cuestas". En una ocasi¨®n, el tren con puertas de apertura y cierre manual, arranc¨® mientras ella trataba de subir la bicicleta. Su marido tir¨® de la alarma para evitar una desgracia lo que hizo que el revisor tratara de multarle. Ni Adif ni Renfe tienen, afirmaron portavoces de ambas empresas, constancia de nada de esto porque no se present¨® queja alguna. Es comprensible. Antes hab¨ªa presentado una reclamaci¨®n en Valencia porque se les hab¨ªa informado que en determinado tren podr¨ªan subir las bicicletas y luego result¨® que no era as¨ª. El empleado de informaci¨®n le dej¨® clara la verdad de la vida: "Los empleados de Renfe nunca se equivocan cuando informan". Claro, la culpa, una vez m¨¢s, es siempre del pobre ciudadano.
Para quejas dirigidas a esta secci¨®n se puede escribir a Catalunya@elpais.es a la atenci¨®n de Francesc Arroyo.
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